Capítulo 10 Desafiando

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Tras la intervención del matrimonio tétrico, todo comenzó a marchar intensamente para Katana y Byacuya. La última discusión creo una atmósfera incómoda, puesto que, el hombre que la secuestró, dio con ella y su marido. Aquella incomodidad hizo que las acusaciones de infedilidad del Uchiha hacia con su bella esposa, aumentarán a comentarios crueles para que se sintiera una mierda de mujer. Katana no estaba para aguantar los insultos de su marido, así que optó por ignorarlo como de costumbre, asimismo tomó las últimas palabras de Tobirama en serio, e intento encontrar la manera de advertir sobre lo peligroso que aún era Tobirama, omitiendo que la mantuvo cautiva. Sin embargo, aquellas advertencias causaron malos entendidos por parte de Byacuya, que llegó a pensar lo peor de Katana con aquel inteligente y letal shinobi.

Mientras aún no sabía quién había sido, extrañamente, al día siguiente, Byacuya fue removido del punto de vigilancia cinco al punto ocho. Tobirama, se hacía cargo del punto ocho y de otros cinco puntos. Otra vez se puso nervioso al saber que sería vigilado por un shinobi de la talla del segundo líder al mando del clan Senju. La última vez que lo vio de frente tan cerca de él, no pudo controlar sus nervios, puesto que aquel shinobi de ojos rojizos lo miró burlonamente.

Byacuya mantuvo la boca cerrada acerca de lo que sucedió por la madrugada. No mencionó nada a sus camaradas y familiares cercanos. Suponía que había sido uno de los suyos que intervino, extraño ya que nadie lo hacía por orden de Madara y Katana. En ese momento no pasó por su cabeza que hubiese sido ni más ni menos Tobirama.

Dejando a un lado lo sucedido por la madrugada, se trasladó hasta el punto ocho donde ya lo esperaba Senju Tobirama con una vibra hostil. Lo supo enseguida hicieron contacto visual. Tobirama hizo lo posible para trasladar a Byacuya.

En la próxima do semana, el Uchiha, se dio cuenta de algo, el Senju mostraba poca tolerancia hacia con él, a diferencia de los demás Uchiha a su cargo.

Al principio no entendía el porqué de aquel comportamiento hasta que los dos se encontraron solos y lejos de la aldea en construcción. Cuando Byacuya vio al lobo blanco detrás de él, su piel erizo a raíz de aquella vibra hostil.

Por otro lado, Tobirama escrutó a la competencia llegando a la conclusión que no era agresivo o arrogante, de hecho era conservado y calmado, un shinobi no tan destacados del clan Uchiha. También notó que el de facciones delicadas no mencionaba que estuviera casado con una de las kunoichis más hermosas de su linaje, y tampoco los demás Uchiha lo hacían.

Fácil podía deshacerse de Byacuya, pero lo difícil era no levantar sospechas.

Tobirama caminó alrededor de Byacuya para que se pusiera más nervioso de lo que estaba. Lo miró como de costumbre, burlonamente, mientras daba una orden.

—A tres kilómetros hay un campo olvidado de minas donde debes ir por orden mío. Los otros dos están ocupados haciendo redondeó, mientras tú estás aquí esperando la emboscada que no llegará. —Tobirama se puso serio y detuvo sus pasos enfrente del Uchiha. —En ese campo minado debes buscar rastros del supuesto clan que se acerco a la aldea, pero por una razón no confirmada se devolvió. Ve, has tu trabajo y regresa conmigo a levantar el reporte.

Hasta entonces Byacuya no había cruzado palabras con Tobirama, así que se solo asintió con la cabeza y comenzó a caminar hacia la dirección que debía ir, no obstante, fue detenido nuevamente por un comentario que hizo el lobo blanco.

—Espero no bebas alcohol cuando estés ahí. Cualquier mal paso encenderá las minas. No quiero darle la mala noticia sobre tu muerte a Uchiha Katana.

Nunca mencionó a Katana en presencia de Tobirama, nunca lo hacía. Katana tenía una mala reputación dentro del clan Uchiha, pues era señalada como la culpable de aquella maldición que sumergió en la lujuria a todo el clan, sin embargo, tenían reglas que seguir como no mencionar nada al respecto sobre aquellos meses. Byacuya tampoco se sentía orgulloso por la esposa que tenía, sino vergüenza por ello hasta entonces no ha mencionado nada que lo vincule a ella. ¿Quién le diría a Tobirama sobre eso? ¿O él lo supo por boca de la misma Katana o Madara? Su bella y engañosa esposa no ha salido de aquella tienda desde que llegaron a la aldea, ha dicho estar enferma todo este tiempo, ¿entonces quién mencionó ello a este shinobi con vibra hostil?

Los Pantanos De Las Anacondas (TERMINADA/SIN CORREGIR)Where stories live. Discover now