de parto

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Narra _____

Estaba en el hospital. Con mi madre. Me habían dado la ropa que se ponen los que estan ingresados aquí. Entré al baño y mi madre me ayudó a ponermela.

Cuando estuve lista salí y una enfermera estaba esperando para ponerme un suero. Yo me senté en la camilla y esperé ya con el suero puesto.

Vinieron unos cuantos medicos más y me hicieron una ecografía. Me confirmaron que estaba de parto.

Por un lado me alegré porque pronto sería madre, pero por otro no. No estaba muy feliz por que Shoto no estaba a mi lado.

Quería que estiviera a mi lado. Mirandome con una sonrisa encantadora, los ojos brillantes, y cara de niño pequeño feliz.

Cuando todos los medicos se fueron nos dejaron solas a mi madre y a mí. Cogí mi telefono y marqué el numero de Shoto. Un tono. Dos tonos. Tres tonos. No contestaba el telefono.

No me alarmé porque convencí a mi mente de que estaría ocupado.

A la media hora le volví a llamar. Tampoco contestó.

Vino una enfermera con una aguja. Por suerte no era la que había estado en el hospital de costa cuando me pasó todo. No sé si mi madre lo sabía. Mejor no arriesgarse.

Habían pasado cuatro horas desde que rompí aguas. Cada media hora llamaba a Shoto. Nunca respondía. Estaba preocuapada. ¿Le habría pasado algo?

Llevaba seis horas en el hospital. Shoto seguía sin contestar. Empecé a sentir dolor en la barriga. Era el momento. Estaba de parto.

- mama, ya viene.- le dije respirando agitadamanete.

Ella me miró y salió al pasillo. Escuché como llamaba a una enfermera. Ambas entraron.

– hay que llevarte a paritorios.– dijo.

Soltó los frenos de la camilla y la dirigió hacia la otra punta de la planta del hospital.

Mi madre vino detrás de la enfermera siguiendonos. Cuando llegamos a paritorios ella no pudo entrar. Se quedó en la puerta.

Había varios medicos en la sala. Todos llevaban guantes y mascarillas de proteccion. Una enfermera se dirigió a mí y me miró.

– ¿estás lista?– me preguntó amablemente.

Yo me giré a ver a mi madre. Estaba hablando por telefono. Me volví hacia la enfermera y asentí.

– empieza a empujar.– me dijo.

Yo accedí. Empecé a empujar. Llevaba lo que yo creo que eran diez minutos empujando cuando oí unos murmullos.

– ya sale la cabeza. Sigue empujando.– me ordenaron.

Estaba poniendo todas mis fuerzas. Me estaba cansado. Me giré hacia la puerta y no ví a mi madre. ¿dónde habrá ido esta mujer?

Volví a empujar. Creo que llevaba ya veinte minutos. No podía más. Estaba agotada. Empujé un poco más y escuché un llanto. Supe que era Marley. Unos medicos la cogieron y se la llevaron. La misma enfermera del principio se acercó a mí, se bajó su mascarilla y se quitó los guantes.

– ya esta. Ya has hechado la aplacenta también.– ví como unos medicos venían con un bebé en brazos.

Me lo tendieron y yo lo cogí. Al cogerla dejó de llorar y me miró con los ojos bien abiertos. Ví la imagen de la persona que más quería en el mundo.

mi amor de fuego y hielo -todoroki x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora