Especial

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Historia Original de UpBitto26


































Siete Años Después...

Gulf jadeo al sentir los labios de su esposo sobre su la piel sensible de su cuello, besando y chupando como si fuera lo más delicioso del mundo y dejando marcas a su antojo mientras bajaba hasta sus pezones y los estimulaba al máximo.

—Me-Mew... Ah... –Hizo sus manos puño, estrujando las mantas entre sus manos, llevan casi dos meses sin tener sexo y estaba muy sensible. Sus labios volvieron
a fundirse en un acalorado beso, ambos trataban de hacer el menor ruido posible.

El mayor colo sus manos por debajo de la camisa del azabache, acariciando la suave piel de este. —Te amo –Susurraron al mismo tiempo para después reír tontamente, junto cuando iban a volver a besarse, se escuchó un par de golpes en la puerta. Ambos cerraron sus ojos y suspiranron antes de separarse y acomodarse sus pijamas.

Mew se puso de pie y se dirigió a abrir la puerta, sonrió al ver a un pequeño niño de cuatro años, tallandose un ojito con su manita derecha y sosteniendo en la otra un peluche de tamaño mediano de un conejo con un corazón, su pijama verde con estampado de gatitos.

El niño, al ver a su padre, alzó sus manos en señal de que quería que lo cargará, lo cual, por supuesto, sucedió y Mew lo tomo en brazos.

Sintió de inmediato como el pequeño se acurrucaba contra su hombro.

—¿Tuviste una pesadilla,
pequeño? –El menor asintió y Mew se dirigió a la cama, donde Gulf le ayudó a acostar al menor en medio de ellos.

—Papi, ¿Me cantas? –Preguntó, no hizo falta que dijera a quien de los dos le decía, ambos tenían más que claro que se refería a Gulf pues este solía cantarle todas la noches antes de que durmiera y si tenía pesadillas, le cantaba hasta que logrará dormirse de nuevo.

—Claro que si, Luan –Contestó, con una pequeña sonrisa para después, comenzar a cantar en voz baja para no despertar a su otro pequeño, quien seguramente despertaría pronto al no sentir a su hermano a su lado.

Mew no pudo evitar sonreír, salió de la habitación y se dirigió a la habitación de enfrente, su pequeño Gael estaba durmiendo plácidamente, se acercó hasta él y lo cargó con cuidado junto al peluche de corazón junto a una galleta que este tenía y lo llevó hasta su habitación.

Lo recostó junto a Luan y sonrió al verlos, el mayor era Gael, con seis años. La suave voz de Gulf seguía arrullando al menor de los pequeños, y ahora, también al mayor.

Se sentó detrás de su esposo y lo abrazó, deleitandose también con su voz. Un par de minutos después, el menor había terminado de cantar y sus pequeños angelitos ya estaban durmiendo.

—¿Ya te dije lo mucho que te
amo? –Preguntó el azabache
mirando a Mew con una sonrisa adornando sus labios,
el mayor negó. —Bueno, te amo de aquí hasta el fin del
universo, Mi sol.

—Y yo te amo infinidad se veces eso –El mayor besó los belfos del azabache castamente, sonriendo casi de inmediato.

Ambos sonrieron y se quedaron así unos cuantos minutos, disfrutando de sus compañía y mirando a sus pequeños qué descansaban en su cama plácidamente.

💗💗💗

—¡LUAN, VEN AQUÍ, NO PUEDES ESTAR DESNUDO POR TODA LA CASA! –Gritó Mew, siguiendo al pequeño quien corría por todos lados, no quería bañarse, cuando estuvo desnudo y su padre se volteó para tomar su toalla, él solo lo vió como una oportunidad para divertirse por lo que salió corriendo del baño. —¡LUAN! –Volvió a llamar el mayor, pero el pequeño solo reía y se dirigió
corriendo hacia la piscina.

Gael, quien se encontraba jugando cerca de la piscina, fue arrastrado por su hermano y ambos cayeron en
el agua fría, el mayor de los dos niños salió de inmediato.

—¡PAPA! –Gritó, él acababa de terminar de bañarse y ya
estaba listo para la fiesta a la
que irían.

Se había puesto un pantalón de mezclilla negro, junto a una camisa a cuadros de color azul con las mangas dobladas hasta los codos y una chaleco tipo mezclilla de un azul más obscuro y sus tenis blancos con negro preferidos, y ahora, todo se había echado a perder por culpa de su hermano.

