Memorias de invierno

bésame está noche, como si fuese morir

Quizá me puse un poco emocional o quizá me dejé llevar por el ambiente, he pasado unas noches imaginando cómo será ese momento, abrazando mi almohada pretendiendo que eres tú, porque de repente eres todo lo que quiero?

Solía pensar que el amor era una de esas cosas a las que le llamas fácil, pero no podía estar más equivocado porque a veces quisiera saber lo que piensas pero en cambio tenía que leer tus ojos, y como me mienten.

Estábamos en nuestro mejor momentos, dos almas en llamas, ardiendo en la ilusión de ser joven.

Habían pasado unas semanas, dos meses para ser exactos, y éramos tan unidos, no había nada más, recuerdo el día que conocí a tu madre y que  me contaste la historia de como tú padre los dejo cuando tenías 4 años, fue algo que me dejó sin aliento, éramos buenos amigos, solamente eso puedo decir, hacíamos todas esa cosas que hacen los buenos amigos como salir a caminar, hablar sobre películas y libros, ir al parque ya sabes, pero ¿Pueden los amigos besarse?

Era una noche de septiembre en tu tejado, le había dicho a mis padres que vería unas películas con amigos pero fui a tu casa, estábamos sentados mirando las estrellas mientras hablabamos de lo miserable que eran nuestras vidas, aún tengo escalofríos que recorren mi piel, dijiste tantas cosas....
Sabías que dentro de ti habías dado todo para ser mejor cada día, una mejor persona, un ejemplo a seguir, un orgullo para tu madre, pero parecía que solo estabas hundiendote cada día más, era como si hubieses pasado años de entrenamiento para ser salvavidas, pero terminaste ahogandote por intentar salvar a los demás porque algunas veces tienes que aprender a soltar personas porque o llegas a la orilla o te hundes con ellas, habían heridas en ti que aún no habían sanado, tu padre los dejo a ti y a tu madre cuando tenías 4 años, y creciste sin el amor de un padre, que te cargará en sus hombros y te hiciera creer que eras gigante, que te hiciera sentir seguridad, que te defendiera de los monstruos que vivían debajo de tu cama.

Por un momento miraste hacia el cielo y dijiste:

"Mi padre nos abandonó cuando tenía 4 años, a veces me pregunto si alguna vez piensa en mi, pero otras veces jamás quisiera que me conociera tengo miedo de que vea en lo que me convertí, porque pude haber sido mejor, pude haber llegado aún más lejos, y así demostrarle que no soy igual que él y que me juzgo mal, porque fui capaz de soportar cada día de los padres ir al colegio con mi mamá cuando el pudo haber estado allí, y quedarme en una silla viendo a los demás abrazando a su papá, mientras que mi mamá me hacía reír, me hacía querer ignorar que algo faltaba, mientras muchas noches ví a mi mamá llorando por su partida, mientras ella trabajaba el doble solo por que no me faltara nada, tuve que aprender por mi cuenta muchas cosas de la vida, por mucho tiempo me preguntaba que era tener un hogar, y puedo decir que mi madre es una mujer ejemplar porque ha sido todo para mí, y se que no todo es perfecto pero lo intenta, y da todo de si para que todo esté bien, eventualmente ya es como si no me importara pero algunas veces pienso en como hubiera sido mi vida si fuera estado el allí, no lo sé, quizá sea algo que nunca sepa"

Lágrimas de tus ojos comenzaron a brotar, y sabes que no soy bueno con esas cosas, así que lo único que pensé fue darte un abrazo fuerte, y luego de unos segundos me volví, y estábamos frente a frente a frente bajo la luna por un instante me volví polvo estelar, como si un meteorito estuviera a punto de impactar, todas las constelaciones me mienten está noche, ya no se en quién confiar.

Solo en mi mente me dije ¿estás listo para esto?

Porque las estrellas chocan entre ellas, una explosión nevular, meteoritos caen e incendian la ciudad, todo era una catástrofe, pero solo quería besarte como si esa noche fuera a morir.

Y así mis labios terminaron con los tuyos, no sabía cómo era que había pasado, solo sabía que no quería que fuera a terminar. Pero luego de eso, todo se volvió un poco tenso ¿Que acababa de pasar?
No sabía si correr, o fingir como si nada, hasta que comenzaste a hacer risitas nerviosas y tus palabras fueron:

"Tontito, besame como si está noche fuera a morir"