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- ya volví - repitió.
flashback
- te amo - sonreí leve, y la interrumpí antes de hablar. - no digas nada, por favor, decilo cuando vuelva
fin del flashback
- te amo, Li, y no de la forma que siempre creí hacerlo, me engañé todos los años desde que nos conocimos, desde que me dijiste que era tierno y me puse rojo - reí leve. - desde ahí sabía que te iba a amar hasta el día que me pase algo, y no tengo miedo de decirlo porque me haces sentir bien, me haces sentir un montón de cosas, que no se ni como explicarte
- tampoco tengo miedo de decirte algo porque me haces sentir bien y protegida también - lo miré. - yo también te amo, Mauro - sonreí leve.
- no me digas Mauro, Emilia
- no me digas Emilia, Mauro - reímos y hubo un silencio cómodo.
- Li, se que él estuvo muy orgulloso de vos - lo miré y negué. - lo encontré llorando muchas veces por vos, solo que, el no quería verte porque le hacías acordar a tu mamá
¿Esto era lo que me faltaba para poder llorar?
- no puede ser que me vuelvas débil
- ¿no podías llorar? - negué y este me abrazó.
- ya no tengo a nadie - dije sollozando mientras me escondía en su cuello.
- Emilia, apenas nos conocimos dijimos que no nos íbamos a dejar y que siempre íbamos a estar juntos, siempre me vas a tener a mi, amor - me abrazó mas fuerte. - a mi y a Marcos - reí leve. - creo yo o ¿este es mi futuro hijo? - me miró. - necesito explicaciones, vos me robaste el nombre de mi futuro hijo - empezó a jugar con el bebé y este solo reía.
- no es mi culpa - me miró.
- ¿y ahora que nombre le ponemos a nuestro futuro hijo? - lo miré. - todavía sigo queriendo que salgan con tu carita
- le ponemos Max y Mía - rió leve.
- me gusta, o debería decir me gustas - sonreí mientras negaba.
- te extrañé - admití.
- no te escucho decir, también me gustas, Mauro - imitó mi voz.
- no me dijiste te extrañé más, Li - imité su acción.
- porque ya sabes que te extrañé
- ¿y vos no sabes que me gustas? - sonrió.
- no, no sabía
- bueno ahora lo sabes
- pero me gusta saberlo más, decimelo otra vez - se acercó.
- ¿qué cosa? - dije inocente.
- Li - me miró haciéndose el enojado.
- Román
- estoy tratando de ser romántico - bufó.
- me gustan tus ojitos - dije mientras lo miraba.
- ¿te gustan mis besos? cierto que no los probaste, ¿queres probarlos? - me miró divertido.
- está el bebé - reí leve.
- ay, es un bebé tiene memoria a corto plazo - dijo posando una mano en mi nuca haciendo que me acercara.
- fósforo - acoté bajando mi vista a sus labios finitos y este hizo un ruido dándome a entender que me escuchaba. - ¿escuchaste eso? - negó.
- tampoco me importa - pude sentir su respiración chocar con la mía pero me paré de la cama dirigiéndome a la puerta. - Emiliaaa - hice señas para que se callara y abrí la puerta.
- hijo de puta - dijo el enano que terminó en el piso aplastado por tres personas más.
- creo que la novela terminó - acotó el de anteojos adolorido.
- estuvo fuerte pero, Paulo por favor me estás haciendo mierda - dijo Iván al ser aplastado.
- en mi defensa, no me dejaron escuchar casi - el rubio habló.
- pensé que ya se estaban comiendo
- no Rodrigo - dije riendo.
- no me dejaron - acotó el de pelo rojo enojado mientras jugaba con el bebé.
- siento que esa mirada significa muerte pura, tipo full sangre con nuestros órganos vendidos - respondió spreen viendo como Mauro los mataba con la mirada y este asistió.
- bueno que hora es ¿la hora de correr? me parece - el de anteojos salió corriendo con los otros tres monos atrás.
- yo quería mi beso - dijo de mal humor.
- ya lo vas a tener - me acerqué para dejarle un beso en la comisura de su labio.
- mm un poquito más a la derecha - dijo cerrando sus ojitos en forma de paz y le deje un beso en su frente. - me caes mal wacha - se paró con el bebé. - vamos a comer - negué y este me miró mal. - Emilia
- bueno - empecé a caminar.
No es que me domine, pero su cara seria me da miedo, entonces toca hacerle caso para que no te mate.
