𝐄𝐅𝐈́𝐌𝐄𝐑𝐎 | Kurokawa Izana

capítulo catorce.

El viernes, Dionysus había despertado con un peculiar buen humor. Incluso Lucas lo miraba como si su dueño hubiese perdido la cabeza por su peculiar sonrisa en todo el día

— Se nota que está enamorado —Su madre susurra a su padre al verlo pasar por el salón tarareando una canción mientras sonreía hacía la nada

— Salió a mí —El hombre se deprime— yo estaba también muy enamorado de ti y apenas me hacías caso

La albina le miro con una sonrisa— Pero nuestro hijo tiene mí belleza, claramente él fue quién hizo a Izana enamorar primero

El hombre soltó una risilla antes de abrazar a la mujer.
Dionysus término de bañarse cuando el reloj marco las 4:56 de la tarde. Le habia pedido a Izana llegar a eso de las 5 ya que la fiesta comenzaba a las seis en punto y debían ser puntuales.

Se alisto rápidamente, esta vez se vistió con un pulcro traje blanco y unos zapatos del mismo color. Se coloco unos aretes plata en sus orejas y finalmente termino alistando su cabello como de costumbre.
En cuanto término se colocarse perfume, su teléfono sonó y al mirarlo vio que era un mensaje de Izana.

» Estoy con tus padres.

No, no no no no piensa en pánico, guarda su teléfono y sale de su habitación bajando las escaleras con cuidado de no caerse

Una vez piso el último escalón, su vista se dirigió al salón en donde encontró a sus padres junto con Izana.

— Eres muy apuesto —Su madre alaga— ¿tratas bien a Dionysus, no es así?

— Lo hago —Izana parece nada incomodo ante la presencia de los padres de su chico, de hecho, luce como siempre

— ¿Y ustedes dos ya tuvieron sex-?

— ¡Papá! —Dionysus chilla espantado— ¡guardate tus preguntas fuera de contexto!

— Aburrido —Su padre bufa con los mofletes inflados

Su madre no decía nada, incluso parecía maravillada mirando de Izana a Dionysus y viceversa

— ¿Mamá?

— Es sólo... parece que van a casarse, —Ay me va a dar algo Dionysus piensa al punto del desmayó— usando los trajes blanco y negro

Golpea su mano contra su frente, pero rápidamente levanta la mirada y observa a Izana. No se había percatado pero Izana vestía un traje negro ceñido a su cuerpo.
Si no tuviese el suficiente control, estaría babeando al ver lo hermoso que lucía el rubio blanquecino en traje

La mujer albina coloca una mano sobre su boca y pasea la mirada de Dionysus a Izana nuevamente. Ambos chicos se miraban uno al otro casi maravillados.
Tironeando del saco de su esposo, se aleja para darles privacidad, aunque le costo arrastrar a su chismoso esposo de allí

— ¿Esposos?

Se sonroja— Ah... mamá es muy extremista, no le hagas caso. Siempre ha querido verme casado —Ríe avergonzado

Izana ladea la cabeza, acerca su mano al rostro de Dionysus y acaricia su mejilla.

— Serías un lindo esposo, —Su rostro explota en un "puff"— ahora mismo... luces hermoso —Atrae al peligris hacia él

Ríe avergonzado— Tú luces muy guapo también, —Golpea su nariz con la del otro— no pensé verte en traje

— Kakucho me arrastro a comprar uno cuando me vio con la ropa de Tenjiku —Dionysus carcajea tras escuchar eso

— Sí, puedo imaginarlo —Sonríe para después tomar sus mejillas y dejar un casto beso en sus labios

— Muchachos, vámonos —Su padre habla mientras abre la puerta