Capítulo 32

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Melody Hall:

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Melody Hall:

Me arrojó sobre la cama y espero a que Camily termine de arreglarse, pensé que tendríamos que ir con una vestimenta específica al festival de Luna, pues es su Diosa o algo así, pero no, vamos normal.

Ya me imaginaba con una túnica.

—Creo que le hace falta algo ¿Tu que crees? —cuestiona observándose en el espejo.

La miró detalladamente y asiento.

—Creo que le hace falta un chalequito —agregó

Camily viste un pantalón de mezclilla azul, una camisa manga larga color café y botines; yo voy con una sudadera tejida color rosa pálido y jeans negros.

—Tienes razón ¿Me haces un favor? —asiento levantándome de la cama. —ve a la habitación donde se quedó Ethan, en el clóset hay uno, me lo traes, por favor; es que todavía tengo que hacerme una trenza —pide señalando su cabeza, ella aún tiene el cabello mojado y enredado.

Yo no me molesto en hacerme algo en el cabello ya que llevaré un gorro, es una buena estrategia cuando no me quiero peinar.

Salgo de la habitación y me dirijo a donde se encuentra Connor, toco la puerta varias veces hasta que escucho el característico " adelante" de parte de Ethan.

¿Y Connor?

—Permiso —digo adentrándome en la habitación —Camily me envió por algo —digo señalando el ropero.

—Claro —responde sin levantar la vista del celular.

Abro las puertas del ropero y me dedico a buscar con la mirada el chaleco, no se porque, pero casi solo hay ropa para frío; me detengo cuando casi al final encuentro lo que busco, lo tomó y sonrió dándome la vuelta en mi lugar.

Me ahogo con mi propia saliva al voltear y ver a Connor parado en el marco de la puerta del baño, solo con una toalla rodeando se cintura.

¡Virgen Santísima!

Al menos avísenme para preparar mi cerebro para tremenda imagen.

Vamos Melody, mira su cara, no bajes la vista de su rostro.

Bajo levemente la mirada admirando su torso, donde varias gotas se deslizan sobre su bronceada piel, que envidia.

El frunce el ceño al verme en la habitación, pero luego sonríe levantando una ceja.

—Ehh, bueno, yo solo vine por... por algo, ya.. ya me iba —tartamudeo nerviosa  apretando el chalequito a mi pecho y saliendo con rapidez.

Suelto el aire que estaba conteniendo  tras la puerta y escucho una carcajada masculina, que no se a quien pertenece; me apresuro a llegar a la habitación donde se encuentra Camily.

—Aquí esta —digo dándole el chaleco —casi vi a Connor desnudo por tu culpa  —digo negando, Camily me voltea a ver frunciendo el ceño y luego comienza a reír.

La melodia del betaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora