19| ¿A que haz venido?

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La música retumba las paredes y la transpiración me brilla en la piel. Estoy jadeante, exhausto, pero debo imaginar que si se tratara de un escenario más comprometedor, no puedo parecer débil.

—Entonces... ¿esto es lo que hacen cuando están solos? —asume Nolan, pacientemente sentado en el sillón individual de la sala.

Zek y yo nos movemos con pasos sincronizados que nos sabemos de memoria por usar el Just Dance 2015 más que cualquier otro.

—No esperamos que lo entiendas —jadea Zek, concentrándose en darle actitud a sus movimientos.

Es de mis partes favoritas de bailar con él, somos ridículos, tontos, unos expertos y los mejores en sacarle todo el provecho a una coreografía preparada. De los dos, me atrevo a decir que Zek es el mejor bailarín, simplemente lo lleva en la sangre, es tan sencillo como respirar para él.

—¡Agua! —exijo con la voz agotada. Nolan me arroja mi botella y le doy un trago torpe aminorando la intensidad de mis pasos.

—No es por cuestionarles sus... rituales, pero, ¿por qué se torturan de esa forma? —pregunta con cara de espanto. Desde su punto estamos aquí siendo explotados a voluntad y puede ser aterrador vernos bailar hasta caernos muertos.

La canción termina y Zek cae al suelo como un muñeco de trapo.

—Estamos celebrando que el lisiado ya puede caminar —explico apuntando a lo que queda de Zek.

—Y bailar —resalta mi amigo con respiraciones pesadas.

Nolan nos contempla con una fusión de consternación y gracia. Como miras a algo que no comprendes pero disfrutas.

—Son muy raros —afirma—. A decir verdad, habría esperado cualquier cosa de ustedes menos... esto.

—¿Cómo qué?

—Sexo gay —contesta Zek antes de darle tiempo a Nolan para pensar.

—Eso no es lo que iba a decir —se defiende firmemente.

—Nolan nos imaginaba cogiendo, no puede ser —Se queja el ex-lisiado.

—¿Viniste esperando encontrar escenas ardientes entre nosotros, sinvergüenza? —Lo acuso.

—Bendito sea, ¡no es lo que iba a decir!  —Se irrita el pobre.

—Ya creo saber a donde va todo esto —Zek se pone de pie nuevamente y se tambalea al asiento de Nolan—. Crees que los dos somos atractivos, ¿eh? Querías sacudirte un poco con todo esto —Se señala a sí mismo. Los observo a la distancia conteniendo la risa.

Nolan parece captar que le estamos tomando el pelo y sus facciones se relajan cuando comienza a reír.

—No vine aquí para tener un trío con ustedes.

—¿No? —Me hago el confundido.

—Y yo que hasta me bañé hoy —Se decepciona Zek con las manos en la cadera.

Sin necesidad de identificar un tono rojizo en el rostro de Nolan, noto el bochorno al que cayó rendido por nuestras bromas. Él ríe y sé bien que lo hace de verdad. Me llena infinitamente que ahora sea nuestro amigo, no el chico inalcanzable de antes, sino uno común y mortal como nosotros que podemos joder con bromas de vez en cuando.

La mamá de Zek se asoma en la puerta con una mirada de cejas alzadas que en ella indica problemas. Zek y yo nos quejamos con la cabeza para atrás, desconociendo el lío, pero estando hartos antes de comience siquiera. Nolan es turista, pero hace su propia mueca de rechazo.

—Dilo ya, sin anestesia —pidió Zek.

—Tienes visita —suspiró ella.

En algún punto de nuestro tramo las visitas eran signo de malas noticias.

ImpostoresWhere stories live. Discover now