Green Kiss // FELINETTE

• Green Kiss •

Dedicado a mi querida Everawinter ✨💕

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Desde que se habían conocido "mejor", ninguno de los dos se soportaba.

En un principio, sólo tenían unos cuántos encuentros en donde él le hacía una que otra burla a ella para provocar su enojo, lo cual le divertía. Pero eventualmente la chica empezó a responder y ser dura con él, lo que no solo hizo que él también lo fuera con ella, sino que los llevó a pasar a ser dos individuos con el mutuo sentimiento de odio hacia el otro.

Entre sus más conocidos, y hasta el propio primo de él, reconocían que no había manera de Félix Graham de Vanily y Marinette Dupain-Cheng se llevarán bien.

Todos lo que fueron compañeros de la azabache en el instituto, recordaban muy bien el día en que esos dos se empezaron a odiar a muerte definitivamente. Había ocurrido durante una reunión navideña que los del curso habían organizado para pasar el rato entre ellos, un 24 de diciembre por la tarde, hace un par de años atrás.

F L A S H B AC K

Simplemente, nadie sabía cómo es que las cosas terminaron así.

—¡Marinette, suelta a Félix!—. Se oyó el reclamo de Alya, lo que terminó llamando la atención de todos los presentes.

Los cuales, quedaron entre asombrados y confundidos al ver al chico Graham tirado en el suelo, a la Dupain-Cheng agarrándolo de su camiseta con su otra mano hecha puño, lista para golpearlo de no haber sido porque Alya la había llamado.

¿Y Félix? Más que tratar de evitar el golpe de la ojiazul, estaba con una enorme sonrisa engreída en su rostro, esperando expectante el siguiente movimiento de la muchacha.

F I N   D E L   F L A S H B A C K

Bien podría ser que se pensara que como el chico vivía en Londres con su madre, los encuentros posteriores entre Félix y Marinette se harían casi nulos, pero la realidad los azotó de manera peculiar.

Y es que, la madre del chico, Amelie, había tomado la decisión de mudarse con Félix a París por unos años.

Ella nunca dijo muy claramente el por qué había tomado la decisión, sólo argumentaba que extrañaba a su hermana y estar en París la hacía sentir un poco más cerca de ella.

Inscribió a su hijo en el mismo instinto y curso al que iba Adrien cuando se regresó a las aulas después de las festividades; y allí fue cuando la bomba entre Félix y Marinette explotó... más de lo que ya lo estaba.

Discutían constantemente, se insultaban, hasta se hacían una que otras veces bromas muy pesadas como venganza. Y es que no había tregua entre ninguno, y cuando ocurría en la escuela (porque sí, sus riñas ocurrían tanto dentro como fuera del horario de clases), ya ni les importaba entrar a detención.

Sus amigos y familiares les tuvieron que poner un alto para que dejaran aquella toxicidad entre ambos, y fue cuando por fin se empezaron a dejar en paz... apenas.

Porque el odio es un sentimiento muy fuerte, y algo así no es fácil de olvidar o mucho menos soltar; era una fuerza latente y dura, algo que al albergarse en el corazón, costaría un mundo sacar.

O por lo menos, cambiar.

Ambos aprovecharon y agradecieron que Amelie había inscrito a Félix a Françoise Dupont en el último año de clases previo a la Universidad, así, cuando todos se encontraron graduados, tanto Marinette como Félix sintieron el regocijo de que se habían librado de su gran molestia, pues ni de chiste querían cruzarse una vez más.