Extra 2: Visión

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— Abuela ¿Por qué estamos aquí? — le pregunto un Camilo un poco malhumorado al ver todas las escaleras que tendría que subir.

— Ya te lo dije, Cielo, vamos a ver tu futuro — contesto su Abuela Alma con paciencia.

— Sí pero ¿para qué? Si es algo malo ¿Qué voy a hacer? — esta vez se le veía al pequeño más afectado, pues de 10 personas que su tío había visto su futuro, 8 habían sido predicciones meramente malas o mínimo desagradables.

— No te preocupes, es solo una mirada a lo que te espera — le dijo su abuela intentando transmitirle tranquilidad; cuando llegaron al inicio de las escaleras su abuela lo soltó y le dio un suave empujón para que avanzara — yo te estaré esperando aquí, tranquilo cariño, no hay nada a lo que no podamos hallar una solución.

Y con eso el pequeño Madrigal fue subiendo las escaleras poco a poco, aunque eran demasiadas no tardo demasiado, ya que cambio su forma a personas con mayor capacidad física; aunque si se sorprendía que su tío era capaz de subirlas y bajarlas todos los días, con razón estaba tan flaco.

Ya en la cueva, vio a su tío agazapado, terminando los preparativos para el "ritual" y susurrándole cosas a una ¿rata? Bueno, su tío siempre había sido algo extraño y que hubieran ratones a su alrededor ya era normal.

Su tío le explico el procedimiento e intento tranquilizarlo, se recalca el intento pues le dijo a su sobrino de cinco años: "no puedes tener un destino peor que el de tu hermana"; y siendo que Camilo conocía la "peor" visión de su tío podía predecir, hubiera salido corriendo si la puerta no estuviera cerrada y fuera demasiado pesada para moverla.

Resignado y sin opciones, solo hizo lo que su tío le dijo, cuando iniciaron a aparecer las imágenes, Bruno empezó a interpretarlas, según lo que iba viendo.

— Entonces empecemos... estaaas eeen el ¿arroyo? Sí, estas en el arroyo, y te estas ahogando — al ver la cara de su sobrino aterrorizada, volvió a echarle otra mirada a la visión y al ver su error, se apresuró a corregirse — no, no, tranquilo solo te resbalaste — Camilo sintió como el miedo se volvía a ir, aunque no podía apagar su estado de alerta — ¿mmm?

— ¿Qué pasa? — los nervios casi se apoderan del niño por la actitud confundida de su tío, tal vez no fuera nada pero podría también ser algo terrible, con el futuro ¿Cómo confiarse si era bueno o malo?

— No es nada maligno — aclaro el mayor al ver a Camilo intentando ocultar sus nervios — solo que estas con otro chico en medio del arroyo pero no sé quién es, vamos a continuar ¿de acuerdo? — pregunto Bruno recibiendo solo un asentimiento rápido con la cabeza, Camilo prefería que eso terminara lo antes posible — entonces, estas... mmm llorando, no, no, te estas riendo, estas muy alegre, el otro chico también yyyy... eso es todo — cuando su tío dijo eso la arena cayo y se había materializado la escena antes dicha en un cuadro de esmeralda.

— ¿nada más? — El pequeño Madrigal estaba atónito, según lo que habían dicho, las visiones de su tío normalmente predecían desgracias o malos momentos, y en muy contadas excepciones cosas buenas, pero la suya era neutral tirando a buena, probablemente; ¿en serio no había nada más? ¿Cómo que lo iba a comer un tiburón o que seguiria siendo pequeño?

— No, nada más — le respondió sonriendo Bruno, aliviado que al menos esta vez, el futuro que había visto no era una desgracia; y llevándolo a la salida y dándole el cuadro, le dijo en broma — a menos que quieras que siga viendo y encuentre algo malo.

