Un Isekai Cualquiera

Conociendo

En este mundo existe algo llamado Dominio, es el rango que posee un individuo superior o inferior a otro, los seres con altos dominios dominan sobre las bajos, más que ser cuestión del poder de la persona, es algo escrito a piedra en las leyes de este mundo, los dioses son Dioses porque su dominio es simplemente Divino, el dominio es algo muchísimo mas antiguo que el mismísimo sistema, una categorización arraigada a los mismos principios de este mundo, nuestra existencia misma es un dominio, por lo menos el de los mortales, es algo mucho mas difícil de explicar que eso pero servirá por ahora.

- ¿Qué está pasando aquí? – exigió una potente voz.

El ayuntamiento quedo en completo silencio, la vos provino de las escaleras que daban hacia arriba del lugar. Yo por mi parte me limite a consolar a Willy y cargar a Lume, no me preocupaba en absoluto pues no había sido yo el que comenzó la disputa, creo que mis acciones estaban ciertamente justificadas.

Nadie había respondido y el hombre de la voz vio hacia mí.

- ¿Podrías disminuir tu presión?

Yo no lo entendí al principio, pero luego me di cuenta de que todavía estaba soltando mi Dominio, es una suerte que solo haya soltado el dominio de una clase A. Relaje un poco mi expresión y baje mi Dominio.

- Disculpen la molestia que pude haber ocasionado – me dirijo hacia todas las personas en el ayuntamiento.

- No es un grave problema, pero ¿podría usted explicarme que fue lo que paso?

- Lo siento, sentí que mi hijo estaba asustado y me dejé llevar un poco, la Srta. Caty puede confirmarle que estaba realizando unos tramites aquí cuando corrí rápidamente.

El hombre miro de reojo a la señorita y ella sintió de acuerdo, eso lo hizo relajar un poco su expresión tensa.

- Me disculpo por los problemas que le ocasionaron a su familia en mi jurisdicción.

- Gracias por entender – el no pregunto nada más, yo tampoco tenía la necesidad de explicar así que agarre a los cachorros y los carga sobre mis hombros, ignorando al sujeto ese y los espectadores, me dirigí hacia la recepción para terminar los tramites. Los que me observaban retomaron sus ocupaciones y el señor camino hacia la recepción conmigo.

- Es un gusto conocerlo señor...

- Theo, un gusto caballero

- Alfred, bueno Sr. Theo espero que no guarde algún remordimiento por lo sucedido, ese hombre es un buscapleitos muy conocido en la ciudad, viene cada cuanto, al ayuntamiento para causar problemas, es una suerte que alguien le haya dado una lección de una vez por todas.

- Es eso así?, pues espero que no me genere más problemas.

- Puede estar seguro, con ese Dominio usted debe ser un aventurero de grado alto ¿no?

- Nada por el estilo, soy un simple papa viajero que se preocupa mucho por sus hijos – respondí yo cómodamente. A pesar de haberme licenciado como uno de Clase E no me consideraba un aventurero, los niños son demasiado jóvenes para exponerlos a ese mundo que no solo trata de matar monstruos, estaría bien si solo fuese eso, pero este mundo no es tan simple como eso, los aventureros son contratados para realizar encargos de todo tipo, sin exagerar de TODO tipo.

El parecía muy sorprendido por mi afirmación, pero lo oculto rápidamente para mostrar una sonrisa gentil.

- Se ve que usted quiere mucho a sus hijos.

- Pues sí, así es, es en parte por ellos que estoy aquí.

Él se limitó a hacer una expresión interrogante pero calmada.