i need u ;; lit + tiago.

; d i e z

Todo era su culpa. Todo lo que había pasado era culpa de Mauro y él lo sabía, sabía que Tiago estaba así por su culpa, pero no supo verlo. O tal vez si, y sólo lo ignoraba por la manera en la que rebajaba al menor y lo sentía menos en su vida.
Sabía que todo lo que sufrió y todo lo que estaba pasando era por su culpa y nada más que su maldita culpa.
Ahora se sentía en la mierda por haberse dado cuenta hasta ahora, por ser una mierda de persona y rebajar de tal manera a Tiago, por tratarlo mal y dejarlo así de dañado, por haberlo traicionado.
Mierda, eso era, y él lo sabía y lo aceptaba. Porque él era su mejor amigo, su novio, y lo engañó como si fuera cualquier otra cosa.
Y en ese momento no tenía porque sentirse mal, no tenía que llorar, ni siquiera sentir lástima. No tenía derecho a nada, ni siquiera a reclamar o algo por el estilo; porque él fue el culpable de todo.

─¡ES TODO TU CULPA HIJO DE RE MIL PUTA! ─Gritó Thomas empujando a Mauro mientras las lágrimas caían por sus mejillas. ─, ¿¡ENTENDES LO QUE HICISTE ENFERMO DE MIERDA!? ─Volvió a gritarle en la cara mientras lo agarraba fuerte de la remera, no podía calmar su llanto ni su enojo, tenía que sacar todo el enojo que tenía desde hace mucho escondido por culpa de Lit.

Y Mauro tampoco ponía fuerza de voluntad. Lo único que hacía era mirarlo, porque sabía que se lo merecía. Se merecía eso y mucho más. Se merecía lo peor de este mundo y de todo el universo, se merecía que lo hagan mierda al igual que él hizo con Tiago.
Quería llorar, gritar, romper en llanto en ese mismo momento. Pero no tenía el derecho a eso, no tenía porque llorar, porque sentirse mal; si después de todo lo que Tiago hizo fue su culpa.

─ 30 minutos antes:

Sabía que lo que estaba por hacer no estaba del todo bien y que le haría mal a todo su entorno. Pero él se sentía bien con eso, él sabía que así se iba a aliviar de todo, que iba a sentir paz y que se iba a alejar de las voces que viajaban en su mente de acá para allá, gritando todo el tiempo lo mierda que era y lo mal que la estaba pasando. Que así iba a caer de una vez por todas a aquel pozo oscuro, vacío y sin vida al que había entrado hace meses, e iba a estar más tranquilo.

Pidió perdón a todo lo que se le ocurrió.
La imagen de su madre y su hermana pasaba por su mente, pero ni siquiera ellas lo hicieron detener de aquel pensamiento, ya no encontraba vuelta atrás, ya se sentía totalmente perdido y en la mierda.

"Perdón má"

Un corte.

"Perdón Ambar"

Otro corte.

"Perdón Thomi"

Otro corte más.

"Perdón gente"

Un corte más se dibujó en su antebrazo.

"Y perdón Mau"

Otro corte mucho más profundo se trazó cerca de su muñeca en forma vertical, haciendo que la sangre brote con más brutalidad de su brazo.

No había vuelta atrás, lo sabía.

Miró su brazo el cual ya estaba totalmente dibujado por aquellas líneas rojas en forma vertical y horizontal por toda la longitud de este.
El líquido rojo caía y escurria de su brazo muy rápido, al igual que las lágrimas en sus ojos.

Sus manos temblaban, sus piernas parecían flaquear en cualquier momento, su brazo dolía demasiado, y su vista ya estaba más nublada que antes; a penas y podía visualizar su imagen a través del reflejo del espejo que tenía frente a él.
Soltó la navaja al perder fuerza en sus dedos; y con la poca que le quedaba abrió el frasco que tenía enfrente.

Y así una pastilla entró en su boca.

Y otra.

Una tercera también.

Cuarta, quinta, sexta, séptima y así siguió hasta terminarse aquel frasco de pastillas que ni siquiera sabía que era.

Sintió el dolor calmar y su vista perderse en una total oscuridad; los sonidos provenientes de fuera del baño apagarse, y su cuerpo caer por completo al suelo.

Lo había logrado. Había logrado llegar a aquella paz que quería. Había logrado caerse a lo más profundo del pozo y quedarse ahí completamente sólo y tranquilo.

[...]

─¡POR TU CULPA MI MEJOR AMIGO ESTÁ MUERTO HIJO DE RE MIL PUTA! ─Volvió a gritar mientras empujaba a Mauro nuevamente. No podía parar de llorar, rompía en llanto cada vez que recordaba la imagen de Tiago en aquel baño totalmente inconciente.
Quería ahorcarlo con sus propias manos ahí mismo, Mauro merecía que le hagan lo mismo que él le hizo a Tiago durante meses interminables.

Y Mauro lo sabía. Sabía que se merecía todo eso y más también.

─Thomi, Thomi calmate por el amor de Dios ─Trató de calmar Mari quien a penas podía articular una palabra de lo angustiada que se sentía por toda la situación de mierda que estaban pasando.

─No María, no me puedo calmar ─Respondió mirando a su novia, no podía parar de llorar ni tampoco calmar la bronca que tenía. ─, Por la culpa de este hijo de re mil puta ─Señaló a Mauro ─Mi mejor amigo esta muerto, ¿Y querés que me calme?

Ya no aguantaba todo lo que Thomas le estaba diciendo. Si, tenía razón, él tenía toda la culpa; pero igual le dolía todo eso.
Le dolía haber lastimado a Tiago así. Le dolía no haberse dado cuenta lo que hacía. Le dolía lo mierda de persona que era. Le dolía que Tiago se mató por su culpa.
Se alejó de ahí, no quería aguantar los gritos de Thomas. Si era posible quería desaparecer y que lo maten por ahí, le chupaba un huevo que eran como las doce de la noche y no había nadie por ahí, él solamente quería sufrir igual o peor de lo que Tiago sufrió por su culpa.
Era mejor si sufría peor, porque se lo merecía.

─Perdón Tiago... me necesitabas y fui la peor mierda en este mundo. Te traté como un gil, perdoname gotti. ─Susurró Lit llorando mientras se sentaba en el pasto de lo que parecía ser un parque.

─Vos me amabas, y yo no lo valoré. Vos dabas todo por mi, y yo no me daba cuenta. Perdón amigo, perdón novio, perdón Tiago...

Fin.