— No gracias tío, te quiero — salió corriendo Camilo sin esperar respuesta del mayor que sonriendo volvió adentro, por parte de Camilo no iba a tentar a su suerte, su futuro seria tranquilo eso era suficiente,

Casi llegando abajo, vio que además de su abuela, sus padres también estaban esperándolo, siendo su madre la que tenía una nevada arriba de ella por el estrés que estaba soportando, hasta que vio que su pequeño no estaba llorando o desanimado, como su hija hace algunos años.

La nube se fue casi de inmediato, y los tres mayores se acercaron al menor para ver la visión que Bruno le había previsto.

— ¿Eso es todo? — Félix estaba sorprendido, la última vez que vio una visión de su cuñado, su pequeña hija había estado llorando por una semana por que no podría tener pareja; ver el destino de su hijo tan... ¿simple? Y sin problemas era un gran alivio.

— Eso le dije yo — respondió sonriente Camilo, haciendo una imitación de lo que su tío le había dicho con ayuda de su don, causando la risa de sus padres.

— Eso es muy bueno cariño — le dijo aliviada su madre, que conocía demasiado bien el tipo de predicciones de su hermano; por lo que cuando oyó de su hermana que su madre había cogido a su hijo para que vieran su futuro, se asustó al punto de coger a su esposo de la camisa, arrastrándolo al cuarto de Bruno casi haciendo una nevada en el proceso.

— No es posible que sea todo — pero a diferencia de sus padres, su abuela se veía decepcionada, como si buscara algo más en la visión pero sin poder verlo; causando que la sonrisa de Camilo flaqueara y casi al momento se escuchó un trueno proveniente de su madre, quien miraba a su madre molesta por desanimar de esa forma a su hijo; Alma se relajó y con una suave sonrisa le dijo al menor — tranquilo cielo, voy a hablar con tu tío un momento, ustedes pueden adelantarse.

Con eso el pequeño Madrigal salió algo más animado y jugando con su don junto a sus padres, que muy sutilmente le lanzaron miradas de advertencia a la matriarca, la cual no les presto mucha atención; ella solo duro un tiempo esperando para asegurarse que se hubieran ido, para luego llamar a su hijo casi gritándole.

Bruno no tardo mucho tiempo en bajar, y ya estando al frente de su madre, aunque nervioso estaba dispuesto a defenderse.

— Bruno ¿Qué significa esto? —le pregunto la mayor con un tono regañón.

— Que mi sobrino tendrá un buen futuro — respondió casualmente Bruno, con un tono de cansancio en su voz.

— Me refiero a ¿Qué debo hacer con esto? ¿Qué se supone que tengo que hacer con Camilo? — esta vez lo dijo ya impaciente y con su voz de mando.

— Ma, en verdad que no lo sé, lo que vi fue a tu nieto divirtiéndose con un amigo — respondió algo nervioso el mayor pero al mismo tiempo dándole poca importancia al asunto.

— Pero ¿que se supone que hará MI NIETO para ayudar a la comunidad? — le respondió la matriarca molesta.

— Ma, con el don de Camilo puede ayudar a mucha gente sin necesidad de que yo busque en su futuro el cómo, además de que es diez veces mejor que el de Dolores — con eso Bruno empezó a irse a su cueva, mientras Alma solo estaba pensativa y luego resignandose a buscar la forma en la que su nieto ayudaría al pueblo con su don, tal vez ella se estaba preocupando demás, posiblemente lo que su hijo le dijo era cierto, solo era Camilo jugando de grande con su amigo, al menos seguiría teniendo la misma actitud que lo caracterizaba.

Lo que ninguno de los dos sabia es que el pequeño Madrigal había guardado el cuadro de esmeralda con su futuro en una caja donde no se dañaría ni por golpes accidentales ni por el tiempo; se le veía sonriendo con un chico, que aunque ninguno de sus familiares que lo vieron supieron quién era, Camilo ya estaba seguro de su identidad, confirmándole que seguirían unidos durante mucho tiempo, eso sí era una muy buena visión para él. 

Camuflaje (Camilo Madrigal x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora