True End

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Emiya pensaba que era ya imposible volver a ver a Saber, poder estar con ella, decirle tantas cosas que su joven yo no pudo decir con claridad en aquel entonces

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Emiya pensaba que era ya imposible volver a ver a Saber, poder estar con ella, decirle tantas cosas que su joven yo no pudo decir con claridad en aquel entonces. Pero ahora la tenia en sus brazos, su arrepentimiento se iría al fin si aceptaba la salvación.

La gran posibilidad de salvar a Artoria de aquella colina era mas que maravillosa.

Pero a que costo…

Esta era una oportunidad única en verdad, pero realmente deseaba esto. Salvaría a Artoria Pendragon, pero a cambio un sin fin de personas estarán condenadas.

En aquel entonces durante la guerra, el objetivo de la chica era cambiar algo que para Emiya Shirou le parecía un berrinche de un niño pequeño. El solo quería cambiar su objetivo, que aceptara lo que paso. Pero fue imposible.

Los sueños que tenia, recuerdos de Saber, verla en aquella colina al final de una gran batalla, y saber que por no haber logrado cambiar su forma de pensar, ella estará en ese lugar para siempre.

No podía evitar sentirse mal por ello, pero acepto su fracaso.

Pero puede cambiar eso ahora.

Pero no de esta manera.

Podrá traer a Artoria Pendragon si finaliza el ritual, pero ella no sera la misma que antes. Su mente y su alma estarán tan corrompidas como esa Mujer que debe matar. Que pensaría ella respecto a esto.

Ademas, todas las personas que serán corrompidas por la mano de Kiara.

Kiara se ha hecho mas fuerte, tiene miedo de lo que ella puede ser capaz a estas alturas. Le aterraba la idea de que ella después de esto aun tendrá mas poder. Cuanta personas caerán ante ella. Podra ser posible detenerla después de esto.

Salvar a Saber sobre la vida de muchos.

Esa simple frase fue lo que llego a la mente de Emiya después de estar pensando sobre que hacer.

Emiya estaba en el suelo con Artoria quien rodeaba su cuello usando sus brazos. Ellos dos estaban en el centro de una orgía. Varios hombres y mujeres follando sin parar.

Emiya ya había fracasado en una ocasión debido al tema de feromonas. Pero cayo una vez en eso, y no lo volverá a hacer. Su cuerpo y su mente estaban mas que preparados para este tipo de trucos y mas.

– Se donde se encuentra Kiara, mi conexión con ella me dice en donde esta ella ahora. Ella se encuentra débil por el ritual, eso es seguro. Así que sera fácil matarla… Sin embargo – decía Emiya para si mismo mientras tenia su mirada hacia enfrente, como si estuviera viendo una salida de la habitación, pero la cambio para ver a Artoria – Lo que haré no es nada fácil – le dijo a la mujer que tenia en brazos.

Es verdad aunque Saber solamente fuera un cascaron, la mirada que le daba Saber a Emiya estaba vaciá, pero a pesar de eso, una ligera sonrisa adornaba su rostro. Ella solo necesitaba un gesto de cariño de Emiya para iniciar. Básicamente, las intenciones sexuales de Emiya debía sentir Artoria para empezar.

Pero la sonrisa de la chica comenzó a desaparecer en el momento que sintió tenso al hombre que la sujetaba.

– Aunque no este bien, debo hacer lo correcto – le dijo Emiya a Artoria mientras se le acercaba y la abrazaba fuertemente. Ese gesto tomo por sorpresa a la mujer.

– El camino que tomare, aun que sea solitario, no debe tener obstáculos ridículos – dijo Emiya refiriéndose a la mujer que tenia en brazos. y esto ultimo le dolió – Si deseo ayudar a otros, salvar a muchos como un héroe de la justicia, debo de detener a Kiara lo mas pronto posible. Pero ella se entero de mi amor por ti, se aprovecho de eso, y trata de hacerme caer en la tentación usándote – decía Emiya quien trataba de mantener una voz firme – Pero ella no podrá conmigo, no importa que sucios trucos use en mi contra – dijo Emiya mientras hacia fuerza en su boca apretando sus dientes, ya que esto iba ser muy difícil.

– El tiempo que estuve tratando de dejar en el pasado esos sentimientos, que debieron haber muerto junto al final de guerra. El tiempo que trate de superar el hecho de que te fuiste, el tiempo que tuve que pasar para llegar resignarme. Todo ese tiempo habrá sido en vano si acepto estar contigo de esta manera. Nada de esto es correcto. Te amo… Pero… – decía Emiya cerca del oído de la chica – Tengo que liberarte de este cuerpo corrompido, tengo que matar completamente los pocos sentimientos que tengo por ti Artoria  – decía Emiya quien trataba de convencer su corazón de que esto era lo correcto.

No puede abandonar sus ideales que le decían que aceptar a la chica no era lo correcto. Por una sola persona no se debe sacrificar a varias. No esta bien la idea, pero era lo mejor.

– La posibilidad de salvarte a ti si llego aceptar esto es muy alta, pero no puedo. Los sentimientos que una vez sentí por ti, y sigo sintiendo, deben quedarse como un recuerdo que tengo olvidar y seguir adelante – pensaba Emiya mientras relajaba su cuerpo aceptando su decisión.

Al final, Emiya decidió escoger a muchos sobre Artoria Pendragon.

– Kiara, lo siento. Pero de nuevo rechazo tu oferta de ser salvado. Esta salvación del infierno, ni siquiera soy digno. No quiero ser salvado aun que lo necesite – dijo con voz fuerte para que ella en el lugar donde este lo escuchara. Pero no tuvo respuesta.

Artoria noto como parte superior del cabello de Emiya tapaba sus ojos.

– Siempre pensé que debía pegar por mis pecados una vez que muera, si llego al infierno debía pagarlos ahí. Pero lo que haré ahora mismo, no tendrá perdón. Si el mundo me perdona, si tu misma del lugar donde estas me perdona. Yo no me perdonare nunca – decía Emiya tratando de mantener la calma – Tengo que hacerlo para darle fin a esto.

Emiya estaba encendiendo sus circuitos mágicos listo para proyectar sus armas.

Pero en ese momento Artoria Pendragon acerco su rostro al de Emiya hasta tener sus frentes una contra la otra. Ese gesto provoco que surgiera un sentimiento cálido que iba destruir toda la determinación que había reunido todos estos minutos. No podía ceder, tenia que hacerlo ahora.

– Trace On – dijo Emiya mientras veía como Artoria movía sus labios susurrando algo. Tal vez fue su nombre o alguna palabra que le decía que lo perdonaba. Pero ya no le importaba que fuera.

Esta sera la ultima vez que sufrirá de alguna manera. Esto iba ser doloroso. Lo único que hubiera deseado era no poder ver, escuchar o sentir.

Emiya mato por completo todo sentimiento que le impedía caminar hacia sus ideales. Todos esos sentimientos eran innecesarios para lo que quería ser. El corazón de cristal que estaba hecho trizas en Emiya, aun podía sentir el calor, pero ahora ya nunca podrá sentir algo.

Emiya no recuerda cuando fue la ultima vez que salieron lagrimas de sus ojos, pero le sorprendía levemente que después de hacer eso, ninguna lagrima saliera. Emiya estaba esperando las lagrimas cuando mato sus sentimientos, cuando mato a todas esas personas, cuando mato a la persona que amaba. Pero nada.

Las mato sin que le importara quienes eran o si estaba bien. Lo único que pasaba por su mente era que esto era lo correcto. Ahora mismo Emiya caminaba hacia una salida que logro ver después de que la energía que liberaba la orgía desapareciera. Emiya tenia una expresión totalmente vaciá.

Emiya lo ultimo que podría hacer era mirar hacia atrás y ver lo que ha hecho, pero eso nunca pasara.

Emiya estaba en el arco de una puerta que al abrirla monstruo un pasillo, el pasillo era 40 metros de largo, estaba iluminado y al final de este estaba una puerta mas que estaba siendo cubierta por unas cortinas blancas.

