𝐔𝐧 𝐛𝐞𝐬𝐨 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫

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La mirada de mi madre iba más allá de la ira, decepción acompañada de una infinita sed de venganza, sus puños estaban cerrados y su exótico olor a alcohol era de esperarse. No dije palabra alguna y el nudo en mi garganta era cada vez más grande como mis ganas de arrastrarme hasta esa ventana y lanzarme como pueda por ella. Mire con piedad a Nanaba, si me dejaba sola no sé que era capaz de hacerme...

-Nanaba, a los tiempos.- sabía controlarse, incluso ebria, mi madre tenía un poderoso don.

-Hola Hasley, es un gusto verte, te ves más joven...-

-Con ella y su enfermedad, no lo creo.- sonrío de lado -Bueno ___ vamonos.-

-No puedo...- Respondí fugaz y ella fruncio el ceño, era peor que el de Eren.

-Hasley no creo que tu hija pueda movilizarse como antes, ella no puede caminar...-

-¿Cómo?- elevó su tono más de lo normal.

-Es un fallo grave en el sistema nervioso que al parecer afecto a sus extremidades inferiores, es un caso muy raro en el inso...-

-Me quedo claro, ella necesita descansar, así que vendrá conmigo.- Y la guerra se hizo.

-Se quedara aquí conmigo... Hasley, necesita chequeo de un profesional, entiendes.- Nanaba elevó más su voz.

-¡Va a venir conmigo!-

-¡ELLA DEBIÓ SER MI HIJA!- dicho esto Nanaba empujo a mi madre.

Mi madre la miro atónita, enserio la odiaba. Respiro profundo y dejo a un lado su bolso para después atacar a la rubia, las dos se agarraron a golpes y yo... no pude hacer nada. Grite y grite el nombre de Eren varias veces, pero solo aparecio un enfermero el cual detuvo la pelea. El ambiente estaba tan tenso.

-¡Bien!, eso es lo que quieres, pues quedatela, ¡sufre, sufre ___!... estoy tan decepcionada de ti, adiós.- salió dando un portazo.

Solo era un estorbo en la vida de mi madre...

                          ♡

Los magnificentes ojos de Eren se asomaron por la ventanilla de la puerta dando conmigo un gran susto. Entro y al ver mi estado depresivo, me abrazo, me encantaba.

-Perdona por no estar aquí, mi madre necesitaba algo, ya me entere de lo que sucedió- se sentó y tomo mi mano -Esta loca.-

-No hablemos de ella...- no quería romper más los trozos de lo que quedaba de mi corazón. -Me quiero ir ya...- bienvenida seas tristeza, gracias por las lagrimas, de verdad las necesitaba.

-Ir, de...-

-Desaparecer, no existir... no sé.- él negó y se aferró más a mi mano. Su mirada mostró la tristeza en su estado más puro, ¿Por qué se entristecen sabiendo que no hay salvación en mi?, aunque viendo desde mi punto de vista analizando con el poco coeficiente intelectual que cargaba y me concentre tanto para analizarlo, Eren desde que lo conocí me trataba como si estuviese enamorado... ¡pero como eso va a pasar! eso es estar muy demente. Pero debo admitir que cada vez que nos mirábamos, sus ojos eran tan eternos y suplicantes, rebosantes de una infinita belleza tan única, tan perfecta. Creo que por Eren Jaeger no sentía ningún lazo de amistad, esto era más fuerte y muy dañino para mi.

-Sacame de aquí...- suplique.

-Seras tonta- se enfado.

-No aguanto, quiero irme de esta habitación.- me destape y comence a levantarme tomando con mis manos mis inválidas piernas.

-No te muevas.- salió corriendo de la habitación y espere su regreso. Volvió a ingresar pero con una silla de ruedas. Lo mire divertida, vamos a escapar sin autorización de nadie, esto se iba a descontrolar. Me tomo por las axilas y me sentó, reí, él pensaba lo mismo, era una conexión tan grande. Sentía que en cualquier momento saldría volando de la silla, la peor parte fue bajar por las escaleras y pasar por la oficina de Nanaba que por suerte no nos vió, vimos la salida y la adrenalina aumento.

-No sé como haremos, pero espero que no salgas volando de la silla.- reí y los guardias vieron nuestras intenciones, y casi pisando nuestros talones, llegamos a nuestra esperada libertad.

-Eren, ¿a dónde vamos?, bueno ire... no quiero regresar a ese maldito hospital nunca más.- ese era el problema.

-Mi madre prepara buenos desayunos.- Lo mire confusa y después comprendí. Eren me sonrió y jamás en mi vida me había sentido tan eterna, tan completa... como en este momento.

Cuando llegamos la señora Carla se sorprendió mucho al ver mi estado casi vegetal, e incluso llego a echarle la culpa a Eren, pero lo negué y le expliqué lo que realmente había sucedido conmigo. La madre de Eren me había ofrecido techo, la verdad es que quería llorar, no sabría como agradecerle en mi inútil situación. Al cabo de unas horas optó por que Eren durmiera en la habitación de ella y ella en la de él, puesto que sería complicado subirme por las escaleras.

-Diablos... que día- lo mire.

-Yo... Lo siento, no te mereces esta carga.- Tenía unos temblores horrorosos, pero conseguí no llorar ni vomitar, lo que consideré casi como una victoria.

-Estás temblando.- se levanto y se acuclilló frente a mi.

-¡Estoy bien señorito!- reí y me volvío a
cargar como una princesa colocándome en la
cama. Él se acostó a mi lado, estábamos demasiado cerca como para poder sentir nuestras respiraciones y el calor de nuestros corazones.

-Hay tantas cosas que me perderé de la vida.-
suspiré.

-¿Cómo cuales?- No era el momento indicado,
pero por lo menos quiero experimentar la sensación de amar a alguien.

-Tú...- sus pómulos se prendieron en un sonrojo impresionante que se extendió por sus mejillas e incluso orejas.

-Quieres decir que, soy la mejor experiencia
que tuviste de la vida- asentí.

Parpadeo un sin numero de veces, eran lagrimas las que quería evitar él en ese
momento, pero no pudo disimularlo, su nariz
se tornó rojiza y empezó a restregarse los ojos.

-Gracias por esto y por lo que vendra..- Los
segundos en los que nos miramos fueron tan
lentos. Sentía que en cualquier momento el
corazón se saldría de mi pecho. Se acercó a mi con timidez, estaba hirviendo por dentro y no era excitación. Y cuando menos lo espere sus
labios rozaron con los míos, no tenía palabra para describir los labios de Eren Jaeger, era mi primer beso y sé que lo arruine cuando él se separo de mi con tristeza.

-Perdón no lo quise hacer...-

-Es mi primer beso, lo siento.- volvimos a conectarnos con nuestra mirada. Él volvió hacía mí, me acaricio la mejilla con una pequeña sonrisa, me beso, no sé a quien le tendría que rezar para que me diera la oportunidad de vivir junto a él. Lo único que
deseaba en aquel momento era quedarme
para siempre entre los brazos de Eren escuchando el sonido de su corazón...

Quería a Eren, con cada latido de mi corazón...

𝐕𝐢𝐝𝐚𝐬 / 𝐄𝐫𝐞𝐧 𝐘𝐞𝐚𝐠𝐞𝐫 𝐱 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫Where stories live. Discover now