Pequeño Murciélago

Capítulo 6

Severus estaba acostado en su cuna no haciendo nada. Estaba aburrido, se había despertado hace unos minutos pero no había querido despertar a sus padres, aún era muy temprano por la mañana. Se había quedado boca  arriba mirando al techo, pensado en cuando volvería a la normalidad. Le había intentado preguntar a su padre si había logrado hacer una cura o por lo menos intentar una, pero de su boquita solo salieron balbuceos que claramente Albus no entendió. Aunque muy en el fondo sabía que había comprendido la pregunta. Sabía que ellos no tenían tiempo de hacer una, entre dar clases y dirigir Hogwarts no tenían tiempo. Así que la otra opción que tenía era Horace que lo estaba sustituyendo en sus clases, no era un mal profesor de pociones así que no tenía porque dudar en su cura. Pero la verdad es que ya estaba cansado de ser un bebé, no podía hablar, ni hacer pociones y su única manera de expresarse era llorando. Ya había sido un bebé una vez, no necesitaba serlo devuelta. O al menos podría haber perdido sus recuerdos y así sería más  fácil. Escucho la puerta abrirse y giró completamente su cuerpo hacia un costado, su madre entraba con una sonrisa

— Severus porque no me llamaste?— pregunto la bruja agarrándolo en brazos

Pero Snape no respondió, de todos modos no podía hacerlo. Cerró sus ojitos al momento de que su madre fue a cambiarle los pañales, era bastante vergonzoso si se lo preguntabas. Los volvió a abrir cuando noto que su madre le estaba cambiando la ropa, Severus se quejó

— que pasa?— pregunto Minnie con curiosidad

— no— dijo lloroso Snape

— solo es un color Severus — respondió la bruja tranquilamente

Snape se largó a llorar, no es como que pudiera decirle : el color rojo no me gusta. Pero Minerva no le hizo caso y siguió con su tarea. Al final tenía a un bebé vestido con un buzo abrigado color rojo. Pero a Snape le gustaba hacer drama por todo y siguió llorando, su madre lo miro mal

— ya basta Severus — regaño la bruja a su hijo

— no, no,no no— repitió Snape molesto

— aquí vamos devuelta — susurro Minerva agarrando a su hijo y llevándolo hacia la cocina

Severus odiaba la forma que estaba vestido, era una digna serpiente no un maldito Gryffindor para llevar puesto un color rojo. Minerva lo sentó en su sillita alta y le pasó un plato con frutas cortadas en pequeños trozos. Milagrosamente Snape no se quejó, agarró con sus manitos un pedazo de frutilla y se lo llevó a la boca, en ningún momento Severus levantó la vista para ver a su madre

— Merlín Severus, te encanta el drama — comento divertida Minerva

Severus levantó la vista hacia su madre, y ahora que había hecho? 

— El rojo es sólo un color, y está en muchas cosas . No sólo en la casa Gryffindor — explicó Minerva a su hijo

Severus negó con la cabeza y siguió con su desayuno tranquilamente. Luego de que termino Minerva lo agarró en brazos y lo llevo hasta su habitación, donde había una alfombra  con una pelota en ella, Snape la miro mal

— déjame adivinar, no quieres jugar?— adivino la bruja dejando en el suelo a su bebé

Pero Snape no estaba  prestando atención, estaba mirando algo que brillaba debajo de la cama. Una vez que su madre lo dejo en el suelo este gateo hasta acercarse a la cama dosel de su madre, miro hacia abajo, unos ojos ambarinos le devolvieron la mirada. Snape se quedó viendo esto, eran un bonito color. Cómo era tan pequeño logro entrar sin problemas debajo de la cama, allí pudo ver mejor lo que había debajo. Era un gato. Un gato tabby . Severus se giró hacia su madre y la miro