UNICO.

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Era tan increible como su vida habia cambiado tan repentinamente, lo sentia casi como si fuera una pelicula que pasaba sobre sus propios ojos y el siendo el director de esta

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Era tan increible como su vida habia cambiado tan repentinamente, lo sentia casi como si fuera una pelicula que pasaba sobre sus propios ojos y el siendo el director de esta.

Y la verdad es que si resultaba de esa forma.

Era tan gracioso como su corazón paso de gustarle el castaño al pelirrojo, como este fuerte color se apodero de el lentamente y negar que no le hubiera gustado hundirse en aquel mar rojo seria mentir. Si tan solo hubiera tenido más tiempo, solo un poco más.

—Patetico. —Se susurro a el mismo depronto, sintiendo aquella frustracion volver a crecer en su pecho.

El gran Steve Rogers, el Capitan America ahora mismo se decia a si mismo patetico...era lo más impresionante del momento. Pero debia ser justo, las horas corrian pero siempre tuvo tiempo para decirle a su compañera lo que sentia, solo que no supo como expresarse y se arrepentia por eso ahora ella estaba...durmiendo, ese termino le hacia calmar el dolor de su mente y corazón.

Habian derrotado a Thanos y a todo su ejercito, las piedras del infinito habian sido devueltas a su tiempo y Tony le habia propuesto regresar a su era.

¿Regresar a su era? Eso sonaba tan tentador, desde el principio se habia sentido un poco fuera de lugar y le gustaria hacer cosas que quedaron pendientes...pero ¿Como le dices a una persona que ya no sientes lo mismo por que ahora estas enamorado de alguien más? Ese era el dilema, el siempre habia sido sincero con cada palabra que salia de su boca y sabia lo que debia de hacer en muchos momentos, pero este no era el suyo, no queria ver los ojos cristalinos de su castaña favorita y como su corazón se desmoronaba justo como el propio. No lo soportaria.

Necesitaba despejarse un poco, por eso ahora caminaba sin ningun rumbo entre las calles desoladas, viendo como la nieve caia delicadamente y le acariciaba el rostro repetidas veces. No podria mentir, se sentia sofocado, necesitaba correr y gritar hasta que su garganta ardiera, hasta el punto de quedarse sin voz alguna.

No supo como sus pies lo guiaron hasta ella, pero depronto sus ojos no dejaban de ver la letra que poseia la piedra.

"NATASHA ROMANOFF"

Y en ese momento, dejo caer aquel escudo que tantos años lo acompaño, se tiro en la nieve dejando que las lagrimas empaparan su rostro y sollozos se escucharon. Las pocas personas miraban con una profundo dolor a ese hombre de cabellos dorados, sentian lo roto que se encontraba y se suponia que hoy era un mes en donde la felicidad hinunda cada espacio del mundo, navidad y el...el se encontraba llorandole a su amada, la cual jamas supo lo que provocaba en el corazón del soldado.

—¿Es muy tarde para decir te amo? —Susurro al viento sabiendo que no tendria respuesta alguna— Por que si Nat, te amo.

PASADO.

Steve no supo como fue que se arrastro a eso, el era un hombre ejemplar y sabia cuanto alcohol soportaba su cuerpo, pero la sola mencion de la pelirroja hizo que tomara toda la botella y se la terminara de un solo trago. Por eso ahora estaba caminando de nuevo al lugar en donde vivia, bajo la lluvia de nieve, escuchaba a lo lejos las canciones navideñas, veia luces y arboles con muchos adornos, realmente le encantaba la navidad en este tiempo.

🍙 % : MIL HORAS !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora