Eres la princesa, futura heredera al trono de tu padre en cuanto se vaya de este mundo. Haz estado preparándote desde que eras niñas. Sin embargo han habido peligros tanto en el castillo y fuera de el
Tu padre, el rey hizo que tengas un escudero o guardaespaldas o algo así pero el te protegería de cualquier peligro, arriesgando su vida en múltiples ocasiones incluso cuando esta mal herido.
Todo muy bonito ¿cierto? Bueno en parte si lo es pero...las veces que te ha cuidado o te acompaña en lugares lejanos siempre lo mirabas algo ¿agresivo? O algo así ya que lo que hacia no se expresaba con palabras
—Ammm...princesa...esto...¿sigues enojada?—
Asientes sin dirigirle la mirada
—Uy...ammm, ¿no servira de nada si me disculpo?..— -sono arrepentido-
Tu solo los escuchabas, querias ignorarlo pero sabes que eso no es de buen gusto
—Escucha lo siento ¿si?, es que...tenia que hacerlo...dije que cualquier cosa que pasara te protegeria...aun que no quisiste tenia que hacerlo. Tu padre me lo podio y solo acato ordenes—
Le dices que no importa lo que decia tu padre si no lo que hizo en ese lugar, habia asesinado a alguien que solo debia de ser detenido
—Se que lo que hice quiza estaba mal pero, entiende solo te protego...ese tonto pudo haber hecho...no lo se secuestrarte o algo así...no iba a dejar que eso pasara—
Seguias galopando tu caballo hasta que viste que se puso en frente
—Escucha...en serio lo siento...no quize asustarte, solo quiero protegerte de lo que sea es mi deber ¿no?— -se puso en una rodilla- —Te doy mi palabra de caballero...si lo vuelvo a hacer no lo sere mas ¿esta bien?—
Regresaron al castillo en la noche y era la hora de dormir los guardias incluyendo a tu caballero el cuál vigilaba sobre todo tu habitación
—Tengo que protegerla...de todo...no puedo perderla...si eso pasa...no valdre nada— -dijo en la puerta de tu cuarto-
Se escucho un ruiodo dentro de tu cuarto tu no despertaste por que tu sueño era algo pesado, tu caballero se asomo de manera discreta
—No...no permitire que le hagas daño a mi princesa..— -dijo después de entrar y atravesar al ladron con la espada en el centro de su cuerpo- —Creo que ya ni pensaras en eso ¿verdad?— -dijo riendo levemente para arrojar el cuerpo por la ventana-
Poco a poco ibas despertandote, estabas como ¿qué pasa?. Hasta que miraste a tu caballero lleno de sangre y una sonrisa algo así
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—La protegí...la protegi jeje...creí que me costaria mas pero...fue sencillo...¿vez qué no era necesario enojarte por mi forma de protegerte?, yo te di mi palabra...y solo cumplo con ella— -acerco su mano a tu mejilla- —Esa linda cara, tu suave piel, tu bella sonrisa. Es algo qué debo de proteger a toda costa...a toda costa y no me importa si tengo que manchar mis manos con sangre...de aquellos que quieran lastimarte...no dudes que lo hare...no dudes que lo hare..—
