Capítulo 19

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(Everything Has Changed — Taylor Swift, Ed Sheeran)  Adoro esta canción para la escena.  

¡Últmo cap antes del maratón de capítulos!  Feliz Navidad a todos. Os quiero, xx

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Temprano, me levanté de la cama tras comprobar que Alarick seguía roncando. Avisé en el trabajo de que no podría asistir y por primera vez fui egoísta. Y mala. No quería ni me apetecía. Le dije que me encontraba mal y que trabajaría desde casa ese día. En parte era cierto. Tomaría prestado el portátil de Alarick y avanzaría.

Fui a prepararme café y me senté a ver la televisión un rato. Cuando logré despertar totalmente, me levanté y fui a echarle un vistazo.

Solté una pequeña risa, viéndole completamente dormido. Revisé la hora y ya eran ya casi las once de la mañana. Ayer no apareció tarde, pero con todo lo que bebió, no era de extrañar que no pudiera ni levantarse.

Mi móvil sonó. Lo revisé y vi un mensaje de Frank.


FRANK:

Hey, hace semanas que no sé de ti. Voy a estar por tu zona, ¿Podemos vernos esta noche?


Dudé en si responder o no. De hecho, vi el mensaje desde el panel de notificaciones. Me llevé el móvil a los labios, pensando en qué hacer. Él estaba intentando arreglar las cosas, pero no estaba segura de si yo quería eso. No obstante, recordé que estaba en ese momento en el que estaba dándole oportunidades a mis pretendientes, así que, en un impulso, le respondí:


NED:

Hora y lugar.

Apreté los labios, escondiendo una sonrisilla. Vale, quizá Frank siempre había sido un poco mi punto débil y, al fin y al cabo, fuimos felices incluso si nada llegásemos a ser en un pasado. Y tampoco acababa de comprometerme a nada. Tan sólo sería una cita, dos viejos amigos tomando algo. Sí.

Me respondió al minuto.


FRANK:

Vengo a recogerte a las ocho.


Mordí mi labio inferior tras leer la respuesta.

Unos gruñidos me sacaron de ese pequeño trance y parpadeé. Me levanté del sofá y fui hasta su habitación. Ahí comprobé esos gruñidos: Alarick estaba revolviéndose en la cama,

Me apoyé en el marco de la puerta cruzada de brazos, observando su despertar; como si de un espectáculo se tratase.

—Buenos días —acabé diciendo. Él intentó girarse, resoplando a la par que gruñía.

—¿Nedra? —cuestionó. Logró darse la vuelta. Me miró, pero acto seguido se dejó caer de nuevo en la cama, resoplando una vez más.

Reí y me dirigí hacia él.

—Menuda noche, Rick —me burlé.

Me senté a su lado en la cama.

—¿Qué hora es? —preguntó con la voz ronca.

—Las diez y doce minutos —anuncié.

Se incorporó de la nada, asustado.

—¡Tengo que llevarte al trabajo!

UN TRATO Y POCO AMOR ✔ [ ¡¡EN PAPEL!!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora