Adicciones～ Wos

ᴘᴀꜱᴏ ꜱᴇɪꜱ

Paso seis: Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos. Nosotros mismos debemos aceptarlos y transformarlos en buena energía que nos nutra y ayude a seguir adelante

Dormí profundamente a su lado, hacia demasiado no dormía tan pacíficamente, seguramente el sentir sus brazos sosteniendo mi cuerpo toda la noche fueron de gran ayuda para sentirme tranquila. No sé despertó cuando lo hice yo, baje rápidamente a la cocina a pedirle el desayuno a Paula y así subirlo, me costó un poco pero llegué con la bandeja empujando la puerta, entre a la pieza nuevamente y lo ví saliendo del baño

—Euuu, me pareció raro que nos estuvieras en la cama

—Fui a buscar el desayuno - le mostré la bandeja la cual agarro rápidamente dejando un pico en mi boca y llevarla a la cama -¿Cómo dormiste? - pregunté mientras me sentaba a su lado para empezar a desayunar

-Hacia demasiado no dormía tan bien, tu camada es cómoda y tiene olor a vainilla - dijo tiernamente antes de darle una mordida a una medialuna, negué divertida tomando mi café mientras llevaba mi mano a acariciar su nuca

—Te podes quedar las veces que quieras - estiro su rostro hasta mi para dejar un beso en mi mejilla

Ese momento lo quería atesorar para siempre en mi, su carita de recién despierto, los mimos que dejaba incansable en mi, la cantidad de besos que me dio antes de irse y lo bien que me sentía yo a su lado, realmente todo empezaba a mejorar, eso quería creer yo. Pensamos que lo más inteligente sería vernos un fin de semana, evitando que cualquier tentación nos alcanzara aprovechando que nos teníamos mutuamente para acallar el dolor

—Te paso a buscar y vamos a cenar ¿Querés? - pregunté apoyada en la puerta del auto mientras el estaba entre mis piernas sosteniendo mi cintura

—¿Y nos quedamos juntos? - asenti sonriendo -Entonces si - beso mis labios varias veces hasta que se separó

—Cuidate, cualquier cosa me llamas - asintio y me subí al auto arrancando para casa nuevamente, esa sensación de bienestar me invadia, incluso luego de que mi padre me preguntara porque metía a desconocidos a casa

—Es mi novio, no es un desconocido - no habíamos formalizado, ni mucho menos hablado del tema pero no le iba a dar tantas explicaciones a mi viejo

—¿Si es tu novio porque no lo presentaste? - inquirio haciendome rodar los ojos

—Porque lo vas a juzgar y no quiero pelearme contigo

—¿Por drogadicto?

—No, porque no tiene guita - dije enojada yendo a servirme un vaso de agua mientras el me seguía de atrás

—Malena, no me importa si no tiene plata o es dueño de una multinacional, me importa que vos estés bien y no recaigas - suspiré asintiendo dejando que me abrazara, era la primera vez en mucho tiempo que el se preocupaba por mi situación y no me hacía sentir culpable

Como dije, todo estaba volviendo a un orden, extraño, pero orden en fin, me estaba ayudando a acercarme a mi viejo y a tener otro tipo de vida que nunca creí capaz de concebir

Pase a buscar a Valentín como había quedado, esa noche si decidí vestirme diferente, me puse un top negro, encima una camisa blanca un poco holgada y abajo una pollera negra con unas zapatillas, me pinte los labios y me puse unos aros, realmente me sentía linda, linda como antes. Estacione frente a su casa y salió a los minutos yendo hacia el auto, se subió y lo primero que hizo fue chiflarme

—Por dios, que hermosa que estás - dijo entre dientes yendo a besarme haciendome reír, cuando se separó limpie apenas de su boca el labial que había quedado con mi pulgar