Ésta es la mejor Navidad de mi vida ( final)

624 98 21
                                    

La noche había llegado, una mesa perfectamente engalanada y preparada con una cena fría para dos y una botella de champagne enfriandose al lado de dos copas esperaban en el porche trasero de la casa, junto a un ansioso Armando que iba de la sala al porche caminado nerviosonpor tener que esperar a su amor.

A petición de Betty, se habían arreglado en cuartos separados y, como es lo habitual, el había terminado de arreglarse antes que ella, y decidió bajar a disponerlo todo para su primera cena de Navidad con su princesa, preparo la mesa fuera aprovechando la fresca brisa que soplaba esa noche, la arreglo con un mantel rojo y un centro de mesa con velas y flores de Pascuas que le daban un toque romántico e íntimo a la velada. Luego dispuso las bandejas con los aperitivos, puso el champagne a enfriar, puso música suave para poder seguir escuchando el romper de las olas del mar en las rocas y bajo las luces para aclimatar aún más el ambiente.

Unos minutos más tarde, que a él le parecían entrenos, viro sus ojos hacia la escalera al oír pasos y la vio allí, de pie, contemplandolo con una enorme sonrisa.
Armando al verla, quedó sin respiración, Betty llevaba un precioso y ceñido vestido rojo pasión de largo hasta medio muslo, con finos tirantes que marcaban a la perfección cada detalle de su esbelto cuerpo, el cabello lo llevaba en su rizo natural, separado de la cara y sujeto con un pasador de plata en media coleta. Iba suavemente maquillada, resaltado sus ojos que por primera vez, lo miraban sin las gafas, ya que Betty se había puesto lentillas y se había colocado unos aretes largos de plata y brillante que contrastaban a la perfección con el tono de su piel y el negro de su cabello.

Armando la recorrió de arriba abajo, y no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver que ella iba descalza. Betty lo notó y sonrió de nuevo mientras bajaba la escalera.

B- oj oj oj no quisiera arruinar el piso con los tacones amor.

A- (que también iba descalzo) eso es lo de menos, estas bellísima Beatriz, total y completamente hermosa.

B- (sonrojada hasta las orejas) gracias amor, tu... Tu también... Estas guapísimo.

Armando le sonrió marcando hoyuelos y se giró sobre sí mismo para que su novia pueda "contemplarlo mejor". Esa noche llevaba puesta una camisa rojo escarlata de seda italiana con manga corta de la cual se había dejado los primeros botones desabrochados y un pantalón negro de gabardina de verano que le sentaban como.un guante.

Como todo un caballero, Armando le dio la mano a su novia para ayudarla a bajar la escalera y cuando llegó al último escalón, se la beso galantemente y la condujo hacia la mesa que había preparado.

B- que hermoso está todo mi amor! Gracias por preparar la mesa aquí.

A- nada es suficiente para ti mi vida, y como se lo mucho que te gusta el mar, quise que el romper de sus olas sean tu música de fondo. Me permite? (Tomo la silla de ella y la corrió hacia atrás para ayudarla a acomodar)

B- por supuesto caballero!

Betty se sentó y unos segundos después Armando se acomodo a su lado y comenzaron a degustar los canapés y bocaditos que Martica les había preparado.

Se daban de comer mutuamente y entre besos y caricias sutiles, se regalaban miradas cargadas de sensualidad que dejaban bien en claro a su pareja, el enorme deseo que sentían de volver a fundirse en uno solo.

La cena transcurrió tranquila y agradablemente, cuando acabaron, recogieron todo, lo colocaron en el lavaplatos y volvieron al porche donde muy apretaditos y juntitos, bailaban boleros suaves que sonaban en el equipo que Armando había encendido.

La cercanía de sus cuerpos, las inquietas manos de Armando que recorrían suavemente la espalda de Betty y el contorno de su figura, las sutiles caricias que ella le daba a él, que era como sentir el toque de una mariposa en su cuerpo, y los suaves y profundos besos que se daban, estaban logrando que sus corazones comiencen a latir acelerados, que poco a poco, sus respiraciónes se agiten y sus cuerpos se estremezcan al tiempo que la pasión se hacía presente entre ellos.

Fuga de NavidadWhere stories live. Discover now