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𝐔𝐧 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨 -𝐩𝐭𝟏

Capítulo 43

¿Están listos?

Wille

Entonces estaba en lo correcto. Ella había sido.

— ¿Qué creíste ver a quién? —me preguntó Simon en la cena de anoche cuando se lo conté. Le respondí que sí, que esa misma tarde había visto esa melena rizada salir del palacio pero no estaba del todo seguro que fuera Waleria.

Simon me voltea a ver, mandíbula apretada, mirada intimidante.

— Ya lo resuelvo —susurro y bajo los últimos escalones dónde Waleria se halla de pie. Su mirada se dirige de un lado a otro como asustada, e intentando buscar una salida, una excusa; pero es tarde porque yo corto su espacio y quedamos frente a frente antes de que lo logre.

— ¿Wille?

—Sí, Waleria ¿quién más? —respondo.

—¿Qué haces aquí? -inferimos ambos al mismo tiempo.

—Uhm, ésta es mi casa.

Ella sonríe apenada y dirige su mirada a Simon.— Lo sé, me refiero a que no esperaba verte aquí y menos...

—Eso lo tenemos bastante claro —susurra sarcásticamente Simon.

Sus ojos bien abiertos y casi tan pálida como la pintura de las paredes, delataron la sorpresa que sintió al vernos hace apenas unos minutos.

Waleria pareciera no escucharlo y continúa— ...encontrar a Simon aquí, pensé que casi no invitabas a tu casa a nadie.

— Y es así, pero éste palacio es tan suyo —miro a mi novio—como mío.

Simon fracasa al intentar ocultar una risita burlona y agacha la cabeza sonriente.

—¿Qué qué haces aquí? —elevo un mínimo de voz luego de ver que Waleria no se comedirá en darme explicacion alguna.

—Pues, Wille, verás... —juega con sus manos intranquila, luego se detiene y mira por segunda vez a Simon, y de nuevo a mí.- No puedo continuar hasta que él me deje de mirar así, ¿le dices por favor?

—¿Que te mire cómo Waleria? —le contesto irritado.— Nos debes una explicación, así que él te puede mirar así.

— He venido hoy porque he querido entregarle la otra parte del trabajo —se aclara la voz—, de Química a tu mamá.

—¿Qué quieres decir?

—¿Recuerdas que el día Viernes, viniste a mi habitación y habíamos quedado en que te llevarías el portafolio?

—Sí... ¿y?

—Pues que justo Simon nos interrumpió a los dos, tuvieron su escenita y te fuiste sin el portafolio -alza las cejas en su dirección y se cruza de brazos enfrente mío, como si sintiera haber ganado está discusión.

— ¿Disculpa? —le suelto ante lo que acaba de decir.—Simon no interrumpió absolutamente nada, porque ahí adentro no pasó nada. Ten eso claro Waleria. Mi novio no interrumpió nada entre nosotros. —Simon se me acerca.

— ¿Entonces nos estás diciendo que la única razón por la que hoy te encontramos aquí, es porque viniste a dejarle el proyecto a Wille? —pregunta él.- No te creo.

— ¿No me pudiste entregar en la escuela? —infiero, sospechando que si esa era la razón, y no nos mentía del todo, se lo había dejado a mi madre.- ¿Por qué justamente a Kristina?