~° Tu Encanto - Camilo Madrigal

~imaginas cortitos~ (3/3) 💚

No incluí a Julieta porque... Se me hace X, perdón xdxd. 

~•~

Bruno:

Imagina que el Madrigal de las visiones tenía tanto miedo de volver a hablarte que envió a un par de infiltrados a juntar informacion

🍹

—Entonces... ¿Son Emi y Cami por sus papás?—

El par de niños negó en sincronía.

—Yo soy Emiliano por mi tío, mamá eligió mi nombre.—respondió el niño.

—Mi abu Pepa eligió mi nombre, yo soy Camila porque ella quería otra niña pero mi papá salió varón.—

____ rió a gusto con aquello, tal vez no era gracioso, pero había bebido algunos tragos y el alcohol comenzaba a hacer efecto.

—¿conoces a mi abuelo Bruno? Mi abu Julieta me contó que tú eras muy amiga de él.—

La mujer recobró en un segundo sus sentidos al escuchar aquel nombre.

—Brunito... Claro que lo conozco, era mi mejooor~ amigo.—les sonrió—. Pero luego tuve que irme y... no volví a verlo. Pepa dijo que estaba por aquí pero no lo encontré.—

—¿volviste por él?—

____ rió ante la pregunta de Camila, dándole un trago a su bebida.

—No puntualmente, vine por algunos asuntos queee~ no deberían saber un par de niños.—pellizcó sus mejillas con cariño—. Así que dejemos de hablar de mi... ¿saben dónde está Bruno ahora?—

—Nos mandó a hablar contigo.—

—¡Emiliano, deja de contar todo!—Camila lo miró molesta—. Primero al tío Antonio y ahora al abuelo, no seas así.—

—Perdón~

—... ¿no quiere verme?—

—Teme que TÚ no lo quieras ver.—Cami la miró preocupada—. ¿tú lo odias?—

—¿Odiarlo? Yo estoy muy lejos de eso, niña.—

—Bueno... No sabemos dónde está justo ahora, apenas vio toda la gente que venía se puso un poquito nervioso y desapareció.—____ sonrió con aquello.

—Veo que algunas cosas no cambiaron... No te preocupes, sé dónde encontrarlo.—

~•~

Bruno se encontraba sentado en el pequeño pasillo de su puerta, mirando pensativo aquella arepa entre sus manos.

—Juli aún sigue siendo la mejor cocinera que he conocido... Y eso que han pasado años.—

El Madrigal dio un respingo en cuanto la mujer se sentó enfrentada a él, recostando la espalda en la pared.

—Ho-hola, ____...—sonrió apenado—. Que... S-sorpresa verte por aquí.—

—No te hagas, el niño imperactivo me dijo que los mandaste como chivos expiatorios... ¿cómo es eso de que crees que te odio?—

El hombre bajó la mirada a su arepa de nuevo.

—... Dijiste que volverías, que nos casaríamos al crecer... Pero los años pasaron y tú no cumpliste tu promesa... Yo seguía esperándote.—

____ sintió que su corazón se rompió en mil pedazos al ver la tristeza en el rostro del hombre. Se lanzó a abrazarlo con fuerza.