A Love You Will Die For [Vol. 1] ⋆ Kookv & Vmin

Capítulo 22

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 22. Abstinencia

Entraron en el coche de Rayna, Taehyung se puso al volante, Soobin se sentó atrás junto a la chica y Joon ocupó el asiento de copiloto. Jungkook, sin embargo, no subió al vehículo. Taehyung le pidió que lo hiciera, pero él le devolvió una mirada que le indicó que no contarían con su compañía.

—Me aseguraré de que Jimin está bien —le dijo Jungkook tranquilamente al otro lado de la ventanilla bajada—. Conduce con cuidado, amor.

Taehyung se colocó el cinturón de seguridad y le observó un instante, después prendió el motor y puso el Fiat en marcha. No presionó a Jungkook porque Rayna todavía sangraba, y porque deseaba que alguien se preocupara por Jimin, mientras él los llevaba de vuelta a Shadowfell.

Esa noche, Taehyung condujo hacia su propia casa. Era grande, tenían habitaciones para que Rayna y Joon se quedasen, y pensaba llevárselos con él. Durante el trayecto, Joon toqueteaba el grueso anillo que llevaba en el dedo corazón; su silencio era más denso de lo habitual. Soobin ayudó a Rayna a vendarse el brazo con unas vendas que Joon llevaba en su mochila.

—¿Cómo es que estás vivo? No respirabas. No tenías pulso, estabas totalmente... —a Soobin se le cortó la voz, como si la palabra muerto se le atragantara.

—El anillo —fue lo único que Joon respondió.

Taehyung le miró de soslayo.

—Si esa cosa te protege, no vuelvas a quitártelo —expresó al volante.

Mientras conducía con cautela hacia Shadowfell, vislumbraba la luna llena al oeste. Era una perla redonda y blanca, situada por encima del horizonte de coníferas. Todos oyeron el lamento del último aullido del hombre lobo, Taehyung tragó saliva y apretó los nudillos sobre el volante, deseando que Jimin y Jungkook estuvieran bien.

Luego extendió los dedos y dobló ligeramente el espejo retrovisor para echarles un vistazo a Rayna y Soobin. El joven le había anudado el vendaje, ella parecía débil. Compartieron un par de interacciones en voz baja, que ni Taehyung ni Joon pudieron oír.

Pensar en que Soobin estaba allí, con ellos, levantaba el instinto protector de hermano mayor frente al más joven. Quería aporrearle y pedirle explicaciones, pero estaba seguro de que, a esas alturas, y habiendo llegado hasta allí, era él el que las necesitaba. De ese modo, apretó los labios y optó por no recriminarle nada. Se encargaría de ofrecerle respuestas cuando volvieran a casa.

—Les hemos visto —habló Joon un rato después—. Dave es un licántropo. También su tío, Alex. Creo que los hermanos De Fiore estarán en problemas; Jimin le hizo frente a Alex Trench y estuvo a punto de matarle. Apuesto a que esto no quedará en un simple enfrentamiento para Jungkook. Y tampoco para mí, desde luego. No obstante, nosotros no fuimos a hacerles daño, sólo metimos la cabeza en la boca del lobo en el momento incorrecto. No sabíamos que estarían allí.

—Joon, todos vivimos en Shadowfell; no puede haber más muertes —dijo Rayna de forma tajante.

—¿Tienes alguna idea pacífica, querida alumna? —Namjoon se hundió en el asiento, cruzado de brazos.

—No tengo el premio nobel de la paz —manifestaba la ojiverde—, sin embargo, las rencillas entre vampiros y hombres lobo no pueden quedar por encima del impacto que de por sí se ha producido en el pueblo con tantas pérdidas. Deben llegar a un acuerdo.