Pero la escena a la cual le daba la espalda Emiya…

Bueno, toda la habitación estaba totalmente pintada de color rojo sangre.

Las personas que fornicaban sin parar, que pecaban sin detenerse, sus vidas fueron tomadas por el héroe de la justicia, después de todo ellos, sus mentes y almas no tenían arreglo. Mucho menos salvación.

Pero principalmente Emiya se prohibió mirar hacia atrás debido a un cuerpo que estaba casi totalmente intacto. Como señal de respeto y en memoria de sus sentimientos, cubrió con una sabana aquella persona especial, pero rápidamente la sabana blanca se volvió roja por la propia sangre de la mujer.

Emiya había apagado totalmente sus emociones, ya que era bueno permanecer así para no sentir dolor, después de todo masacro a todas esas personas, y sobre todo, mato a la mujer que amaba.

– No me perdonare nunca – pensó Emiya mientras avanzaba por el pasillo dejando atrás aquella habitación la cual pretendía olvidar.

Emiya atravesó las cortinas blancas para llegar a una ultima habitación de piedra con aires de antigüedad, igualmente esta habitación estaba muy bien iluminada por velas. Sin embargo Emiya no le presto nada de su atención a cosas insignificantes. Centro totalmente su atención en alguien.

Emiya no tenia la intenciones de pensar siquiera en el nombre de la mujer que provoco todo esto.

Kiara estaba sobre un altar de la misma manera que Artoria, solo que esta no le cubría ninguna sabana blanca, de igual manera había un circulo mágico debajo de ella. Lo mas sobre saliente de la escena, era que había una daga afilada en el suelo, y Kiara tenia sus muñecas con una herida de cuchilla. Era obvio lo que había sucedido.

Emiya entendía que Kiara había usado su sangre en el ritual, de que manera usaría esa sangre, para el cuerpo de Saber tal vez, pero no le importaba eso.

Emiya tomo la daga, que parecía una arma blanca de doble filo con una hoja de 35cm. Una vez en sus manos la reforzó bastante para que no se rompiera por lo que iba hacer a continuación.

Emiya llego al pie de la mujer, estaba de su lado izquierdo mientras Kiara estaba inconsciente.

El héroe de la justicia levanto su mano en lo alto para tener el suficiente impulso y degollar a la mujer. Su objetivo, el cuello de Kiara. Emiya sin expresión alguna en su rostro bajo su mano con gran fuerza para matar a la mujer. La fuerza que uso Emiya fue tanta que termino por destruir el altar de piedra pulida.

Finalmente Emiya logro matar a Kiara.

Segundos después Emiya soltó la cuchilla y permaneció de pie durante unos minutos mientras tenia una mirada vaciá. Durante esos minutos el personal de la iglesia hizo su aparición. Eran alrededor de 25 personas, sacerdotes quienes aparecieron. Entre ellos estaba Ciel.

Ciel estaba acostumbrada a ver masacres de personas sin sentido, después de todo debido a su trabajo, se encontraba con demasiados locos matando un sin fin de personas.

Pero cuando fue a la siguiente habitación, se llevo una ligera sorpresa, y no era por ver la cabeza de Kiara lejos de su cuerpo, si no por Emiya, no le sorprendía verlo bañado en sangre, le sorprendía ver ese aire de sentimientos negativos a su alrededor.

Odio, tristeza, resentimiento, furia, negación y muchos mas. Todo eso se podía sentir alrededor de Emiya, o al menos Ciel lo sentía.

– Pero por que esta guardando todo eso dentro de su cuerpo? – pensó la chica de cabello azul.

Emiya se estaba dando cuenta de eso, así que trataba de ocultar como realmente se sentía.

Ciel salio de sus pensamientos y fue directamente a Emiya. En el instante que se coloco aun lado de él… Sus ojos, su mirada, sus expresiones, todo estaban totalmente apagado. Ella desde un inicio sabia que este hombre siempre fue una persona que no mostraba muy seguido sus emociones, ella lo notaba en sus ojos grises, pero ahora sus ojos grises eran mucho mas oscuros, y revelaba que sucedido algo grave.

