Mel: Bien..llegamos...gracias por traerme.. James..:!!!
James: De verdad..no quiero q la noche termine...siento que en preciso momento en que te bajes la magia desaparecerá..
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Mel: De verdad no quieres entrar..yo se de qué hablo!!... cuando conozcas a mis roomis si que desaparecerá la magia..
James: me arriesgaré!!!
Mel: Ok..bajo tu responsabilidad...y..no anda el elevador..asi q tendremos q subir tres pisos...
James. No te preocupes...estoy en forma!!!
En el descanso del segundo piso, James empujó a Mel contra la pared, la luz mortecina parpadeaba amenazando con quemarse. Las bocas estaban a milímetros, las manos de Mel se colaron bajo la camisa sintiendo la piel suave y caliente. James sonrió mientras sentía esas delicadas manos recorrer su espalda, la besó tímidamente al principio, como reconociendo el terreno, para luego entrar sensualmente penetrando con su lengua cada rincón de su boca. Las manos viajaron bajo la falda, subiendo lentamente hasta tomar el trasero y apretarlo contra su creciente erección. Mel agitada lo detuvo.
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James: voy muy rápido?
Mel: vas muy bien.... pero en cualquier momento bajará la señora del 3ero C a sacar su perro...
James: su perro?
Mel: ya verás....
No terminó de decir eso que una amargada mujer en batón floreado con un cigarrillo en sus labios azotó la puerta de su departamento mientras su chihuahua aullaba histérico. Pasó junto a ellos mirándolos con desaprobación.
- Este edificio está lleno de putas!!! ( comentó para que la escuchen)
James la miró extrañado.
Mel: Y la cosa no termina aquí...ven.. ( dijo tomándolo de la mano y subiendo los escalones que faltaban hacia su departamento)
