CAPITULO XVII LA PRUEBA VIVIENTE

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POV CAMILA

Nunca en mi vida había tenido tantas ganas de patearle las bolas a Pablo, el muy idiota rompió el momento pasional que estaba teniendo con Michelle y lo peor de todo es que el me estará molestando por mucho tiempo con esto.

Mi mejor amigo tiene esa maldita manía de llegar al departamento como si fuera su casa y varias veces me ha asustado, pues cuando llegó al departamento pensando que estoy sola, el aparece de la nada provocando que casi me diera algún infarto pero jamás pensé que el idiota apareciera justo hoy, sin embargo cuando pensé bien las cosas, me di cuenta que no era tan malo pues de esa manera podría convencer a Michelle de que mi supuesto prometido solo es mi mejor amigo...

Así que lo presente con ella y aunque pude ver la incomodidad en los dos, el le dejo bien claro que nosotros solo somos mejores amigos, aunque aprovecho bien para dejarme en ridículo con sus comentarios, porque la verdad me sentí muy avergonzada de que ella se enterará de que hacía mucho tiempo yo no estaba con nadie, pero después ya no me importo pues lo mejor de todo fue que ella ahora estaba convencida de que yo le decía la verdad, ella se dió cuenta de que yo no les estaba mintiendo respecto a mi relación con Pablo y lo que vino después simplemente fue mágico.

Confieso que soy muy tímida en el ámbito sexual, incluso con mis parejas era muy extraño que yo comenzará el preámbulo para hacerlo, y por eso está noche me desconocía, porque no se de dónde salió ese atrevimiento para abordarla en el momento en que entramos al departamento, era como si tuviera la necesidad de sentirla, quería besarla, tocarla y recorrer todo su cuerpo y para mí fortuna, ella deseaba justo lo mismo y entonces eso era perfecto para estar con alguien después de tanto tiempo.

-Quieres ir a mi habitación?...

Dije con la voz agitada pero sin dejar de besar su cuello, esa parte de ella se estaba volviendo mi perdición.

- Si, vamos...

La tome de la mano y la entrelace con la mía y Dios, era como si nuestras manos estuvieran hechas a la medida perfecta.

-Que bonita vista tienes desde aquí...

Comentó mientras se acercaba a la gran ventana que daba justo a la parte de la playa y al muelle en donde se veían unos pequeños puntitos de luz de los yates y embarcaciones que estaban ahí y eso en combinación con el cielo estrellado nos daba una vista maravillosa, pero para mí ni eso podía llamar mi atención ahora.

- Lo se, pero justo ahora esa vista me parece insignificante si tú estás frente a mi...

Y no le mentía, porque ella estaba ahí frente a mi de espaldas mostrándome ese hermoso trasero y ese cabello largo y sedoso que olía a fresas y que decir del momento en que giro un poco su rostro y me dejó ver ese hermoso perfil que tiene, ella simplemente era mi imagen favorita, Michelle por fin se giró por completo para quedar frente a mi y me miró de una forma tan intensa y sonrió de una manera tan hermosa que mi deseo por ella crecía más cada segundo.

Nos quedamos mirando una frente a la otra, recorrí su cuerpo con mi vista y Dios, ella era lo más perfecto que había visto hasta ahora.

- Eres hermosa...

Fue lo único que salió de mis labios y ella se acercó a mi para comenzar a besarme de nuevo, lento, suave pero con mucha pasión.

- Tu también eres hermosa Camila, y no tienes idea de cómo te estoy deseando...

Y así fue como ya no la deje hablar, me aferre a ella y comencé a caminar hacia la cama para después ir quitando su vestido, ese maldito vestido que me tenía hipnotizada, pero para mí sorpresa basto con verla en ropa interior para ponerme totalmente a los pies de esa mujer.

UNA LECCIÓN PARA LAURENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora