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- Aidan! - le saludo con un abrazo.

Él entra a la casa y le llevó a la sala de estar, donde se encuentra Jonathan.

- soy Jonathan, un placer.

- yo soy Aidan, encantado de conocerte - mientras estrechan la mano en forma de saludo.

- bien, vamos a mi habitación - digo.

Al llegar a la habitación me siento junto a Aidan en mi cama y él habla.

- sé que es difícil pero tanto como para compartir piso?

- que ocurre?

- buscas un piso por internet y aceptas cómo si nada, ahora me invitas y apareces compartiendo casa con uno.

- tres, una chica y dos chicos, ya te lo dije y los tres son hermanos. No veo el problema.

- me preocupa que te hagan algo - mientras me abraza, luego se separa.

- Aidan te entiendo pero son muy amables, confía en ellos.

- olvidé una cosa, debo irme.

Y él se va como si nada, con expresión seria y algo enfadado. Estoy aguantando todo para la noche.

Ya he cenado y lavado mis dientes, estoy en la cama con la puerta de la habitación cerrada y solo hay una lucecita que alumbra. Se supone que todos duermen así que yo lloro, me desahogo llorando.

Soporté la muerte de mis padres, Mark también murió, Ramón no quiso hablar conmigo, Axel en la cárcel de menores y Aidan... Siendo Aidan.

En el momento más liberador se abre la puerta y entra una chica, Ayla.

- hey no llores, no te conozco y no se el motivo de este estado pero no te preocupes.

Ella se sienta en mi cama y me abraza.

- creí que era alguno de mis hermanos el que lloraba. Si necesitas algo avísame, puedo ser la más pequeña de la casa pero soy muy lista y entiendo muchas cosas.

No dudé en decirle todo. Lo de mis padres muertos, mis amigos, mi estado, etc. Ayla me escuchaba atentamente.

- es normal que estés así, has pasado por mucho. Yo también perdí a mi padre en un accidente, acto seguido mi madre se marchó una noche a otra ciudad y perdimos el contacto - me dice.

Cuando ella se va de la habitación yo estoy más tranquila y relajada pero no consigo volverme a dormir. Escucho a alguien entrar a la casa por la puerta principal, yo enciendo una linterna para no molestar a los que están dormidos y voy a ver quién es.

Miro la entrada pero no hay nadie. De repente me agarran la cintura por atrás mientras con la mano izquierda tapa mi boca. Inmoviliza mi cabeza y tampoco me deja hablar ni caminar.

Segundos después me quita su mano de mi boca y me deja girarme.

- ¡Jackson me asustaste!

- perdona, que nadie se entere que llego ahora... Será nuestro secreto.

- sólo si me explicas que hacías.

- quedé con unos amigos - él recuerda que todavía me agarra de la cintura y me suelta nervioso. Luego se va a su habitación.

Le escucho hablar con alguien por teléfono y espero a que termine. Una vez que finaliza la llamada entro a su habitación, él está tumbado en su cama, tapado con una manta y mirando el móvil, al sentir mi presencia gira su cabeza para mirarme a los ojos.

- que necesitas?

- no puedo dormir - digo apenada mirando al suelo.

- cuando Jonathan no puede dormir viene y se duerme conmigo, le da tranquilidad - dice haciendo un sitio a su lado.

- eres el mejor - añado mientras me tumbo a su lado.

A la mañana siguiente me despierto en la cama de Jackson, pero él no está. Voy a la cocina y veo a todos hablando mientras preparan el desayuno. Cuando digo todos me refiero también a Aidan.

- buenos días bella durmiente - dice Aidan besando mi frente de forma amorosa.

- que haces aquí? - digo sonriendo.

- te tengo una sorpresa, desayuna tranquila y prepárate para una cita.

Jackson preparó el desayuno para todos, luego me vestí con unos pantalones largos negros y una sudadera, me peiné con una coleta alta y bajo con Aidan.

Llegamos a Nueva York, hay mucha gente, los edificios con gigantes y es cómo en las películas. Aidan aparca la moto y damos un largo paseo.

Tras un largo día me doy una ducha y voy a cenar, ahí me encuentro a los tres hermanos.

- cómo te fué la cita? - pregunta Ayla.

- muy bien, dimos un paseo por Nueva York, me llevó a comer con sus padres que en realidad son muy amables y me quedé un rato con él en su casa.

- ojalá tener algún día un novio así.

- sobre mi cadáver hermanita, ellos solo sirven para romper corazones - interrumpe Jackson.

- y tú cómo lo sabes? - digo.

- soy un chico y sé que somos idiotas con chicas, las desperdiciamos y no las valoramos lo suficiente.

- has tenido novia? - digo.

- tres, la que más duró fué hace un año y estuvimos diez meses.

- ¡claro que no! Sólo duraron dos semanas - le corrige Jonathan riendo.

- al menos tuve novia - responde Jackson.

Se pelearon de broma durante unos dos minutos y medio, acabaron rápido porque Ayla les detuvo. Ella habla con autoridad y aparenta más edad de la que tiene.

- no os enfadéis, ahora ninguno tiene novia - dice riendo.

- tú tampoco - añado, ellos me miran extrañados a lo que digo - sólo quería decir algo, no quería ser la única callada.



















Que os parece la historia?

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Paraíso Verde (aidan gallagher) Where stories live. Discover now