El AMIGO DE PAPI - ADAPTACIÓN

Chapter 2

Una semana después, Jaemin quería tener nuevas clases al instante, pero al ver a su padre no lo creía tanto. Se había besado con su mejor amigo, eso estaba mal, muy mal por donde lo viese.

Su padre le miraba con orgullo y cariño, Jaemin no tenía cara para decirle la verdad en la vida, por lo que moriría y llevaría a la tumba ese secreto.

-¿Qué tal tu día, amor? -preguntó su padre, Jaemin tomó un sorbo de zumo para ganar un poco de tiempo para decir alguna buena excusa.

-Bien, salí con Jungwoo y los demás. -Ladeó la cabeza de un lado a otro para luego escuchar el timbre sonar, era él. Su padre notó la inmensa sonrisa de Jaemin.

-Muy contento ¿no? -Jaemin asintió. -Me parece muy bien. Me gusta verte feliz.-Le sonrió.

El mayordomo pasó y ambos se giraron para mirarlo. -El Sr. Lee está aquí-presentó. Jaemin agrandó su sonrisa.

-Hágalo pasar, por favor-ordenó su padre amablemente.

-Ya estoy aquí-respondió Jeno, ingresando al comedor. A Jaemin le brillaron los ojos al verlo con su impecable traje gris, su corbata negra a juego y su inmaculada camisa blanca estirándose bajo el pecho tonificado. Su cabello rubio platino peinado hacia arriba, ondulándose al final, dejando ver algunos cabellos rebeldes salir pero dándole un toque elegante. Su colonia inundo sus fosas nasales y cuando enseño los dientes en una perfecta sonrisa, Jaemin observó su marcada mandíbula fina, su hermosa piel pálida jugar con sus atractivos ojos cafés que al sonreír se convertían en media lunas.

Jaemin nunca se fijó en lo atractivo que era Lee Jeno. Tal vez por acostumbrarse a verlo a diario.

-Buenos días-casi gritó Jaemin. La humillación valió la pena al ver la sonrisa del millón cruzar el rostro del atrayente hombre de negocios.

-Buenos días, pequeño-Jeno se acercó hasta él besándole la coronilla. Jaemin sostuvo un gemido al sentirse rodeado por él. Jeno se apartó yendo hasta su padre que se levantó para recibirlo en un amistoso abrazo que le recordó su situación.

El amigo de papi. Se recordó.

-Buenos días Jeno, hoy veo bien a todos-comentó volviéndose a sentar, extendiendo su brazo señaló la silla contigua a la de Jaemin. -Por favor-pidió.

-Buenos días para ti también Siwon. El viernes llegué y no te encontré en casa-comentó casualmente. Descansó los codos en la mesa y unió sus finos dedos, sosteniendo allí su mandíbula.

iOh dios, ese maldito día! Pensó Jaemin totalmente sonrojado y acalorado.

- ¿Qué sucede Jaemin? Te has puesto rojo como si fueras a desmayarte. ¿Estás enfermo? ¿Tienes fiebre? -tiró una fila de preguntas, preocupado por su salud.

-¿No deseas refrescarte? Puedes tomar un baño o bien nadar en la piscina -sugirió su padre. El asintió.

-¿No deseas refrescarte? Puedes tomar un baño o bien nadar en la piscina -sugirió su padre. El asintió.

-¡Iré a nadar!

Gimió siendo completamente irracional. Ahora ni siquiera podía ver a Jeno, todo lo que hacía le ponía y no sabía por qué. Jamás le había sucedido esto y no puede entenderlo. Flotando en el agua, pensaba duramente, su cabeza ya le dolía de tanto hacerlo.

-¿Jaemin? -escuchó que le llamaban. Mirando sobre su hombro, observó a Jeno viéndole desde la orilla.

-Hola-saludó llegando a las escaleras, pero sin escalarlas solo flotando.

Jeno mantenía sus manos en los bolsillos, sonriendo.

-Tu padre me dejó cargo de ti, salió por unos asuntos de la empresa y volverá tarde -explicó acercándose a Jaemin.-Quizás a la madrugada-volvió a decir sin borrar esa sonrisa que le hipnotizaba-.¿Quieres seguir con los consejos? Aprovechemos sabiamente el tiempo -dijo sin rodeos.