Mew y Gulf salieron apresuradamente, el menor se dirigió a Luan y lo sacó de la piscina.

—¿Puedes encargarte de Gael? –Le preguntó al mayor, este asintió y ayudo a su hijo mayor a quitar la ropa y los tenis que estaban totalmente mojados, Mew envolvió con una bata tipo toalla al menor y lo cargo hasta su habitación.

Gael sorbió su nariz y comenzó a llorar suavemente
con sollozos apenas perceptibles. —Ey, ¿Qué pasa,
bebé? –Puso sus manos en las mejillas el menor, secando sus lágrimas.

—Es que... Lu-Luan est-tropeó mi ropa... Papá –Habló el menor entres hipidos, Mew sintió su corazón hacerse chiquito ante eso y bes5o la frente de su hijo.

—Tranquilo, se que era tu ropa favorita pero, ¿Qué te parece si mañana vamos al centro comercial y conseguimos un nuevo conjunto? Además, creo que aún se puede salvar –Sonrió y miró al menor, esperando por una respuesta afirmativa.

—¿Podemos ir todos, papá Gulf y Luan también? –Mew sonrió y asintió, el pequeño no tardó en aceptar feliz. —¿Podemos salir todo el día juntos?

—Todo el día, bebé –Afirmó
sonriendo y el menor aplaudió alegre.

Mientras Mew ayudaba a Gael a secar su cuerpo y ponerse otra ropa, Gulf estaba hablando seriamente con Luan, quien solo
escuchaba atentamente.

—Debes dejar de hacer esto, Luan, pudiste haber lastimado a tu hermano y también a ti –El menor asintió, su padre había terminado de bañarlo ya ahora le secaba el cuerpo.

—Lo siento, papi –Musitó, mientras gruesas lágrimas resbalan por sus mejillas.

—Oh, cariño, no llores, ni papá Mew ni yo estamos enojados, pero debes pedirle
una disculpa a Gael y prometer que no lo volverás
a hacer –El menor asintió
cabizbajo, Gulf le cargó, aprovechando de darle un
cálido abrazo a su hijo.

Pronto estuvieron en la planta baja de la casa, Luan se puso frente a Gael y le abrazó.

—Perdoname, P', no quise tirarte a la piscina –El mayor
de los niños sonrió y abrazó
de igual forma al menor.

—Esta bien, copito, gracias a eso, mañana papá Mew me prometió que saldríamos mañana todo el día juntos, los cuatro –Contó emocionado con una sonrisa que hacía desaparecer sus pequeños ojos, Gulf miró al
mayor a lo que este asintió
sonriendo.

—Se los debemos, hace semanas que no salimos todos juntos –Susurró, a lo que Gulf no dijo nada y tan solo lo abrazó, mirando lo emocionados que parecían sus pequeños hijos.

—¿En serio? –Luan miró a Mew, este le sonrió y ambos pequeños corrieron hacia los mayores, quienes no dudaron en cargar a uno cada uno.

—¿Qué les parece si nos vamos ya? Mañana saldremos juntos a divertirnos pero hoy tenemos un compromiso, Sonhan puede enojarse si no van a su fiesta –Gulf miró el eufórico asentimiento por parte de los menores, los bajaron de nuevo, pero antes de siquiera poder tomar las llaves del auto, Gael y Luan gritaron:

—El último que llegue hará la comida de mañana –Y salieron corriendo, y es que
no sólo sería una comida del
día, se referían a la de toda la semana y con ayuda de esos dos angelitos traviesos, lo cual, era una completa locura. Mew y Gulf intercambiaron miradas mientras reían antes de salir corriendo detrás de los menores. Al final, el perdedor fue Gulf, quien se quejó pues según él, Mew había hecho trampa.

Las risas de los pequeños no se hicieron esperar y el camino hacia hacia la fiesta fue entre risas y una discusión muy divertida de como Gulf habia hecho
trampa.






Bueno hasta aquí llegamos con esta linda historia.

Espero que les haya gustado.

Y no olviden pasar por la historia original a dejar su apoyo.

Hasta la próxima Historia.

CAPRICHO ADAPTACION TERMINADAWhere stories live. Discover now