Jugando con Fuego

¿Leona o Gatita?

A Hermione le encantaba ser prefecta, era de sus más grandes sueños cumplidos, así es como reconocían que en verdad era alguien de valor y que su esfuerzo durante los años anteriores habían valido la pena, aun recordaba lo emocionada que estaba cuando vio la insignia dorada y esa perfecta P, jamás lo admitiría, pero en ese momento lloro de puro orgullo, al fin de cuentas era una Gryffindor a toda ley.

Pero justo ahora caminando sola por esos pasillos mientras hacia las rondas nocturnas estaba más fastidiada y enojada que nada, Ron no había acudido por estar besuqueándose con Lavender en la sala común y decidió dar sus rondas a solas que estar aguantando al chico que últimamente no hacía más que desquiciarla.

Había llegado tarde a las asignaciones de rondas, por lo que ahora le tocaba ir por los pasillos más alejados y solitarios de las mazmorras, realmente odiaba esos corredores húmedos y fríos que daban en aulas abandonadas y solitarios armarios donde las escobas ya se encontraban podridas por el paso del tiempo.

Estaba a punto de terminar, era la última aula de ese horrible pasillo, solo abriría la puerta y comprobaría que Peeves no se encontraba ahí con alguna armadura robada o intentado hacer pociones que explotaran, solo quería irse ya a su cama y sentir sus sabanas suaves y calientes, en realidad eso era todo en lo que podía pensar, su pijama, su cama y el dormir como si no hubiera un mañana. Por esa misma razón es que se quedo congelada cuando al abrir la puerta no se encontró con Peeves haciendo alguna travesura, en su lugar se encontró con Theodore Nott mirándola de frente, tenía el cabello revuelto, se mordía los labios, la camisa abierta enseñando su pecho y abdomen, casi se olvidaba de la chica arrodillada frente él quien por la posición estaba segura de que le estaba chupando veneno de acromantula de su entrepierna.

Hermione no supo que hacer, la chica seguía moviendo su cabeza adelante ya atrás, Theo tenía una mano en la nuca de ella, pero los ojos fijos en Hermione, pudo sentir como la sangre se le iba a los pies y un escalofrió la recorría toda, sabía que tenía que irse, que era una escena demasiado intima pero Theo no dejaba de mirarla, sus ojos azules fijos en cada movimiento que realizaba, hasta que la chica logro llegar a la meta de su trabajo, Theo contuvo un gemido pero elevo su cabeza al techo mientras terminaba en la boca de la joven a sus pies. esa fue su señal para irse, no quería ver a la chica levantarse para averiguar quién era ni si eso solo fue el juego previo de algo más.

Camino lo más rápido que sus pies se lo permitían, odiaba lo avergonzada que se sentía, no era ninguna tonta, sabía que los adolescentes tienen necesidades y había escuchado los rumores sobre alumnos teniendo sexo en aulas abandonadas y armarios, pero una cosa era saberlo y otra muy diferente haberlo visto.

Llego a su sala común donde se encontró a Lavender sobre el regazo de Ron con la falda subida un poco más allá de lo decentemente permitido, ambos se separaron al verla y Ron tuvo la decencia de lucir avergonzado, en realidad a Hermione no le importo, pero la actitud de Ron solo hizo que la imagen de Theo se volviera más fuerte en su cabeza, esa falta de vergüenza, su cabeza elevándose cuando llego al clímax.

Subió las escaleras a paso rápido, no podía seguir pensando en eso, no era propio de ella, fingiría que nada paso y seguiría adelante con su vida, o eso esperaba.

La mañana transcurrió demasiado normal, en el Gran comedor no pudo evitar voltear a la mesa de Slytherin, pero no pudo encontrar a Theodore, eso le dio calma, se apegaba a su plan de fingir que nada paso y que sus ojos no habían sido corrompidos de tal manera. Esperaba que el día siguiera sin incidentes, aunque es bien sabido que el universo no te da lo que deseas sino lo que necesitas.

Pasada la hora de comida y con otras cosas en su cabeza decidió ir a la biblioteca para poder alejarse de Ron y Harry que al siempre poner por encima a Ron la terminaba alejando. Iba sumida en los pensamientos sobre si en realidad eran sus amigos o solo estaban con ella por que los ayudaba y estaba segura de que gracias a ella es que Ronald consiguió ser Prefecto.