Noviembre

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Noviembre

Renjun es el único que está trabajando esta noche. La fecha tan esperada ha llegado para la mayoría de los adolescentes que asisten a la escuela del vecindario: El baile de invierno. Y por supuesto, Yeji, Ryujin y Eric se han tomado la noche libre para disfrutar del evento del año, casi tan importante como la boda de algún miembro de la familia real. Renjun pasó la noche de ayer escuchando a Donghyuck hablar sobre el baile, caminando en su baby-blue tuxedo alquilado, y evitando todas las preguntas de su mamá y tía sobre quién es su cita. Desafortunadamente, Renjun se perdió las fotos antes del baile, pero seguramente tendrá mucho material de soborno en la cámara de su tía.

El reloj de su muñeca marca las 7 p.m., y hay poco movimiento en la cafetería desde que empezó su turno. Hasta ahora, Renjun sólo ha servido dos batidos, un plato de panqueques y una taza de café. Está dibujando figuras en la última hoja de su cuaderno, escuchando un argumento que viene de la cocina. Probablemente, los dos Jaehyuns están jugando a las cartas otra vez, y probablemente Yuno perderá de nuevo por la oportunidad de llevar a Hyunjae a una cita. Es casi admirable ver al chico más competitivo del mundo dando todo por otro chico que le gusta, incluso si no lo dice en voz alta.

Renjun disfruta de estas pocas horas de descanso tanto como puede, es decir, muriendo de aburrimiento mientras escucha algo de música que Hyunjae ha puesto en la rocola antes de volver a la cocina. No es frecuente que Hyunjae y Yuno pongan algo en la rocola, pero en las pocas ocasiones la elección es siempre algo bueno. Excepto cuando Yuno pone Don't You Forget About Me, esa es una de las canciones que Renjun odia más en el mundo. Sabe que en unas pocas horas, cuando el baile termine para ser exactos, la cafetería se llenará de adolescentes y escuchará sólo las mejores canciones pop en la rocola.

Está masticando su bolígrafo cuando oye el sonido de la campana sonando, captando su atención casi de inmediato. Renjun está tan aburrido que esperaba ansiosamente a un cliente, cualquier cliente, aunque sólo sea para pedir una taza de café y salir en menos de cinco minutos. Nunca se había dado cuenta de lo aburrido que es trabajar en el turno de noche sin sus amigos hasta ahora; al menos Renjun los considera sus amigos.

Lo que Renjun no esperaba al mirar a la puerta es ver Jaemin, con mechas violetas en su pelo peinado hacia atrás, vistiendo un simple traje negro con sus famosas botas en los pies. Es como ver a una persona completamente diferente que parece la misma de siempre, por muy absurdo que parezca. Tal vez Renjun está babeando tanto por la apariencia de Jaemin esta noche que su mente no puede siquiera pensar coherentemente.

Jaemin ha estado viviendo libremente en su cabeza, desde que se conocieron hace meses. Renjun piensa en él cada momento que su mente tiene un pequeño espacio; durante las noches, es lo único que cruza la mente de Renjun. Ha llegado a soñar con cosas que lo hacen sentir como un personaje de una de esas películas románticas para adolescentes, un cliché andante que lo avergüenza. Sueña con besar a Jaemin, con tocar a Jaemin, con dejar marcas en su cuerpo. Sueños tan vívidos que se despierta por la mañana chocando con la litera de Donghyuck, preguntándose si todo ha sido un sueño.

—Oh, estás trabajando hoy —dice Jaemin, sonando genuinamente sorprendido de ver a Renjun detrás del mismo mostrador a la misma hora usando el mismo uniforme de todos los días.

—Como siempre —Renjun se burla.

—Pensé que te tomarías la noche libre como los otros —murmura Jaemin, caminando hacia el mostrador.

Renjun levanta una ceja.

—Ya no voy a la escuela, ¿te olvidaste?

Jaemin hace lo mismo.

come on jaemin ›› renminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora