〘 ❦ 15 ❦ 〙

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Se dejó llevar por ese sentimiento. Sintiendo todo el intercambio de emociones. Su calor. Se filtro dentro de él, lo envolvio hasta que no podía controlarse así mismo. Sentía pequeñas corrientes de electricidad recorrer por su pecho, pero aún se encontraba preocupado y quiso separarse pero Freddy sostuvo sus mejillas para evitar que se alejara y así pudieran continuar con esa increible sensación que los emocionaba por dentro.

En algún momento su beso que antes era tierno y suave se volvio a uno rápidi y aturdidor. El beso iba más allá de lo que sentían. Monty no podía tener suficiente, pero tampoco podía tomar más. Era demasiado para él, seguía perdiendo el control de si mismo. Quería colapsar, pero el oso lo mantuvo firme hasta que finalmente se alejó, teniendo sus ojos entrecerrados y la mirada perdida en ellos hasta que se enfoco fijamente en la mirada de Freddy quién parecía estar igual que él, pero este mantenía una sonrisa encantadora y alegre en su rostro- Monty me encanta-

-No. -dijo Monty viendo como Freddy suspiraba y hundía su cara en el hueco de su cuello- Por favor, no lo digas...-se alejó y volvió la mirada insegura y llena de miedo brillando en sus ojos. Parecía un ciervo atrapado por los faros y no sabía cómo salir de allí sin necesitar la ayuda de alguien. Apreto los dientes con fuerza al igual que sus puños.

-¡Mantente alejado de mí! -gruño, pero su voz no tenía la convicción que normalmente tenía.

-No. -Respondió Freddy, tratando de mantener la calma en su voz. Monty lo ignoró y lo golpeó con fuerza para sacarlo del camino por lo que comenzó a caminar hacia la salida. Su acción lastimó mucho a Freddy y no solo físicamente, pero él no lo dejaría ir tan fácilmente. La neblina en sus ojos se desvaneció y se encontró persiguiendo al caimán. No tenía intención de dejarlo ir, no cuando todo estaba empezando a encajar perfectamente entre ellos.

-¡No te vas a ir! -siseó, toda la sensación de calma desapareció de su sistema. Lo agarro por el brazo y tiró de él hacia atrás.

Monty se dio la vuelta, se notaba su ira contorsionando en su rostro. Levanto el puño como amenaza, pero Freddy se mantuvo firme sin verse afectado. Él no se echaría atrás esta vez. No lo dejaría hacer eso y más ahora que sabía que había algo más entre ellos dos. Sabía que Monty se sentía atraído por él aunque este lo negara. Sabía que estaba huyendo y no lo dejaría. Lentamente vio como su ira se disipaba, solo para ser remplazada por miedo y dolor una vez más.

-No te dejaré -dijo esta vez más calmado- No voy a dejarte ir...

-¿Crees que puedes evitar que me vaya? -respondió Monty con una voz fría y brutal.

-Sí. -susurro, dejando al descubierto una vez más sus sentimientos, haciéndolo sentirse completamente vulnerable. Quería bajar la mirada por el rechazo del caimán, pero se obligo a seguir mirándolo. Tenía que ser más fuerte que eso si quería tenerlo de nuevo en sus brazos.

Los ojos de Monty parecían vidriosos, como si estuviera perdido, perdido en la negación y la aceptación. Luego volvieron a enfocarse, ardiendo de ira.

-Mantente alejado de mí.

-No, no lo haré -dijo de nuevo, esta vez con firmeza y atrayéndolo a su cuerpo para poder apresarlo en sus brazos y así formar un abrazo de oso.

No le importaba cuanto el caimán intentara empujarlo para liberarse, permaneció inmóvil en su posición, esta vez abrazándolo con más protección.

-¡Vete a la mierda! No me toques -Su voz sonaba tan dolida. Como el sonido de un animal herido, asustado y agonizante.

-No voy a dejarte ir.

Freddy presiono su cuerpo contra el suyo, manteniendolo muy cerca de su cuerpo. Obligándolo a quedarse con él. Las luchas del otro se intensificaron, pero se negó a dejarlo ir. Lo pateó, lo mordió y lo golpeó por muchos minutos hasta que finalmente se detuvo. Se calmo y fue como si toda la tensión hubiera huido de su cuerpo.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐌𝐄 𝐁𝐄𝐓𝐖𝐄𝐄𝐍 𝐋𝐎𝐎𝐊𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora