capitulo 1

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Todo comenzó en una isla dividida en dos partes, una era la luz y la otra la oscuridad, la cual era como la sombra de la misma, había una línea que dividía la luz de la oscuridad en la que por ningún motivo se podía cruzar para ambos reinos; hasta que un día la princesa del reino de la luz, la joven de 16 años tan hermosa como la más linda flor de aquel bello campo, sus ojos eran del color de la luz que las pequeñas luciérnagas emitían, su tono de piel era un pálido algo amarillento, su cabello era completamente rubio : quien respondía al nombre de Hera. Se aventuró hacia al bello campo con curiosidad de ver aquel lugar oscuro y con la esperanza de que fuera como ella imaginaba, ya que era la primera vez que esta iría a observar aquel lugar; se encontraba sola y sin quien vigilara o cuidase de ella y esto la ponía aún más feliz por lo que podría hacer lo que quisiera en ese corto lapso de tiempo: una vez de haber llegado solo miro una línea sin forma que detrás de ella solo había oscuridad, tomo la decisión de pasar al lugar sin tomar en cuenta de todo lo que decían en el reino; estos decían que al cruzar la línea moriría cualquier ser de luz, por lo cual nadie se acercaba siquiera al lugar. Ella al recordar esto se detuvo y sentó de su lado observando la oscuridad que el otro lado emitía: ─ ten cuidado, puedes lastimarte si pasas la línea─ emitió una voz masculina detrás de las sombras por lo cual la joven pego un salto causado por el susto de escucharlo─ lo sé─ respondió esta intentando verlo─ ¿no te parece que es de mala educación asustar así?─ dijo dirigida a donde quiera que el joven estuviera ─¿ y cómo se suponía que me dirigiera a ti?─ contesto bajando de un árbol con un libro en la mano mientras se acercaba a ella desde su lado: al acercarse ella se dio cuenta que se trataba de un joven de aproximadamente 17 años, de cabello negro, de complexión delgada; alto, su tono de piel era un pálido azulado, sus ojos eran del azul rey más hermoso sobre la isla. Ella lo observo con atención ya que en aquel lugar el tono de oscuridad era cálido, así que las cosas podían distinguir perfectamente─ ¿Cuánto tiempo llevas ahí?─ pregunto ella─ te observo desde antes de que llegaras a la línea, yo ya estaba aquí al igual que también vi como mirabas hacia acá ─ respondió el viéndola con curiosidad─ espiar a una princesa es de mala educación─ contesto ella─ prácticamente tu espiabas hacia acá y como príncipe podría enviarte a los calabozos─ le dijo con la vista a ella y en tono burlón─ no sabía que tú eras un príncipe─' contesto ella un tanto apenada pero sin dejar de verlo─ ni yo que tú eres una princesa, supongo que estamos a mano y nadie mencionara que estuvimos aquí; ¿hecho?─ se sentó sobre aquel húmedo pasto dirigiéndose a ella─ por supuesto que no, si se enteran que estuve aquí me cuelgan─ dijo ella con un tono sarcástico─ tendríamos el mismo problema, pero dime que haces aquí─ recargo sus manos hacia atrás apoyando su cuerpo─ antes de nada no me has dicho tu nombre, el mío es Hera─

─mucho gusto señorita Hera, yo soy Loak.

─el gusto es mío joven Loak─ realizo una pequeña reverencia en burla.

El joven sonrió─ ya dime que haces aquí─

─vine a ver solamente, a curiosear un poco; lo que significa que escape.

─uhm, así que eres una completa rebelde.

─no lo soy...bueno puede ser que después de esto lo sea, tu igual lo eres; ¿Cuántas veces has venido aquí?

─varias veces realmente, eso me hace aún más rebelde que a ti.

Ella soltó una leve carcajada─ y no sabes cuánto, ¿de casualidad no tienes la hora?

─son aproximadamente las 6 de la tarde.

─ouh, debo irme antes de que noten que no estoy─ se levantó.

─yo igual debo irme, ¿te parece venir a charlar de nuevo mañana?─ poniéndose de pie.

─claro, ¿5:30?­

─nos vemos mañana princesa─ se dio la vuelta con su libro en mano y se adentró al bosque perdiéndolo de vista.

La chica siguió su camino hasta llegar al castillo y poder entrar a su habitación sigilosamente, una vez hecho esto se tumbó sobre su cama y se quedó un largo tiempo analizando como saldría al siguiente día o si se darían cuenta de su ausencia. Pero justo en lo que más pensaba era en su encuentro con aquel chico pelinegro, se preguntaba si había sido cosa del destino que dos jóvenes con la misma sed de conocimiento por lo opuesto se hayan cruzado y entablado una amistad. Después de esto la chica durmió profundamente.

Mientras tanto el joven llego al palacio y se dirigió al gran comedor donde su familia estaba a punto de cenar, se sentó a escuchar las anécdotas de batalla de su padre hasta que termino y todos se dirigieron a su habitación. Al llegar el joven no podía sacarse de la cabeza a la linda princesa de la luz y ni siquiera habría imaginado que la conocería, hundido en sus pensamientos no se dio cuenta de cuando fue que comenzó a quedarse dormido hasta que lo consiguió y se quedó completamente dormido.

Rayo de oscuridadWhere stories live. Discover now