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ᵒᵗʰᵉʳˢⁱᵈᵉ ⁽¹⁹⁹⁹⁾ ⁻ ʳᵉᵈ ʰᵒᵗ ᶜʰⁱˡˡⁱ ᵖᵉᵖᵖᵉʳˢ

Mi primer recuerdo es con mi abuela, lo tengo tan lúcido que casi puedo sentirla, arrullándome, en una mecedora en el pórtico de mi casa. Me invade una felicidad fugaz al recordar el ligero balanceo, el tacto de sus brazos envolviéndome, el sonido del suelo de madera crujiendo y el viejo mueble de madera rechinando.



Una sonrisa sincera se formó en mi rostro.



En ese tiempo solía pensar que el mundo estaba a mis pies, que podía hacer cualquier cosa que quisiese, era muy mimada pero muy valiente. Nunca me negué a una aventura, nunca me callé, nunca me controlaron.



¿Cómo llegué a este punto?



No soy ni una cuarta parte de lo que era esa niña.



Debo admitir que tengo tiempo sintiéndome enferma, no de algo físico, sino de algo más allá de lo conocido, una especie de maldición que no permite moverme. Como una presencia oscura que me envuelve de pies a cabeza y me hace tener una gran apatía por todo.



Al final resistí por 15 años gracias al cinismo, pensar en lo absurdo de derrumbarme por cosas fuera de mi control y en su lugar reírme de ello, me dio mucho consuelo por años. Pero hay veces donde la realidad vence todo sistema de autodefensa y altera la percepción de mi mundo, incluso del tiempo. Esas ocasiones a las que creativamente bauticé como 《Los días más largos》


Por eso tuve que recurrir a mi salida de emergencia.


Mis piernas temblorosas, la sensación de cosquillas en mis plantas, y los dedos retraídos y fríos me hicieron volver a la realidad. Mi cabello largo y castaño se agita con la fuerte y salada brisa marina.



-¿Eh..? -Dije con sorpresa -Creí que no habría barcos -Dije para mi misma al notar el buque de pasajeros que pasó bajo el puente en el que estaba subida.



La sola idea de morir aplastada en el barco me helaba más la sangre, pero si de todas formas iba a hacerlo... ¿Qué más daba?



Tragué saliva y dejé que la gravedad hiciera el resto.



Nadie se dio cuenta de que mi verdadera maldición y lo que me terminaría matando serían... los días más largos.



La armoniosa y dulce melodía de los Red Hot Chilli Peppers a través de mis audífonos, que contrastaba fuertemente con sus letras, fueron mi primer recuerdo de aquel día, me quedé dormida con ellos puestos.



"HOW LONG, HOW LONG WILL I SLIDE?


SEPARATE MY SIDE, I DON'T


I DON'T BELIEVE IT'S BAD


SLIT MY THROAT, IT'S ALL I EVER...



Con dos toques puse pausa a la canción y traté de volver a dormir. El gusto me duró poco, pues la alarma de mi teléfono empezó a sonar.


Los Días Más LargosWhere stories live. Discover now