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HOODIE; 04.

Sus pies estaban sumergidos en la piscina iluminada, ella era la única que parecía arriesgarse a estar allí en su estado de ebriedad, o quizás era el que hacía demasiado frio y nadie quería agarrar una hipotermia.

Sea cual sea la razón, ella se encontraba completamente sola.

El suéter ahora estaba rodeando su cuerpo y dándole el calor que ella necesitaba, el calor que deseaba que la dueña del hoodie le diera pero que en ese momento no se veía ni cerca de ser posible. El olor de su perfume llegaba a su nariz y ella lo respiraba con gusto, llevando la botella hasta sus labios y bebiéndolo como si de agua se tratara aun cuando el licor quemaba su garganta de una manera bonita. Ella necesitaba estar ebria, no quería estar sobria.

Dejó con torpeza la botella a su lado y se colocó la capucha al notar como varias personas la miraban intrigadas, seguramente se preguntaban que hacia la gran Karla Camila, capitana de las porristas, la chica más popular y caliente del instituto allí, llorando como si de una niña se tratara, con su maquillaje corrido y su cabello hecho un desastre mientras bebía como borracho en busca de su medicina diaria. Odiaba que la miraran de esa forma, ella prefería que la miraran como si de una diosa se tratara, porque eso sucedía constantemente desde que su golpe de pubertad llegó.

Pero ahora la miraban como si ella fuera la persona más fracasada del mundo, y lo odiaba.

Karla recordaba haberse reído de Ariana cuando la encontró llorando en su habitación mientras bebía un pack completo de cerveza ella sola, ella recordaba haberle dicho que era estúpido llorar por alguien. "Si no te quiere ya en su vida, ¡Poom! Busca a alguien más." Eran las palabras que le había dicho, y ahora sabia porque Ariana la había echado de su casa, ahora lo entendía, ahora lo comprendía.

Ahora lo hacía porque ella lo estaba haciendo, estaba tomando dos botellas de vodka mediano ella sola mientras su cerebro le repetía una y otra vez que era una inútil insuficiente y que por eso Lauren se mudó tan rápido de ella. (N/A: "mudó" es una forma de decir que siguió adelante, la superó.) Porque, si tanto querías a una persona, no la superas en 4 meses.

A no ser que nunca te haya querido de verdad.

La capucha cubría su cara completamente luego de que ella haya tirado de las cuerdas y las haya atado, lo único que se lograba ver bien era sus labios y solo los dejó libres para poder seguir bebiendo. Y de aquella forma se sintió más ridícula, sintió pena de ella misma pero no quiso cambiarlo. Quería estar triste.

–¡Oh, yo tenía un hoodie parecido a ese! –su voz rasposa logró llegar a sus oídos aun cuando la música sonaba ruidosamente, aun cuando el hoodie tapaba su orejas, aun cuando Camila se ahogó con el licor que bebía al saber de quién provenía aquel angelical sonido–. ¿Te gusta Nirvana?

No hubo respuesta, pero a Jauregui no le importó, en cambio, se sentó al lado de Camila aunque ella no sabía que era Camila ya que su rostro completo se veía tapado por la capucha. Pero aquel hecho solo causó curiosidad en la chica de ojos verdes, pues aquella chica parecía... solitaria.

A Lauren no le gustaba ver a la gente triste.

–Es un lindo suéter, el que yo tenía se lo dejé a mi ex– dijo antes de soltar una pequeña risa, diciendo aquello como si fuera un dato irrelevante pero que a Camila le causó mil cosas dentro suyo. ¿se lo había dejado? –. Digo... a ella le gustaba mucho, y no me sentía bien quitándoselo.

Tampoco hubo respuesta, pero no porque Camila no quisiera hablar, sino porque un nudo enorme se había instalado en su garganta luego de volver a escucharla y saber que se refería a ella, estaba hablando de ella, lo estaba haciendo y en su voz no parecía haber pizca de dolor, rencor ni nada por el estilo. Y Karla no sabía si tomar ello como algo bueno, o algo malo.

HOODIE ! CamrenWhere stories live. Discover now