"Estaba tan acostumbrado a ver anuncios sobre chicos desaparecidos, que nunca esperó ver uno suyo."
Jeno ha muerto, pero él no sabe cómo ni porqué. Su último recuerdo fue haber despedido a un amigo en la parada de autobús y ahora no puede ir al ciel...
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Era 25 de enero, al fin, el sábado en el que irían a recrear la ruta del último día que recordaba Jeno. Habían pasado dos días desde que Jaemin lo sugirió, dos desde que la madre del mayor sabía que estaba muerto.
La información y foto de Jeno habían dejado de aparecer en la sección de desaparecidos en la televisión, ambos supusieron que la madre de este dio aviso de que dejaran de buscar. El chico ahora solo estaba "vivo" para Jaemin, pero no parecían disgustados por eso. Habían sido dos días agradables para ambos, Jaemin podía conversar más con alguien y Jeno se sentía menos perdido en el mundo con el chico a su lado, pero no podría ser de otra forma cuando era el único que podía verlo.
Durante el tiempo que estuvieron juntos, la mamá del castaño no había pronunciado palabra alguna respecto a Jeno, pero no le daban importancia, había veces donde su madre no veía lo que Jaemin porque ella ya tenía más experiencia controlando su don, cosa que él no pues nunca quiso recibir el entrenamiento de ella, tenía la esperanza de que entre menos supiera de todo eso podrían irse, hacer que nada nunca pasó, pero estuvo tan equivocado.
Había desayunado, tomó su billetera, una mochila donde introdujo un abrigo y una libreta con pluma que Jeno insistió en llevar por si recordaba algo. Partieron a las 12:00pm, el camino hasta el estadio era largo, casi dos horas, además necesitaban ir observando todo si querían que Jeno pudiera armar su camino, cosa a la que Jaemin no apostaba. Empezaba a sentirse algo culpable de usar a su favor algo en lo que el chico le tenía mucha fe, pero intentaba no darle muchas vueltas.
— ¿Por qué llevas eso puesto? —preguntó Jeno al ver como Jaemin se colocaba un audífono en el oído derecho.
— Así podremos ir hablando sin problemas, la gente creerá que estoy en una llamada con el manos libres, nos evitamos ir susurrando o que quede como un loco.
— Eres un chico muy listo, Jaemin, muy listo. —aseguró y finalmente, partieron de casa de Jaemin.
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El trayecto de ida había sido muy ameno, en el transporte se volvían dos horas no tan pesadas y para su suerte, el plan de Jaemin con los audífonos sirvió ya que podía responder las preguntas de Jeno sin sonar como un loco, claro, evitando preguntas o respuestas que incluyeran cosas como "antes de que murieras" o "cuando vivías".