– Emiya, Que fue lo que te sucedió? – pregunto la chica preocupado por él. Pero Ciel no recibió respuesta alguna.

Algo estaba sucediendo con Emiya, y eso era que su sentido del oído no estaba muy bien. El joven Hombre obligo a su propio cuerpo causar una sordera temporal, después de todo, una vez que mato a esa mujer, deseaba estar tranquilo para poder pensar.

Pero alguien lo tomo del brazo y comenzó a moverlo para llamar su atención. Emiya giro su cabeza para ver quien era y vio que se trataba de Ciel. Debido a la sordera que Emiya mismo se provoco, solo podía ver a Ciel moviendo sus labios, era mas que obvio que ella le estaba haciendo preguntas.

Ciel estaba esperando una respuesta de Emiya, pero solamente vio como Emiya se deshacía de su agarre, y segundos después Emiya tenia en sus manos una pertenencia suya.

Emiya le entrego aquella Cruz que se le había caído hace unos minutos a Ciel, y mientras ella veía el objeto en sus manos, Emiya comenzó a caminar hacia la salida, regresando por el mismo camino por donde vino.

Pasaron alrededor de 15 minutos y Emiya ya estaba afuera del vaticano. Estaba en las calles de roma.

Emiya a lo único que le presto atención fue a su entorno. Todo el área desde que entro Kiara al vaticano había sido evacuado rápidamente por la iglesia, y para las personas que habían visto algo raro, simplemente les borraron la memoria..

Eran las 3 AM.

Hacia frio ya que el aliento de Emiya se podía ver.

Al final Emiya fue a sentarse en la vía peatonal, no le importaba estar en ese lugar.

– Esa maldita mujer – pensó Emiya sentado en el suelo – Todo esto lo hizo para tratar de salvarme. Su salvación solo era una mentira, se lo dije. Pero ella solo quería verme como me rompía mientras caía al infierno. Pero para su sorpresa, aun que este muerta. En estos momentos su infierno seria el cielo para mi, ya que ese infierno del que hablaba no se compara en nada en lugar que estoy ahora mismo. He caído en un lugar mucho mas profundo. Un lugar que ni siquiera yo sabia que existía, y creo que aun no toco fondo – dijo y vino a su memoria todo lo que sucedió en estos meses.

– Esos ideales de Héroe, no me llevaran a ningún lado. Pero ahora es lo único que tengo, sacrifique a la mujer que amaba por mis ideales, ahora tendré que estar con ellos por la eternidad. Seré un héroe sin importar que, no importa cuanto tiempo dure en ese camino, o si llego a olvidar quien fui una vez. Ya nada me importa – decía Emiya mientras apretaba sus puños – No me importa nada, ni siquiera yo mismo. Pero esos recuerdos y sentimientos son molestos, y tendré que deshacerme de ellos de una vez – dijo Emiya esto ultimo con voz tranquilo.

Emiya estaba pensado en dañarse de gravedad mentalmente para no recordar cosas que en estos momentos deseaba olvidar, o que consideraba insignificantes. Pero antes de seguir cayendo mas bajo que en el infierno.

Recordó todos los momentos en los cuales estuvo conviviendo con amigos y seres queridos. Recordando todas las cosas buenas que hizo en su vida. Ya que después de esto, ya no recordara nada.

– Viejo... Rin… Saber… – dijo al final Emiya antes de comenzar.

En un futuro no tan lejano, Emiya no merecerá ser llamado héroe, el termino anti héroe le quedara pequeño. Sus recuerdos estarán dañados, y su pasado se perderá en el tiempo. Sera un hombre muerto que camina sin dejar esos ideales, los cuales ya no lo reconocerán. Un hombre que no descansara y dejara de caminar.

Un hombre, un héroe de la justicia con un espíritu como el acero de una espada fue vencido, roto y humillado por una mujer, que lo obligo a alejarse de su verdadero camino, el camino el cual deseaba estar y seguir.

A Emiya no lo quedara de otra que burlase de si mismo por haber dejado de lado su moralidad y los lazos de familia y amigos.

Un largo y oscuro camino le espera a Emiya Shirou.




Salvación en el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora