ִֶָ 𖥔 ࣪˖ . See you next summer ֺ ָ ֙⋆

𝐈. 𝐒weet 𝐃reams

espero que disfruten el one shot, me esforcé mucho, por eso la tardanza uu.

We'll meet again,
Don't know where, don't know when,
But I know we'll meet again, some sunny day.

Los sueños de _____ siempre eran acompañados de dicha melodía. No recordaba cuándo o en qué sitio la había escuchado, pero, tenía muy presente la letra o la armonía del piano que la acompañaba.

No importaba que soñara, siempre terminaba igual y, por más que intentara, nunca conseguía llegar hasta su origen. A veces eran separadas por una puerta y al abrirla, daba paso a una cegante luz blanca que la hacía despertar.

Sin embargo, en aquella noche de 1855 que amenazaba con recibir una lluvia en cualquier momento, la chica terminaba de alistarse. Un baile había sido anunciado hace ya un par de semanas atrás.

Además de divertirse, muchas madres llevaban a sus hijas para conocer a jóvenes y que tuvieran una vida asegurada en un buen matrimonio. Sin embargo, el propósito de ____ era el de disfrutar una noche. Llegar tan agotada que al dormir no tendría un sueño como los de siempre, o si se daba el caso de que sí, no lo recordaría a la mañana siguiente.

—¡_____! –escuchó la voz de Mabel al otro lado de la puerta—. ¡Pacífica ya llegó!

—¡Enseguida voy!

Tras escuchar los pasos de la castaña alejarse, se dio un último vistazo al espejo y luego de confirmar que todo estaba en orden, salió de su habitación, para reunirse con sus amigos.

• • ┈┈┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈┈┈ • •

A pasos apresurados entraron al gran salón, dejando sus abrigos con los encargados del guardarropa. Un par de gotas de lluvias los habían alcanzado, pero afortunadamente no arruinó la elaborada imagen de las chicas.

_____ miró alrededor. Era la primera vez que asistía a un evento así, pero, al ser invitada por la familia Northwest —dónde la anfitriona se había escapado unos minutos para ir por sus amigos— no dudó un solo segundo en dar el “sí”.

—Por favor, disfruten del baile. –se despidió cierta rubia, perdiéndose entre la cantidad de personas ahí presentes.

—¡Dipper, hay demasiados chicos muy lindos! –el castaño se quejó al ser sujetado por su brazo. Los dígitos de su hermana se enterraron en su piel—. ¡Vayamos a bailar! Tenemos que conocerlos.

—Está bien, está bien. –dijo entre pequeños quejidos, siendo “arrastrado” hasta la pista de baile. Se giró a ver a su amiga—. ¡_____ no tardamos!

La mencionada soltó una pequeña risa, asintiendo a sus palabras.

—¡No te preocupes! Diviértete. –comentó y sin mayor demora, se dirigió a la mesa de bocadillos, tomando un pequeño plato.

Cuando se disponía a tomar algo de la mesa, notó como en su platillo fue depositada una fresa. Tal acción, la hizo alzar la vista, encontrándose con cierto chico de cabellera rubia y una amable sonrisa.

—Debería probar esto. –aconsejó.

—Le agradezco. –le sonrió—. Pero ya he probado las fresas anteriormente.

—Oh, no era mi intención ofenderla. –confesó, haciendo una pequeña reverencia—. Permítame presentarme. –tomó con delicadeza la mano libre de la chica—. Cipher. Bill Cipher.

_____ podría jurar que los ojos ámbar de aquel muchacho se habían iluminado al mencionar su nombre. Sin embargo, decidida a ignorar ese pequeño detalle, devolvió el saludo.

—Un gusto, mi nombre es _____ Birdwhistle.

—Entonces, señorita Birdwhistle, ¿Me concedería está pieza?

—Verá, apenas iba a comer… –intentó excusarse, sin embargo, al notar nuevamente aquel brillo en los orbes ajenos, dejó el plato inmediatamente en su sitio.

No era que quisiera, pero su brazo se había movido por sí solo, al igual que sus piernas al caminar a la pista de baile. La mano derecha de aquel rubio se posó sobre su omóplato y, enseguida la acercó a su cuerpo.

Cuando la música comenzó, aquella pareja inició su compás ternario. Era un vals rápido por naturaleza, pero _____ sentía que aquel chico estaba llevando las cosas a otro nivel.

—Bill, creo que me estoy mareando. –confesó.

El mencionado hizo caso nulo a sus palabras, acercándola un poco más a su cuerpo. Una distancia que se consideraría inmoral e indecente para cualquier presente en aquella fiesta, sin embargo, aquella chica había notado como para el resto de las personas parecían no existir.

No había miradas sobre ellos y estaba segura de haber tropezado con algún invitado más de una vez, no obstante, no hubo quejas. Ni siquiera una sensación de contacto.

—¡Bill! –lo llamó, siendo apegada está vez al cuerpo ajeno.

Sus miradas se conectaron y aquel brillo ámbar nuevamente apareció.

We'll meet again…

Los ojos de _____ expresaron el asombro que sintió. De pronto la música sonó tan lejana, para dar paso a aquella conocida melodía.

—Espere…

—Don't know where, don't know when…

—¡Por el amor de dios, le digo que se detenga! –le gritó.

Sus palabras, nuevamente ignoradas, provocaron que todo alrededor diera vueltas de forma inexplicable. No sabía si era por él como bailaban, ya que la sensación de estarse moviendo había desaparecido, concentrándose únicamente en el rubio, quién le sonreía con clara malicia.

El mareo no tardó en llegar y sus manos, que hasta ahora se habían mantenido aferradas a los brazos de su acompañante, comenzaron a temblar. Su vista se nubló y comenzó a sudar frío.

Aún así, podía distinguir el brillo en los ojos ajenos y su cínica sonrisa. Fue entonces, que optó por abrir sus labios, para musitar:

—But I know we'll meet again, some sunny day...

Y justo en ese momento, se detuvieron en pose dip. La música regresó y pudo poco a poco, notar como todo volvía a la normalidad.

Aquel chico, quién hasta ese momento no le había quitado la vista de encima, le acarició el rostro con cuidado, inclinándose a su oído.

—Te encontré.