Domadora - Wakasa x Lectora

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-"Bueno! Vamos a tener que hacer uno arreglos aquí en el zoológico!" tu padre comentó palmeando la espalda de Wakasa "Me alegra que al menos uno de los empleados haya ayudado a mi pequeña! Y no la haya traicionado de tal manera!"

-"Si, no podía hacerle tal cosa a (T/n)..." respondió mientras era empujado por los hombros por parte del hombre

-"Imagino que ya debes conocer el lugar, sus horarios y reglas! Alguna vez te quedaste alimentando a alguno de estos animales?"

-"Si, dos veces lo hice"

-"Genial! Ya pasaste la parte más traumática" palmeo sus hombros en una sonrisa "Vamos a intentar calmar a estos grandes felinos! Deben estar tristes de no ver a (T/n) como de costumbre y-"

Paró de hablar cuando vio que Wakasa fue arrastrado y alejado de su lado.

-"Shira- no! Sueltame!" Wakasa empezó a decir intentando que la serval lo soltara del pantalón

-"Oh parece que ya les agradas..." el sujeto mencionó viendo como Shira se llevaba a rastras al muchacho "Ya Shira! Suficiente! No te lo vas a llevar para darselo de comer a tus hermanos!" comentó para jalarlo del brazo

Terminó cargando al pobre muchacho, aún con el animal colgando de su pantalón.

El hombre suspiró colocando al chico en su hombro y separando a Shira de él.

-"Te daré una porción extra de comida hoy! Te parece bien linda? Unas buenas gallinas recordetas para que cazes y les des a tus hermanitos, si?" le acarició la cabeza

No muy feliz con el trato, aceptó de todas formas para luego marcharse.

-"Ay, qué haré con esa chica, se quiere comer a todos los empleados! Para ser una de las más pequeñas causa más problemas que los grandes!" suspiró colocando de nuevo a Wakasa en el suelo de pie como si nada

Este hombre...

Es como (T/n) sólo que niveles avanzados-

No pudo evitar pensar en lo similares que eran, tanto en actitud, como en fuerza, y las cicatrices que marcaban sus rostros y cuerpos.

Pero no eran nada parecidos físicamente.

Tal vez se parece a su mamá...

Pensó un momento para luego sacudir su cabeza por estar pensando cosas que no eran importantes.

-"Muy bien, tú sabes que ahora tenemos una nueva bestia, no es así?" tu padre mencionó "Tú, te vas a encargar de llevarte bien con él"

-"Eh?"

-"El leopardo me conoce y seguro ni quiere volver a ver mi cara luego de haberlo dormido para poder llevarnoslo, y mi hijita no está aquí y nadie más está, así que te queda ganarte su confianza, entendido?"

-"Cómo voy a hacer eso??"

-"De alguna manera te ganaste la confianza de algunos animales aquí! Si es que pudiste alimentarlos! Seguro y te será fácil, sólo sé gentil y amable, hazle saber que eres de confianza" le sonrió alborotandole el pelo "Y si tienes miedo o dudas, yo puedo acompañarte"

Esas palabras le hacían sentir como un niño pequeño.

Era gracioso.

A él lo apodan leopardo blanco, siendo un muchacho el cual puede derribar una gran cantidad de hombres.

Pero esto era algo completamente distinto, la fuerza de la cual estaba tan orgulloso que tenía, había sido reducida a nada.

Acostumbraba a las peleas donde lastimaba bastante a sus enemigos, incluso al punto de casi matarlos.

Pero nunca ninguno tuvo la fuerza suficiente de hacerle sentir miedo.

Hasta ahora.

Iba a tener de rival a alguien mucho más fuerte y ágil que él.

Un mismiso leopardo blanco.

Esperaba y poder ganar su confianza.