Con lágrimas en los ojos

154 24 1
                                    


Cuando Minho abre sus ojos la iluminación (que en verdad es escasa) lo ciega, y parpadea hasta acostumbrarse a la luz. Lo primero que nota es el sofá bajo su cuerpo, no sabe en qué momento quedó dormido, de hecho lo único que es capaz de recordar es la compañía de Jisung. E, inmediatamente luego de que el nombre cruzara en su mente, sus pupilas recorren la sala inquietas. Y bastaron sólo unos segundos para captarlo en su campo visual; el menor está a su lado, sentado en el sillón. Entonces nota el silencio pero no es incómodo sino tranquilizador.

Se renueve un poco, acomodándose para terminar sentado, y logrando obtener la atención de Jisung junto a una leve sonrisa.

—Despertaste— es capaz de oír de su boca, ahogando cualquier otro sonido proveniente del exterior que quiera colarse en su sentido auditivo. Desliza su mano hasta rozar la contraria, quiere tomarla pero se avergüenza, no obstante, sólo un segundo después Jisung se encarga de ello; entrelaza sus manos, y el sentimiento de seguridad lo cubre nuevamente. Sin embargo, sabe que en verdad no lo está.

Entonces es capaz de oír el leve repiquetear de las gotas de lluvia en la ventana. Jisung vuelve a hablar, pero Minho no quiere hacerlo, no aún, porque si lo hace sabe que terminará llorando. Y esta jodidamente harto de llorar.

—¿Cómo te sientes?— le pregunta el menor, obteniendo sólo silencio, y sus ojos pican pero no debe llorar, debe mostrar fuerte, debe serlo por Minho. Tampoco le gusta esa innecesaria distancia entre ambos, así que se acerca más a Minho y lo atrae en un abrazo, envolviendo su cuerpo con sus brazos tan fuertemente como puede, dejando todo en esa unión, como si su vida se fuera en ello. Minho descansa su cabeza sobre el torso de Jisung, su cercanía y calidez lo reconforta, entonces le es imposible retener las lágrimas, que mojan la camiseta del menor.

Se decide llorar hasta que acaban todas sus lágrimas, sus sollozos cesan y el silencio vuelve a cubrirlo todo. Minho sabe que debe decir algo, tal vez una explicación, pero no puede; tiene miedo, aunque no sabe exactamente a qué (¿a la muerte? ¿a qué Jisung lo deje?), sin embargo, la sensación sigue estando.

Los minutos aceleran su paso, y su abrazo no se deshace, ambos sienten calidez, comodidad también. Para Minho no hay mejor lugar en el mundo que estar entre los brazos de Jisung.

—Estoy enfermo— Comienza, y en verdad no sabe de donde saca valor. Su voz es débil, casi como un murmullo. No quiere volver a llorar, pero una pequeña lágrima traicionera escapa de sus ojos; escapa en silencio y atrás de ella van otras, que duelen tanto como la primera. —No se cuanto tiempo me queda, no quiero saberlo— Jisung lo abraza aun más fuerte, expresándole con ello demasiado. Y Minho lo acepta, porque comprende ahora que haberlo alejado fue el error más tonto que cometió. Jisung lo ama tanto como el lo hace. —Quiero estar contigo, ¿de acuerdo? Quédate, no me de...— su voz se quiebra y vuelve a sentirse inútil, porque esta actuando de nuevo de forma vulnerable.

—Está bien— dice, aquello logra calmarlo; llega a sus oídos como una dulce melodía, suave y calmada. —No voy a dejarte, y no dejaré que me alejes— y en medio de aquel desastroso llanto Minho sonríe, levantando su rostro para dejar un efímero beso en las comisuras del menor, quien también sonríe en respuesta.












unfading | minsung Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang