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El viaje de egresados de Eijiro estaba yendo de mal en peor.
En el colectivo, su mejor amiga se sentó con su actual novio, Hanta, en un acto de imperdonable traición. Mina fue la compañera de asiento de Kaminari y Midoriya lo fue de Tenya, por lo que tuvo que sentarse con su mochila adelante del todo. Sola. Aburrida. Sin siquiera un profesor de compañía.
Cuando estaban casi a la mitad del camino el micro sufrió una avería, y se demoraron tres horas en arreglarlo. Si tuviera que sacarle el lado positivo a eso diría que se durmió y por ende el tiempo pasó rápido, pero sus glúteos y piernas sufrieron cada minuto de las dieciséis horas que estuvo sentada.
Durante el resto de la noche, el quilombo que hacían sus demás compañeros no la dejaron descansar. Todo era gritos, música, olor a marihuana incluso, y al llegar al destino(cerca de las diez de la mañana)hacía un calor de la mierda.
Qué bronca.
Ahora, y luego de una hora de charlas motivacionales a plena luz del sol, estaba en la recepción del hotel. Como el destino aún tenía bromas pesadas pensadas solamente para ella, era la única a la que no le habían asignado una habitación, y ya sin paciencia, se acerca a la profesora Aizawa para preguntar por qué el trámite de designarle un cuarto estaba tardando tanto.
─ Siento hacerte esperar Kirishima, estoy solucionando ese tema─le responde, rascando seriamente su mentón─. Al parecer tendrás que compartir habitación con Monoma Neito, de la clase B. ¿La conoces?
¿Conocerla? Já.
¿Cómo no conocer a esa verdadera...?
Egocéntrica, usemos la palabra egocéntrica.
Existe la gente idiota en el mundo. Esa gente antipática, egoísta, fría. Y luego, luego de tooodo eso, estaba Monoma, siempre en el top tres de las personas que más detesta.
Siempre anda elegante por los pasillos de la academia, con una mirada que irradia un "soy superior a todos ustedes, pobres ingenuos", y su cabello bien peinado, resplandeciente. Pero por más hermosa que fuera(porque sí, lo admitía, era bella en su exterior), su personalidad es asquerosa, llegando al punto de que casi todos tienen algún problema con ella.
Además de que esa rubia estúpida también se encargaba de tirarle comentarios molestos en todos los momentos posibles de su día a día.
" ─ Kirishima, eres la perra de Bakugo, espero que lo sepas y que te puedas independizar algún día."
"─ Kirishima, ¿a caso nunca te bañas? Tu pelo es un asco. Con razón el salón de la clase A tiene tan mal olor... Además de su característico aroma a fracaso."
"─ ¡Se te notan las raíces, Kirishima!"
Sin embargo, se siente lo suficientemente agotada como para no contradecir su cruel futuro. Toma sus maletas y se dirige a la habitación, a paso lento, pensando en cómo conseguiría la paciencia suficiente para lograr convivir con aquella chica por siete días.
