Las gatoaventuras de Kaminari

Grato encuentro

Después de haber corrido un buen rato había dado vuelta en un callejón sin salida, estaba oscuro y húmedo ya que desde hace rato había empezado a llover ligeramente.

Pero al menos ya estaba lejos de esos hombres, ¿no?, solo esperaba que no lo encontraran, sabía que probablemente su papá ya estaba buscándolo pero esperaba que con la lluvia y el montón de gatos que se refugiaban en el lugar  su olor se aligerará un poco.

Lo malo del montón de gatos, es que poco a poco se acercaban a él amenazantes, probablemente porque se había metido en su territorio, temblaba de lo terroríficos que se veían.

¿Acaso a ese de ahí le faltaba un ojo?

Solo quería regresar al cálido departamento de Kaminari y recostarse en el mullido sillón mientras Izuku le daba un baño detrás de sus orejas oyendo el tecleo que hacían los dedos de su amo rubio mientras escribía en ese aparato tan curioso pero tan cálido, perfecto para acurrucarse aunque le calara la luz de la pantalla.

Quería a Izuku justo ahora.

Y quería a Kacchan también.

Que ambos vinieran y lo salvarán de esos horribles gatos que lo empezaban acorralar en una esquina mientras le bufaban grotescamente.

Justo cuando creyó que era su fin cierra los ojos esperando la fuerte aporreada que le darían por meterse en territorio ajeno, escucha el fuerte estruendo de unos botes de basura caer haciendo que algunos gatos brinquen asustados y otros salgan corriendo.

Mira donde una sombra que baja por los contenedores de basura y se posiciona frente suyo como si lo estuviera protegiendo.

Lo oye bufar y lo ve sacar las garras estirando el cuerpo para verse imponente ante los otros gatos.

Por la poca luz no logra ver bien de quien se trata pero le agradece mentalmente cuando los gatos callejeros se rinden y mejor huyen del lugar.

Aunque vuelve a temblar cuando la silueta se da vuelta y por las sombras de las luces le hace ver intimidante y aterrador.

Saca las garras listo para atacar cuando lo ve acercarse mucho y salir de la oscuridad.

"¡Shōchan! Te encontré"

El pelaje verde de Izuku entra en su campo de visión, mostrando su tierna figura y se acerca para lamberle el rostro preocupado por el.

El casi suelta todo el aire contenido y se restriega contra el cuerpo de Izuku para impregnarse de su olor y quitar el miedo que siente.

"Ya no temas Shōchan, ¡ya estoy aquí!"

Izuku, su héroe.

"No por mucho"

Ambos voltean asustados por la nueva presencia en el callejón.

Shōchan se encoge escondiéndose detrás de Izuku ante la presencia de su padre Endeavor.

El gato rojo toma asiento frente al callejón dejándoles sin salida a ambos, observándolos mientras mueve su cola como depredador cazando a sus presas.

"Shōto, vendrás conmigo"

"Si Shōchan no quiere ir, entonces él no lo hará" empieza Izuku, erizando la cola, pero con las patitas temblando del miedo.

"Shōchan tiene un deber que debe cumplir, ser el número uno"

"Ese no es ningún deber, Shōchan no desea eso, ese es sólo su sueño y si no pudo cumplirlo quizás no era para usted"

Endeavor lo ve indignado, ¿como ese estupido cachorro se atrevía a hablarle así a alguien como él?

"Deje a Shōchan vivir su vida en paz"