Los Hidalgo •{One shot}• (En Corrección)

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Artemis Hidalgo

—Entonces, ¿que es lo que más te gusta en el mundo?

—Tu — mire al chico, sus ojos brillaban al igual que los míos — ¿Y la tuya?

—Los días lluviosos, aunque a veces recuerda a los perritos de la calle....y no me gustan, también las personas que viven en la calle, con sus hijos

—Tienes razón — volvió a mirar al cielo — ______

—Umh

—¿Tenemos suerte? Me refiero a nacer en una familia que tenga dinero

—Si.....Cuando sea grande y tenga dinero ,podré un refugio para perros y un lugar para que las personas sin hogar vayan.....en todas las ciudades

—¿Podría estar para verte cumplir tu meta?

—Claro que si — seguí viendo el cielo, aún así tome su mano y las entrelace — También otra de mis cosas favoritas es estar contigo, así .....los dos

Sentí como el Hidalgo mayor apretó el agarre, sin decir nada seguimos viendo las nubes.....y lo hermoso que era el cielo

—¿No?

—No — soltó en una risa y entramos a su habitación

—Eres......

No pude terminar la frase por qué el llanto de Ares llamo nuestra atención ambos salimos de la habitación a prisa, el pelinegro miraba al cuarto de su madre horrorizado, la hoja con puros dieces estaba en el suelo a un lado de el

Artemis dió zancadas grandes hasta llegar donde estaba Ares, cuando miro hacia adentro desde mi lugar pude ver cómo tenso la mandíbula, se adentro al cuarto y los gritos de Sofía por los golpes que mi novio le daba al sujeto se escuchaban alto

Tome al pequeño Ares de la muñeca lo aleje un poco de ahí y me puse a su altura, lo tome de las mejillas Y limpie unas cuantas lágrimas

—Ve a la cosina y dile a la mamá de Claudia que te prepare unos waffles, yo iré contigo más tarde

—¿Me lo prometes?

—Lo prometo — besé su mejilla y el niño corrió escaleras abajo sin mirar al cuarto

—ARTEMIS PARA PORFAVOR LO VAS A MATAR, ARTEMIS — la mujer cubría su cuerpo con la sabana de la cama, me acerque al chico y le hable con calma

—Artemis, para....tu no eres así — el chico no presto atención, siguió golpeando al tipo, tome una de sus manos y este pareció salir del trance, su mirada chico con la mía — Déjalo....no vale la pena

Este lo soltó del cabello inmediatamente y caminamos a su cuarto, yo tras de el para que no regresará y terminara con la furia

Ambos entramos a su cuarto de nuevo, puse el pestillo y entre a su baño rápidamente, busque el botiquín y me puse frente a el remojando el algodón con alcohol para limpiar los nudillos de artemis

—va a doler — no dijo nada, nisiquiera me miró, yo tampoco dije nada y seguí con mi trabajo hasta que termine, guarde todo y vende su mano, nos quedamos sentados en la cama mirando hacia el frente —¿Sabes? Cuando......

—Terminamos

—¿Que?— lo mire rápidamente, este siguió sin verme, su expresión estaba sería y no parecía estar bromeando