Castaway /LipSoul/

XXX (Final Chapter)

Jungeun había revisado todos sus muebles. La verdad recuperar la memoria le hizo comenzar a pensar en las cosas que dejó y rezó porque siguieran ahí

Si bien encontró sus ropas favoritas, también vio algunas de las que se había olvidado. Y pasó con todo, no solo con la ropa

También se dio el tiempo de leer dos cartas que habían llegado. Ambas del trabajo. La última, decía que estaba despedida. Razones, no asistir al trabajo. Lo encontró bien, era verdad y no la podía negar, no intentaron siquiera buscar razón de su ausencia, podría estar secuestrada en serio y ellos solo la echaron, cero preocupación. Pero ya estaba hecho

Botó las cartas al basurero y se fue a limpiar las manos. Justo cuando estaba en eso el timbre comenzó a sonar. Se alejó para ir a secarse las manos y luego abrir

Antes que volviera a sonar, sacó la protección y abrió. Se encontró con Jinsoul haciendo jugar sus manos con el gorro que tenía en frente

—¿Jinsoul?— Preguntó sorprendida, algo nerviosa —¿Cómo encontraste cuál departamento era?—

—Encontré tu dirección exacta— Contestó simple

—¿Cómo?—

—No me interroges así— Su boca formó una mueca de miedo y volvió a apretar el gorro decorado con un pescado

—Perdón, es que no pensé verte aquí así— Contestó formando una sonrisa en sus labios —¿Y qué te hizo venir?—

—Tú—

—Supongo que no vienes a decirme que me devuelva— Lo decía con todo un desorden detrás suyo

—No, no— Negó rápida, su gorro lo arrugó y se lo guardó en el bolsillo grande de su chaleco —Todo lo contrario—

—¿A qué te refieres con todo lo contrario?— Soltó la puerta y su posición cambió a una más atenta

—A que te quería decir algo de frente, antes que comiences con tu vida aquí y yo siga allá— Nerviosa, movió su mano —Aunque respecto a devolverte, no tengo que decirlo, ya lo sabes. Te recibiría aunque el mundo se vaya abajo. Aunque sea niñera y tenga que botar niños a la calle—

—Genial...— Dijo en medio de su risa melodiosa por las referencias usadas —¿Y qué me debes decir?—

—Te iba a decir que me gustas y me enamoré de ti en todo el tiempo que estuviste en casa— Confesó tragando saliva

—Jinsoul, yo...— Fue interrumpida

—Déjame terminar por favor, porque pensé mucho en las palabras que-que te quería decir— Sus hombros se encogieron

—Bueno— Otra vez sonrió por sus palabras

—Continuando, desde el primer día que quería estar para ti, salvarte, atenderte, que te sientas cómoda. Así, las cosas no se me fueron confundiendo, yo las confundí a ellas. Pensaba que era un sentimiento de buena persona, pero las cosas no eran así, el mundo, mi corazón y todo estaba listo para enamorarme de ti— Miraba el suelo a ratos para no ver a la castaña a la cara —Me dirás, es muy pronto como pensar que siento mucho, pero me di cuenta que es cierto que la persona correcta se sentirá perfecta desde el primer día y será para toda la vida—

La mirada de Jungeun se comenzó a relajar teniéndola en frente, quedándose en silencio mientras las palabras de la otra le llegaban a cada parte de su corazón

—Me equivoqué un poco en ver el mundo, y fueron muchos años en los que me equivoqué cuando hablaba sobre el amor— Ahora sí sus ojos subieron y se encontraron con los de Jungeun —Por ejemplo, di por firmado que el amor era algo segundo, primero habían más cosas. Dije que uno no podía dejar todo por amor cuando hay más cosas en la vida como la familia, pero mírame ahora, dejé todo botado, mi hija, mi hermana y mi trabajo con tal de venir a verte. Siento que me di vuelta a mí misma, o tu me diste vuelta el mundo. Me diste vuelta la realidad y sé ahora que ese amor existe— Al final, una sonrisa se le escapó de sinceridad