Wonderwall ⸙Wonkyu⸙

30. Abrazo

La luz del sol pega en sus ojos, otra mañana más que amanecía entre los brazos de Siwon, amaba eso, amanecer entre sus brazos haciéndo que se sienta seguro y tranquilo.
Lo mira unos segundos y se sube sobre él dejando su cabeza a la altura de su pecho, casi al instante siente una ligera caricia que lo obliga a sonreír

—Buenos días, Baby Kyu—

—Buenos dias—     eleva la mirada y le sonríe con ternura

—¿Sabes? Te ves muy lindo cuando recién te despiertas—     corre algunos mechones de pelo que le cubrían la cara a Kyuhyun, los rayos de sol iluminando la clara y bella de piel del menor era una obra de arte, el lunar debajo de su ojo le daba un toque especial a su mirada.

—¿Si?—

—Si, en serio debo felicitar a tus padres por el gran trabajo en equipo que hicieron—    el castaño le sonríe sonrojandose     —¿Vas a hablar con tu madre hoy?—      Kyuhyun rueda los ojos y vuelve a recostarse en su pecho     —Ya pasaron dos semanas Kyu y Ahra te dijo que debías ir porque tu madre está angustiada—

—No quiero tolerar su malhumor—

—Pero los extrañas—

—Claro que no, estoy bien aquí contigo y tus padres—

—No mientas, te creo si me dices que te sientes a gusto pero la realidad es que los extrañas, no creas que no me di cuenta que anoche querías llamar a tu padre—

—Genial, ahora me espías—     se sale de encima y vuelve a su lugar de la cama mientras abraza la almohada

—No es momento de enojarse, pero necesito que me escuches amor solo quiero lo mejor para ti y lo sabes—     lo abraza por detrás     —Seria un mal novio si no te dijera que regreses a hablar con ellos—

—Me gusta estar así contigo—

—Y a mi también, me encanta esto, pero a la vez siento que tal vez... Aun no estamos listos para esto, no creo que sea buena idea comenzar a convivir desde ahora—

Kyuhyun medita bien aquellas palabras, tenía razón, ambos eran muy jóvenes aún y cada uno tenía planes.
No quería que su relación terminara como la de algunas parejas que hacen muchas cosas juntas constantemente y luego terminan muy mal, no quería cansarse de Siwon y tampoco quería que él se cansara. Siwon tenía a sus compañeros de tenis y en ocasiones salían a comer, muchas veces lo había invitado pero sabía que de esa forma Siwon no iba a poder soltarse por completo así que decidía negarse y darle su espacio

—Tienes razón—     lo mira     —Lo intentaré, si?—    Siwon le sonríe y el castaño ve la oportunidad de poner su dedo en uno de sus hoyuelos —Mr. Dimples—

—Deja en paz mis hoyuelos—

Kyuhyun se acerca y le da varios besos cortos que Siwon corresponde.

ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ

Kyuhyun miraba fijamente la taza de té sobre la mesa, sus padres se mantenían callados y lo miraban fijamente esperando a que dijera algo.

—Soy feliz—      suelta Kyuhyun llamando la atención de los presentes     —Lamento haberme ido así aquel día, sinceramente no pensé con claridad pero tampoco quería seguir aguantando tus palabras hirientes mamá y ya estoy harto de esconderme ocultando lo que en realidad siento, no te pido que lo aceptes y que salgas a la calle con una bandera con los colores del arcoíris gritando "mi hijo es gay" solo te pido que lo respetes mamá, no es fácil pero al menos intentalo, por favor—      la madre de Kyuhyun baja la mirada sin decir ni una palabra      —Sigo siendo el mismo, me da algo de pena mostrar mis sentimientos en público, me gusta ir los domingos a misa por voluntad propia y no por obligación, en ocasiones Siwon me acompañó a rezar en los templos, también los sigo amando a ti a papá y a Ahra como siempre lo he hecho, ustedes son mi todo. Sigo siendo el mismo, no me trates diferente—      la mirada de su madre se eleva y las lágrimas comienzan a caer sin parar por sus mejillas, Kyuhyun al verla también rompe en llanto, se pone de pie y camina hasta llegar a su lado, lentamente su madre se pone de pie y lo abraza con fuerza.

—Lo siento cariño... Lo siento—     le decía repetidas veces mientras olía el aroma de la ropa de su hijo, ella amaba a Kyuhyun, lo amaba tanto como el primer día que lo vio entre sus brazos. Si, estaba desilusionada, le dolía saber que su hijo no estaría en un altar esperando a una bonita mujer vestida de blanco, pero no quería perderlo, tampoco quería verlo infeliz      —Te amo mi pequeño bebé—

—Y yo a ti mamá, perdoname—     la abraza con fuerza y mira a su padre y Siwon quienes sonreían enternecidos por aquella linda escena.

Se sentía bien... El abrazo de su madre se sentía muy bien

ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ࿐♡ೃ

Mientras Siwon empujaba a Kyuhyun en el columpio el sol comenzó a ocultarse dándoles a entender que ya debían irse cada uno a su casa.

—Ya deberíamos irnos—     el menor pone sus pies en el suelo y se gira para mirarlo

—Voy a extrañar dormir contigo—      le dice bajito mientras pone ojitos de cachorro

—Baby puedes ir a dormir en mi casa las veces que quieras—     se acerca a Kyuhyun y corrobora que a su alrededor no haya nadie y lo besa      —Debo recompensarte por las palabras tan maduras que usaste con tu madre—     le dice mirandolo fijamente

—Te encanta antojarme ¿verdad?—

—En realidad me gusta la dulce y pervertida mirada que pones cuando te digo que habrá sexo—

—Es que... No sé, lo disfruto, me encanta porque tu haces que ese momento se sienta especial, dejando de lado la excitacion del momento la forma en que me miras y me besas me hace sentirme... Lindo—      le confiesa con las mejillas sonrojadas

—Tu eres hermoso Kyu—      le sonríe      —No hace falta que te lo diga o que tengamos sexo para sentirte así, todos los días te ves como una maldita obra de arte—

—Que hombre tan cursi—     ríe y se pone de pie, intenta agarrar su bolso pero Siwon se anticipa      —En serio no tienes que cargar mi bolso, Won—

—Pero yo quiero hacerlo, vamos—     comienzan a caminar y Kyuhyun mira sus manos mientras caminaban, aún sentían algo de miedo por caminar tomados de la mano en algún lugar circulado, no les molestaban las miradas pero los comentarios o susurros hacían que un lindo momento entre ellos se estropee      —Amor, algún día caminaremos de la mano sin que nadie nos importe, lo prometo—

Kyuhyun le sonríe sonrojandose levemente y siguen su camino hasta la casa.