t h i r t y t w o

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Jisung fingía no tener miedo para no asustar a Yeosang, pero en realidad se estaba cagando de miedo

Habia sido una mala idea, todo fue una mala idea. Desde salir sin su Alfa, hasta traerse al hermano menor de Minho a correr el mismo peligro que él.

Jisung pensaba que podía solo, que su habilidad con el arco y flecha no le fallarían, y así era, pero había algo que lo carcomía y era el miedo. El miedo no le dejaba reaccionar como quería, no le dejaba actuar como quería, y le limitaba a muchas cosas

El Omega sentía miedo por que sabia que en ocasiones anteriores quisieron matarlo, o tal vez era porque al estar ahí también arriesgaba la vida de su cachorro y la de Yeosang, pero como sea, el miedo estaba ahí y no parecía dejarlo.

Estaban algo cansados, pero Jisung no se bajaría de su caballo a montar un campamento improvisado. Por como iban las cosas era algo peligroso y estúpido. Debían llegar a Yangma en un solo viaje.

El rubio se sintió verdaderamente solo cuando sintió las respiraciones tranquilas de Yeosang en su espalda y sus brazos en su cintura se aflojaron, se estaba quedando dormido.

— Y-Yeosang, espera — Jisung detuvo su caballo y despertó al menor para cambiarse de lugares y dejar a este frente a él para cuidar de que no se caiga

Pero justo antes de subir al animal de nuevo, una flecha le da al caballo y este lanza un terrible chillido. Jisung y Yeosang gritaron aterrados, el Omega sujetó al menor antes de que este cayera y lo abrazó con fuerza. Maldijo entre dientes cuando el caballo salió corriendo, dejándolos solos con su arco y flecha.

— quédate detrás de mi — le susurró Jisung, sujetando sus armas con sus temblorosas manos

Intentó respirar profundo para calmarse y tomar control de la situación, pero lagrimas de pánico comenzaron a salir de sus ojos cuando vio a varias personas usando mascaras salir de los arbustos, uno usando arco y flecha y el resto espadas.

— ¡q-que quieren! ¡déjennos en paz! — les gritó realmente aterrado

— ¡fuera de aquí! — Yeosang intentó intimidarles

— ¡joder Yeosang, quédate detrás de mi! — le gritó

Los hombres de las mascaras se acercaron a ellos. Jisung dio pasos hacia atrás y comenzó a disparar con sus flechas con pésima puntería por los nervios y la adrenalina, hasta que en una de esas, logró darle al cuello del que tenia el arco y las flechas.

Esto enfureció a los demás y aceleraron el paso en su contra, levantando sus espadas. Jisung le dio a otro en el cuello y luego tomó su espada rápidamente antes de que lo degollaran. Se defendió con ella con todo lo que pudo, protegiendo a Yeosang principalmente.

My KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora