Levi Ackerman x Lectora One Shots

Agridulce

Caminaban por las calles tomados de la mano. Hacía buen tiempo que no tenían una cita, así que era un momento muy agradable. Agradecías que Levi aceptara el contacto estando en público, pues sabías que para él eso era algo incómodo. De pronto, lograste reconocer una figura cruzando la calle de enfrente. Era una antigua amiga del colegio con la que no mantenías mucho contacto desde que se graduaron. En el fondo no querías saludarla, dado que anhelabas pasar tiempo a solas con tu novio, pero cuando la mujer te reconoció, te diste cuenta que no tenías otra opción.

— ­­_____, ¿eres tú? Cuánto tiempo sin verte — dijo al llegar hacia donde ustedes estaban.

— Sí, soy yo. Hola, ¿cómo has estado? — respondiste con una sonrisa. ­— Este es mi novio, Levi. Levi, esta es una amiga del colegio, Fiorella.

Él contestó con un asentimiento, era un hombre de pocas palabras.

— Qué callado, ¿querrán venir conmigo a un bar que conozco por aquí? — preguntó con una sonrisa.

Realmente no querías ir, pero no querías ser descortés con alguien a quien considerabas una amiga. Así que dejaste que Levi respondiera a la invitación, al final, él también tendría que ceder el tiempo que había destinado a su cita para conocer a una extraña. Para tu sorpresa, él aceptó la invitación, aunque inicialmente no se veía muy entusiasmado. Por ello, se dirigieron a un pequeño bar, lucía tranquilo. Agradeciste eso ya que sabías que ella era de frecuentar lugares mucho más ruidosos y conglomerados. La verdad, después de unos años de la graduación, te diste cuenta que ustedes no eran muy compatibles. Ella disfrutaba mucho las fiestas, los ligues y sexo de una noche, lo que contrastaba con tu personalidad tranquila. No es que la juzgaras, solo te diste cuenta que no compartían muchos intereses. Además, su actitud coqueta te solía poner incómoda. En el colegio ella jamás se metió con alguien en una relación, pero parecía rozar la raya, no sabías si eso pudo cambiar para bien o para mal.

— ¿Y cuánto tiempo llevan juntos? — te preguntó.

— Estamos por cumplir un año, aunque nos conocimos en el primer año de universidad —comentaste. Levi seguía relativamente callado y ya no te tomaba la mano.

— Que lindo, yo hace tiempo que no tengo una relación larga, supongo que no conozco al indicado. Tienen que cumplir ciertos requisitos — dio un guiño mirando a Levi, sentiste tu incomodidad aumentar. No llevaban mucho en el bar y ya querías irte por la actitud coqueta de tu amiga.

—Espérenme un segundo, voy al baño— aclaraste mientras te levantabas.

Necesitabas un momento para pensar bien las cosas. Innegablemente te sentías insegura, Fiorella era cuanto menos hermosa. Tenía un cuerpo bien proporcionado y facciones atractivas. Verla, aunque conociendo su personalidad coqueta, interactuar de esa forma con Levi te estaba alterando. Mojaste tu rostro tratando de recordar que Levi no era la clase de persona que abandona a alguien que quiere tan fácil, pese a que no lograste acallar del todo a la voz de la inseguridad.

Sintiéndote más calmada, decidiste confiar en las personas a las que les guardabas afecto y disfrutar de su compañía. Eso, hasta que al asomarte afuera viste como la joven se acercaba de forma sugestiva a tu novio y le susurraba algo al oído. Tus nervios volvieron de golpe y nublaron el razonamiento que acabas de hacer. Cerraste los ojos frustrada y te recordaste que ni siquiera habías visto la reacción de Levi ante ello. Saliste sin pensarlo más y te sentaste nuevamente en un asiento.

— Oh, miren eso. La persona a la que esperaba ya llegó. Me tengo que ir. Hasta luego ­­­____, fue bueno verte. Adiós Levi. — dio besos en las mejillas a ambos y se fue.

Para ese punto estabas a nada de llorar y te molestaba saber que era más exageración tuya. Volteaste a ver a Levi para empezar a hablar de lo que viste cuando notaste el semblante serio que mantenía.

— _____ — sentenció. ­— Acepté venir al bar porque creí que querrías reconectarte con una buena amiga, pero no creo que esa sea la clase de persona con la que quieras mantener una amistad. Apenas te fuiste me hizo propuestas que hubieran dañado nuestra relación.

Lo contemplaste perpleja. Él mismo había sacado el tema con brutal honestidad.

— Si, bueno, yo lo vi — respondiste por lo bajo. Él te miró con compasión y te acarició la cabeza.

— No quería que tuvieras esa imagen en tu cabeza, así que no te di más detalles. Pero, reitero, no creo que alguien así deba ser tu amiga.

— No es que seamos cercanas ahora, sino ya la habrías conocido.

— De todas formas.

— Si...

Salieron del bar después de eso. Ambos con el sentimiento amargo en el pecho de haber perdido el tiempo de su cita en una experiencia incómoda para ambos.

­— Oye, mañana es domingo. Si quieres podemos ir a un parque a caminar juntos en la tarde. — te dijo con una pequeña sonrisa.

— Me encantaría, Levi. Sé que mi humor por lo que pasó arruinó bastante el ambiente. Discúlpame por ello y gracias por ser el mejor novio del mundo.

— Ser fiel y honesto es lo mínimo que tiene que ser un novio — te miro con seriedad.

— Es verdad, pero solo tú eres tan atento incluso cuando son mis inseguridades sin sentido.

— Una persona que te ama te ayuda a aumentar tu confianza en ti misma, por tu bien y para tu crecimiento. No me tienes que agradecer por eso.

Se acercó y te dio un corto beso en los labios, y con eso disipó toda duda que quedó en tu cabeza. Fue bastante sutil, pero lograste notar que se esforzaba en ser más afectuoso mientras te acompañaba a tu hogar. Muchos pensarían que por su forma de ser es un novio terrible, lo que estaba sumamente alejado de la realidad. Al llegar a tu casa revisaste tu celular y viste un mensaje de Fiorella. Dudaste mucho, pero lo leíste por mera curiosidad.

Quise provocarlo para saber si te era fiel y se negó a todo lo que propuse. Es de los buenos. Me alegro por ti, te lo mereces <3.

Quedaste perpleja, aunque no era tan extraño. Ella siempre había cuidado de ti a pesar de todo. Tomaste captura del mensaje y se lo enviaste a Levi. Su respuesta llegó de inmediato.

Tiene métodos muy cuestionables y no me agrada. Pero me alivia saber que lo hacía por ti.

Sonreíste ante su respuesta. Agradecías estar rodeada de personas con buenas intenciones.