Cap 19

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FLASHBACK

Chico 1: jajaja, ¿Qué pasa? ¿La nena no hace nada sin sus delincuentes?

Siegfried: (susurra) éstos idiotas...

Phenril: ignoralos quieren llamar la atención.

Los cinco chicos caminaban junto con _____ aquella noche por las calles de Kyoto.
Al parecer no era una buena noche a pesar de ser Navidad, pues se suponía que _____ se encontraría con Chifuyu, y éste la había cancelado en el último momento.

Chico 2: pobre, la abandonan una vez, la dejaron plantada hoy y todavía de remate se le murió el novio...

Dijo con tono de burla, escuchando en seguida las risas de los otros tres.

Alberich: hijos de...

Hagen: ¡Alaska!

La niña había salido disparada hacia los cuatro chicos, dándole una fuerte patada en la frente a uno de ellos.

Andreas: ya... Está muerto...

Hagen: ¡Detente Alaska!

Gritó poniéndose frente a ella.

_____: Hagen, quítate de enfrente... ¡Ahora o te mataré a tí también!

El chico no tuvo otra opción más que resignarse y hacerse a un lado, con ella nadie discutía y mucho menos cuando se encontraba en ese deplorable estado emocional.

Hagen: tienen tres segundos para correr... Aunque ella los encontrará de todas formas...

Los tres chicos se miraron entre ellos, pero en lugar de correr, parecían no tenerle miedo a la Reina de Thunderbones.

Uno a uno fueron metiéndose contra ella, sin mucho éxito a decir verdad.

Siegfried: ¿Nos arriesgamos a detenerla?...

Phenril: no... Tres ya están muertos, y el otro tal vez lo esté en dos minutos más...

Alberich: oh listo... Ya se fué...

Policía: ¡Alto, policía!

Varias patrullas rodearon a los seis chicos y a los cuatro cadáveres, iluminandolos con las luces de sus coches, pero además revelando sus placas.

Andreas: ¿Porqué la policía de Tokyo está aquí?...

Siegfried: les dije que la detuvieramos... El último que murió, era el hijo menor de uno de los agentes de Tokyo...

Alberich: ¡¿No querías esperar diez minutos más para decirnos?!

Los policías intentaron arrestar a los seis chicos, sin embargo, les fué imposible, ya que en seguida la policía de Kyoto también se hizo presente.
Negociaron y llegaron a un acuerdo, ellos se encargarían de los delincuentes, mientras lo oficiales de Tokyo se llevaban los cuerpos.

Policía: Alaska... Tú, siendo la Reina de Kyoto, te atreviste a quebrantar una de tus propias reglas... Mataste a unos inocentes, ¡Sentencia...!

Hagen: ¡Oficial!

El chico lo detuvo de inmediato, poniéndose al lado de la pequeña niña de 12 años que acababa de llevar a cabo cuatro asesinatos.

Para sorpresa de todos, Hagen se hincó, hasta tocar tierra con la frente.

Hagen: por favor, no lo haga... Fué mi culpa, no pude contenerla, le pido que nos deje marcharnos de aquí, no volverá a haber crímenes, y le aseguro que tampoco nos volverá a ver en Kyoto.

"FASTIDIOSAMENTE PERFECTA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora