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Sexo ajeno.















— JAJAJAJAJAJA. -ríe Jaemin fuerte- ¿Es enserio?

— Muy enserio. Pensaba que eras de esos chicos tímidos y distraídos. Pero viéndote aquí... eres todo lo contrario. -dice Jeno sonriendo-

— Yo igual ¿sabe? Creo que lo juzgue por su portada. -dice Jaemin sonriendo mirándolo a los ojos- Gracias por la cena. De verdad me alegra haber hecho otro amigo aquí en Manhattan. Aunque me aterra el hecho de saber que usted es mi director y que todo esto está mal pero... lo acepto. -dice Jaemin sonriendo- Gracias por todo.

— No tienes nada que agradecer. Lo hago con mucho amor. -dice Jeno sonriendo -

— ¿Amor? -dice Jaemin nervioso pero sonriente-

Sólo carraspeó y se levantó.

— Te llevó a la universidad. Ven. -camina a la salida-

Lo seguí y me subí a su auto junto a él. Vi la ciudad por el cristal durante todo el viaje sonriendo.

— Es como estar en Seúl. -dice Jaemin riendo-

— Es todo lo contrario a Seúl. Créeme. Aquí todos te discriminan y te tratan como mierda. Ojalá pudiera regresarme en cuanto antes a mi hogar. -dice Jeno conduciendo-

— Tiene razón. -susurra Jaemin algo apenado-

Llegamos a la universidad y me bajé del auto.

— Jeno... fue un honor comer contigo. A pesar de que las mujeres no dejaran de fotografiarte. -dice Jaemin riendo- Por cierto su abrigo... -se lo quita y se lo da-

Se bajó del auto tomó su abrigo.

— Ahora huele a ti. -susurra Jeno sonriendo-

— ¿Que? -dice Jaemin nervioso-

Me miró a los ojos con sus pupilas dilatadas.

— Descansa. -se sube al auto y se va rápidamente-

Miré el auto hasta perderlo de vista pensando en esas misteriosas palabras que había dicho Jeno durante toda la noche. Subí a mi habitación y me acosté totalmente alistado para dormir pero... ¿Porque no paro de pensar en su sonrisa? ¿Que es este sentimiento? ¿Porque no puedo dormir? Me moví de posiciones, conté ovejas, escuché música suave pero en mi mente seguía reflejada la sonrisa de Jeno. En la mañana siguiente fui a buscar a Nayeon a su habitación y vi que no estaba. Decidí ir a clases sólo y sentarme sólo.











Nayeon entró a la oficina de Jeno muy enfadada y hasta le pegó una cachetada de esas que hacen enfadar a los hombres.

— ¿Que mierda te pasa estúpida? -dice Jeno molesto-

— ¿Que me pasa? ¡¿QUE ME PASA?! -grita Nayeon muy molesta y le muestra una foto- Te vi anoche muy feliz con ese prepa de Jaemin. ¿A caso te gusta? ¿Porque no te lo coges? ¿Ah? Hazme a un lado y quédate con el idiota. Eres un cabrón hijo de puta. Le voy a decir a todo el mundo lo qué haces cabrón. Y si me vas a matar ¡HAZLO! ¡MÁTAME MALDITO ASESINO!

Jeno le pegó una fuerte bofetada.

— Cállate. -dice Jeno muy molesto- No eres quien para decirme que puedo hacer y que no. Y no, Jaemin sólo es mi alumno y me lo encontré en la calle con frío. Debía ayudarlo.

— Si claro ayudarlo. Eres el hombre más cínico del mundo. -dice Nayeon llorando y se va-

Se dirigió al salón de clases. Jeno simplemente la miró sonriendo ladino.

— Sigue así maldita perra que algún día mataré a esa maldita loca-susurra Jeno para ver su mejilla-















Durante el tiempo que había estado en la universidad había conocido a muchos chicos guapos. Pero de todos ellos... comenzó a llamar la atención uno de tantos. Se que está mal pero solo me llamaba la atención por su rostro hermoso, ojos claros y cabello rubio con mullet. Jaehyun. Mi compañero de cuarto. Varias veces lo había visto sin camisa y su cuerpo era el más marcado que había visto en mi vida. Solía follar con muchas mujeres así que supuse que tirarle la onda no sería buena idea y también me daba mucho miedo el hecho de que RenJun estaba lejos y yo no podía engañarlo. Aún así mi instinto me decía que me lo cogiera. Cuando llegó la noche me senté en mi cama a leer un libro. Estaba muy oscura la noche y Jaehyun aún no salía de bañar. Solía siempre tardar ratos duchándose. Tome unas papas de bolso y comencé a comer mientras leía. Jaehyun salió del baño vestido y me miró.

— Oye Nana. Hay una fiesta este fin de semana. ¿Gustas ir? Habrá alcohol, muchas tetas y la mejor mercancía del país. -dice Jaehyun sonriendo-

— ¿M-Mercancía? -dice Jaemin confundido-

— ¿Pepas, pastillas, polvo? -dice Jaehyun mirándolo sorprendido- ¿No sabes?

— ¿Marihuana? -dice Jaemin muy bajo-

— ¡Claro! Si sabes que es pendejo. -le pega Jaehyun en el brazo a Jaemin riendo- Juraba que eras un plebeyo todo tímido y culto pero eres semejante callejero.

— No tuve padres cuando pequeño. Me criaron unas monjas en un pueblito. -dice Jaemin bajando la mirada-

— Oh- Lo siento mucho. -dice Jaehyun avergonzado-

— No te preocupes -dice Jaemin negando- No tuve una infancia muy buena pero aquí estoy. Logrando mis metas ¿No?

Jaehyun se sentó a mi lado y tomó mi mano.

— Eres un ejemplo a seguir. -dice Jaehyun sonriendo- Nunca le temas al éxito, haz que el éxito te tema a ti. -dice sonriendo- El lema de la universidad. -ríe-

Reí junto a él mirándolo. Se lanzó hacia mi en un beso y me quito el libro colocándose sobre mi. ¿Acaso lo había logrado sin siquiera pedirlo? Jaehyun en un abrir y cerrar de ojos ya estaba dentro de mi embistiéndome rudamente mientras mis gemidos inundaban todo la habitación raspando su espalda con mis uñas. Lamía mi cuello y gruñía en mi oído, era un puto Dios griego. No pude evitar pensar en Jeno mientras el se movía dentro de mi mientras me estremecía como zorra. No era sueño. Podía sentirlo. Podía olerlo. Amaba cada movimiento que hacía. Jaehyun no paraba de susurrar cosas sucias en mi oído y deslicé mis manos hacia su trasero impulsándolo a que entrara más profundo en mi. Sus manos eran tan suaves y hermosas que hasta con ellas lograba hacer que mi cuerpo se estremeciera como una perra en celo. Me corrí primero que el mientras él seguía con sus movimientos.

— Maldito hijo de puta. -susurra Jeno viéndolos por las cámaras- ¡VOY A MATAR A ESE HIJO DE PUTA! -tira la botella de champán contra el suelo-

A la mañana siguiente desperté en mi cama y el en la suya. Fue un sueño mojado lo más seguro, pensaba. Verifique mi entrepierna y estaba todo en orden. ¿Que había sucedido? Me di una ducha tranquila y me vestí para ir a visitar la ciudad más de cerca con mi bulto lleno de meriendas y mi cámara.

AT YOUR SIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora