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VINNIE HACKER.
Son casi las siete de la mañana cuando siento que Olivia comienza a saltar sobre mi. Oh, no.
¿Dios? Ya llévame.
No me malinterpreten. La amo, sin dudas es la luz que ilumina mis días. Pero la muy desgraciada nunca me deja dormir. Y a veces, muy pocas veces, me dan ganas de tirarme de un puente cuando me hace tal cosa.
Pero, sin embargo. Soy conciente de porque está tan feliz y emocionada a estás horas, así que no me quejo. Ya que en parte, me encanta pasar tiempo con ella.
—¡Arriba, bello durmiente! — exclama, dando saltitos —¡Arriba, arriba!.
Para arriba me quiero ir.
Es broma, bromita, chiste, humor, comedia. Me levanto un poco sobre nuestra cama y me restregó el ojo para poder verla mejor, ladeó mi cabeza y enfoco mi vista hacia ella. Quien está radiante, preciosa como siempre.
El corazón se me acelera al verla tan contenta, mi yo del pasado no podría creer lo bien que le hace ver a su chica feliz. Pero eso es lo sucede, en cada ocasión que Livvy está alegre, yo también lo estoy.
Sin dudas, ella es mi felicidad.
—Buenos días, esposa —digo con mi voz de recién despierto, logrando así que ella deje de saltar y se acerque a mi con una sonrisa.
—Buenos días, bobo —me dice, dejando un sonoro beso en mi mejilla.
Pongo los ojos en blanco y la miro con media sonrisa.
—Yo que me mato poniéndote apodos lindos y tú solo me insultas, que linda eres —susurro, pasando las manos por mi cabello.
—Mis apodos son lindos, que tú no sepas apreciarlos es tu problema —me dice con una mueca de diversión.
—¿Insultarme es algo lindo para ti, amor? —le pregunto, alzando una ceja.
—Si, porque tú nunca te enfadas conmigo si lo hago —me dice, levantándose de la cama y dirigiéndose a la cocina —¡El desayuno está listo, si no vienes en diez minutos se lo doy a Hera!.
Sonrío al escucharla y como el chico obediente que soy, me levanto de la cama y camino hacia el baño. Dónde no me tardo mucho, al salir de este, me encamino hacia nuestro armario y tomo una camiseta para colocarmela rápidamente.
Agradezco demasiado estar en un lugar donde no hace ni tanto frío ni tanto calor, y también agradezco que hoy sea nuestro día libre, estoy cansado de usar trajes todos los días.
¿Que pasaba por mi cabeza al querer ser un abogado? Porque ahora me estoy arrepintiendo un poco bastante.
No precisamente porque no me guste el trabajo o algo por el estilo, me encanta dedicarme a eso y ser bueno en lo que hago. Lo que no me gusta de la situación, es que no tengo nada de tiempo para ver a Olivia como solía hacerlo antes. Y es un poco triste para mí no estar con ella en algunos momentos del día. La extraño de formas horribles pero no puedo hacer nada para cambiarlo.
Lo único bueno de todo esto, es que a veces ambos coincidimos en nuestros días libres. Cómo hoy, por eso es que Olivia se la pasa feliz y decide despertarme súper temprano para que aprovechemos el día al máximo.
En cuanto salgo del cuarto, camino por el pasillo que antes tenía las paredes blancas, pero que con el pasar del tiempo comenzamos a pintar con Olivia. Más bien dicho, ella comenzó a pintar. Yo solo me dispuse a mirarla mientras lo hacía y a pasarle los pinceles que necesitaba.
En cuanto me adentro en la cocina, me detengo en la entrada de esta al ver a Livvy terminando de preparar el desayuno, sonrío de forma inevitable al verla bailar de un lado a otro mientras canta PaperRings de Taylor Swift.
Me acerco a ella sin intenciones de cortar su inspiración y me coloco a su lado. Ensanchó mi sonrisa al verla señalarme mientras continua cantando la canción, y le hago caso enseguida cuando me hace señas para que me acerque a bailar con ella.
—¡Ven, mi amor! —exclama, contenta.
La rodeo dócilmente por la cintura con mi brazo y la acerco a mi. Le prestó atención a todo su rostro. Amo tenerla tan cerca de mi. Hace mucho tiempo que no estamos así de juntos. Sus pecas resaltan más ya que no tiene nada de maquillaje encima y sus ojitos preciosos brillan más que nunca. Como si millones de estrellitas habitarán en ellos.
En casa.
Así me siento cada vez que estoy junto a ella.
—Voy a quemar el desayuno, después seguimos bailando —susurra por lo bajo, intentando alejarse de mi.
Niego con la cabeza como un niño pequeño y la abrazo más a mi.
—¡Nooo! —alargo la última letra y sigo negando —Deja que se queme, al fin y al cabo no tengo hambre.
Escucho como se ríe y siento que todo en la vida está bien solo por el simple hecho de haber oído ese sonido venir de ella.
—Pues yo si tengo hambre y no quiero que el desayuno se me carbónice, esposo —murmura, la maldita. Sabe lo que está haciendo.
Resoplo y en vez de separarme de ella, agarro sus piernas y tiró de ella hacia arriba para hacer que se siente sobre la barra de la cocina. Mientras yo tomo la espátula con la que está volteando los panqueques y me encargo de hacerlo yo. Bajo su atenta mirada.
Y así es como nos pasamos todo el día, juntos. En casa.
Y no, no hablo de las paredes que nos rodean. Hablo de nosotros, ambos nos consideramos el hogar del otro. Porque al final eso es lo que somos; nuestro lugar seguro.
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holu :b
quería hacerles un extra a mis nenes porque se lo merecen más que nadie :c
y obvio no estuve tres días escribiendo esto porque cada que lo hacia me ponía a llorar por el amor que le tengo a mis nenes, obvio no, not me, wrong bitch 🏃🏃
en fin, ayer ví como 3 tiktoks que le hicieron a Olivia y quedé ¿??¿?? me siento famosa, una celebridad. así que no sé si las chicas q los hicieron están leyendo esto pero muchas gracias, me hicieron sentir como taylor swift 😭😭
en fin, muchas gracias por leer olivia y por todo el apoyo que sigue recibiendo, me hacen muy feliz como una lombriz :D
