Pt.2; Cap. 6

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Joder, ¡Joder!

Tuve que correr al baño. Y menos mal que llegué a tiempo, porque vomité el desayuno al completo.

Abrazada al váter, suspiré, sintiendo que ya no quedaba nada.

Definitivamente, no logré librarme del atracón de golosinas y comida basura hará unos días atrás —sumándole los nervios y estrés de días atrás—,  y mi estómago ya no pudo soportarlo más.

Logré levantarme y me lavé la cara, a la par que me refrescaba. ¡Maldita comida mejicana!

«Y las golosinas, y el refresco, y las patatas fritas, y el chocolate...»

Suspiré.

El ruido de la puerta me sobresaltó.

—¡Pasa!

Entró Elsa y cerró de nuevo.

—¿Estás bien?

Asentí.

—Sí —exhalé—. Tan sólo es el estómago. Digamos que me pegué un atracón de comida y el Karma acaba de devolvérmela.

Ahogó una risa, pero frunció el ceño.

—¿Estás segura de que es eso?

Y su rostro lo dijo todo. Abrí la boca, sorprendida.

—¡Por supuesto! —aseguré—. Por Dios, claro que no estoy embarazada.

—Vale, vale. Tan sólo me aseguraba.

—Ya sabes que los nervios me hacen comer y no logro contenerme.

—Tranquila, te creo, pero yo... —dijo—. De hecho, sí necesito tu ayuda.

Y su rostro se contrajo con preocupación. Y me preocupé yo.

—¿Qué ocurre, El?

—Verás... No he hablado todavía de esto con nadie. Ni mamá o Kevin.

—Elsa... ¿Qué pasa?

—Necesitaba hablarlo contigo, dado que para esto eres la más sensata de las tres. Y la que más iba a comprenderme.

—Elsa, estás preocupándome... —dije—. Dime ya qué narices pasa.

Entonces, sacó de detrás de su espalda algo y me lo mostró. Cuando vi lo que era, mi boca se abrió; comprendiendo a qué se refería.

¡Un test de embarazo!

—¿Estás...?

Su rostro se arrugó.

—No... lo sé —bufó—. No he sido capaz de hacerme el test.

—¿Cuánto hace que no...?

—Tengo un retraso de tres semanas.

Cubrí mi boca, sorprendida.

—¿Y todavía no te has hecho ninguno? Quizá es sólo un retraso.

—No lo sé —suspiró y luego alzó el test—. Pero me gustaría descubrirlo contigo.

Sonreí y asentí.

Elsa se hizo el test y esperamos.

—¿Lo habíais hablado antes? —dije y ella me miró—. Lo de tener otro hijo.

—¿La verdad? No lo había ni pensado o hablado con Kevin... —su ceño se arrugó, casi con pánico—. ¿Y si él no quiere?

—Elsa, si ese fuera el caso, Kevin estaría encantado. Te adora con todo su ser y otro hijo contigo para él sería... —jadeé levemente—. Maravilloso.

UN TRATO Y POCO AMOR ✔ [ ¡¡EN PAPEL!!]Where stories live. Discover now