━❝𝗗𝗜𝗘𝗭 𝗥𝗔𝗭𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗥❞ ፧ 𝗧𝗔𝗡𝗝𝗜𝗥𝗢 𝗞𝗔𝗠𝗔𝗗𝗢

━04: 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 𝐛𝐨𝐧𝐝.

❝Su amor por ti, le provoca expresarse sin notarlo.❞
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Tanjiro de manera amable, te había invitado a pasar algunas horas dentro de su casa. Hace mucho su familia te ha conocido, ya que él mismo, se encargó de presentarte ante ellos cuando la relación ya era formal.

Podías notar a simple vista, un vínculo muy fuerte con cada uno de ellos. Todos sus pequeños hermanos confiaban en Tanjiro, y su madre, siempre velando por él y los demás. Era una familia extensa y peculiar, una muy dulce para ti.

Ese ambiente en donde se encontraban, resplandecía con mucho amor para dar. Y es que, siempre disfrutabas de la compañía de su familia. Ellos te trataban como un miembro más, alguien cercana a cada uno como si fueras lo más importante.

Y es que, ya lo eres. Eres bienvenida en ese círculo familiar de Tanjiro.

—Tanjiro, hijo. Si no comes tu comida se enfriará—Su madre llamaba la atención, al percatarse de cómo su hijo te observaba.

Tan detalladamente, como si estuviese visualizando alguna escultura tan preciada. La mirada de su madre fue retenida por algunos segundos en él, hasta buscarte a ti en la mesa. Unos pómulos teñidos eran notables en tu rostro, y una sonrisa nerviosa escapaba de tus labios.

—Es que, madre. Ella es muy hermosa—Decía Tanjiro de manera cordial—Es muy bonita ante mis ojos—.

Los hermanos menores se quedaron estáticos, tratando de analizar lo que su hermano mayor acababa de decir. Mientras tanto, su madre, reía ante ello con dulzura al saber lo tanto que había crecido Tanjiro.

Era extraño al verlo con ojos de enamorado, y expresiones tan dulces hacia una chica como tú.

Por unos momentos, él salió de su transe tratando de comprender lo que había dicho.

—¿Eh? ¿Pensé en voz alta?—Preguntaba con nerviosismo.

—¡Nuestro hermano está enamorado!~—Decían en una sola voz los miembros de la familia.

—¡No quise incomodarte!—Soltó el pelirrojo al clavar su mirada en ti—Es sólo que, eres tan linda para mí—.

Sonreías gustosa ante sus comentarios, y es que, así era él. Su corazón a veces hablaba por él, ya que suele ser muy expresivo sin siquiera notarlo. Y su familia lo sabía.

—Hijo, eres todo un caballero—Comentó su madre, llamando su atención—Exactamente así es como se trata a una señorita—.

—Oye~—Llamaba Nezuko a un extremo de tu oreja—No sé cómo pasó, pero puedo ver que a mi hermano le gustas mucho—Susurró al brindarte una cálida sonrisa.—Cuídalo bien, ¿de acuerdo?—.