UkIta

2.8K 204 26
                                    

Dedicado a Kagami-Anne por elegir esta pareja que hace días me tiene enamorada y nadie me la apoyaba u.u

\(^0^)/

Era solo un niño, rechazado por la sociedad al ser "diferente" a los demás. Es cierto era distinto, tenía el cabello rubio y los ojos verdes, al igual que una pobladas -pero adorables- cejas. Sufría en ese mundo de personas con cabello castaño, sufría demaciado.

Un día decidio escapar, se adentro en un bosque, y se perdio, nunca más volvio.

Allí se quedo, allí se crio junto a los lobos, allí encontro una familia que lo cuido, a pesar de ser totalmente diferente.

Ahora vestía pieles de lobos que fallecían y su "familia" le regalaba.

En un par de años se volvio una leyenda, conocida por todos los habitates del sector, ya nadie se acercaba al bosque, por temos de ser atacados por ese HombreLobo.

Pero él no le tenía miedo, queria conocerlo. Él era Feliciano, de cabello castaño y ojos miel, un chico adorable y querido por todos sus conocidos, era un chico muy curioso, por lo que un día, mientras nadie lo veía escapó y tomo rumbo al bosque de la leyenda.

Se adentró en el, y para no perderce fue marcando cada árbol con tisa blanca, así llego al centro del bosque, como también llegó la noche, decidio volver, siguiendo las marcas. Pero escucho un ruido y una mirada, se giro.

Inmediatamente callo al suelo, con algo sobre él, aún sin abrir los ojos, temio de que fuera un lobo. Abrio lentamente los ojos encontrando, exactamente una cabeza de lobo, pero debajo de ella vio una boca, una boca humana. Proceso más al ser que estaba arriba de él aprovechando de que el ser no atacaba, miro las manos de otro, y el curpo cubierto en pieles, era un humano... pero a la vez un lobo... era... era...

  -  Hombre... Lobo -susurró felizmente Feliciano.

El castaño se levantó haciendo caer al otro, el cual inmediatamente se puso en pocisión para atacar, Feliciano lo observó, tenía tantas cosas que quería decirle, pero el otro no le entendería.

Mientras el HombreLobo se aburria de lo tranquilo que estaba su "presa" decidio dejarlo ir, se dio la vuelta dispuesto a irse...

  -  Hey! Espera -la dulce voz de castaño lo detuvo, lo miro- ve~¿puedes hablar mi idioma? -el HombreLobo lo miro confuzo- ¿entiendes lo que te digo? ve~ -se acercó y lo olorozó- ve~parece que no... me llamo Feliciano -dijo el castaño.

  -  Fe... -susurro el HombreLobo- Fe...li...

  -  PUEDES HABLAR -exclamó contento el de ojos miel.

El HombreLobo gardo silencio y se alejó un poco. Ese idioma recordaba haberlo escuchado, haberlo hablado, pero no recordaba como era, solo recordaba una cosa, que -según él- podia decir en ese extraño idioma.

  -  Ar...thur -dijo.

  -  ¿Arthur? ¿te llamas Arthur? -el HombreLobo asintío- puedo... quitarte... eso...

Feliciano se acercó y trato de sacarle la piel que cubria el rostro del HombreLobo, este atemorizado escapó, dejando a un descorcetado pero aún curioso castaño

Así pasaron dos años. Todos los domingos Feliciano iba al bosque y hablaba con Arthur, este aún no dejaba que el otro mirada su rostro, en el fondo aún tenía miedo a que al ver el cabello rubio y los ojos verdes lo dejara, lo rechazara, lo olvidara, como todos hicieron con él.

Pero llego el día en que el pueblado se dio cuenta de estos encuentros, y temian que ese HombreLobo le hiciera daño a Feliciano. Ese Domingo el castaño volvio a ir, pero al llegar vio como el cuerpo de Arthur era atravezado por una lanza, grito aterrado, escucho como la gente del publo que estaba presente le consolaba diciendo que "era por su propio bien"

Feliciano corrio, corrio tan rapido como pudo, lo más lejos posible, se perdio, no regreso y nunca más se supo de él.

Cerró el libro al ver como ambos niños dormian, sonrio.

  -  Felicia, ya es tarde -dijo una voz desde la puerta de la habitación donde se encontraba- vete a dormir.

  -  si... -salio del lugar y se acercó a la dueña de la voz- ve~ Alice ¿crees que las personas podemos volver a renacer?

  -  ¿a que viene eso? -preguntó la otra.

  -  realmente a nada...

La habitanción donde estaban ambos niños, uno rubio y otro castaño, se ilumino por la luz de la luna. Sus sobras no eran la de ellos, la sobra de chico Rubio dejaba ver a un HombreLobo y la del castaño a un joven.

Tras la muerte de ambos, la naturaleza decidio darles una nueva vida, una en donde ambos serian felices, donde el final fuera que estuvieran juntos.

One-Shot de Hetalia.Where stories live. Discover now